Además de la dramática reducción en los tradicionales centros de consumo, otra preocupación se suma en la industria tequilera, que es el descrédito de la imagen del sector. ¿A quién se le ocurrió ponerle “Agave Azul” a un operativo contra el lavado de dinero presuntamente proveniente del narcotráfico?

Preocupa que por unos cuántos nombres que aparecen en una investigación de gabinete de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) se pase a “embarrar” a todo el sector, que no sólo promueve identidad en todo el mundo, sino que genera miles de empleos.

Por qué, se preguntan algunos, si en la lista de la UIF aparecen sólo unos cuántos nombres de empresas tequileras, pero hay funcionarios públicos, empresas de turismo, constructoras y otras más, no se denominó como “políticos corruptos”, por ejemplo.

Además, dicen, ya empezaron a concederse los amparos a algunas personas y empresas involucradas por presunto lavado de dinero del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), es decir, además de desprestigio, un operativo que pinta para el fracaso. No saben y no miden el daño que le hacen al sector. Tome nota.

La versión de Tequila Herradura

Hace dos semanas le di a conocer en este espacio que el Municipio de Amatitán, Jalisco, que gobierna Gildardo Partida Meléndez, estuvo a punto de imponer sellos de clausura a las instalaciones de Tequila Herradura, por supuestos malos manejos de sus vinazas (aguas residuales producto de la destilación de la bebida). Le doy cuenta de la versión de Brown-Forman, propietaria de esta marca espirituosa, quien negó las acusaciones.

“Respecto a información publicada en medios de comunicación, acerca de la presunta descarga de vinazas de la planta de Tequila Herradura en acuíferos, Brown-Forman, propietaria de Casa Herradura, aclara que esto es totalmente falso”, dijo la firma.

Casa Herradura asegura que su planta opera con normalidad, e incluso nos aseguran que Brown-Forman ha realizado inversiones en materia de tecnología de punta e implementación de procesos para el cuidado del medio ambiente. La empresa afirma que 100% de sus vinazas pasan por diferentes fases de tratamiento donde la materia orgánica es transformada en biogás y el gabazo se convierte en composta.

Al respecto, desde Amatitán me comentan que el estatus de este “espinoso” caso es que siguen a la espera de un estudio de laboratorio que se realizó a muestras de aguas que se obtuvieron donde supuestamente se arrojaron las vinazas. El estudio está apegado a la NOM-001-SEMARNAT-1996 y de ese resultado dependerá que se ejecute o no la orden de clausura.

Como dato adicional, le cuento que el presidente municipal, Gildardo Partida, es también dueño de la marca “Cava de oro”, así que, como empresario tequilero, sabe que el tema es serio, ya que conoce perfectamente los procesos de destilación y producción de un tequila. Veremos en qué termina esto.

Google News

TEMAS RELACIONADOS