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Para frenar la actividad de los diversos cárteles locales que se dedican a la venta de drogas al menudeo, la extorsión, el secuestro y el cobro del “derecho de piso” , un grupo especial de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, en coordinación y colaboración con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) , rastrearon diversas rutas que utilizan los cárteles chilangos para el blanqueo del efectivo.
Así han descubierto que, por ejemplo, La Unión Tepito tiene desde casas de cambio, gasolinerías, gimnasios, salones de belleza, lotes de venta de vehículos y hasta complejos habitacionales, mientras que el grupo antagónico, La Anti-Unión Tepito , cuenta con restaurantes, fondas, chelerías, bares y cantinas en Garibaldi; además de tiendas de ropa y varios spa y moteles de paso en la zona sur de la Ciudad.
Sin embargo, por el desconocimiento en el blanqueo de efectivo de los líderes de esas estructuras han cometido errores “primarios”, que terminaron en sus capturas o en el decomiso de grandes cantidades de efectivo.
Sólo durante este año a La Unión Tepito le decomisaron 200 mil euros, 100 mil dólares y 16 vehículos de lujo; mientras que a La Anti-Unión, dos lingotes de oro de cuatro kilos cada uno y otros dos lingotes de plata de 400 gramos cada uno.
A pesar de estos decomisos, la preocupación de las autoridades se concentra en lo decomisado recientemente a presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a quienes en sólo dos golpes les quitaron más de 37 millones de pesos, dinero que aparentemente se utilizaría para la compra de armas de grueso calibre, para el reclutamiento y formar un brazo armado que opere directamente desde la Ciudad de México, y sobre todo para corromper a policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana como de la Fiscalía General de Justicia capitalinas.
Parte del trabajo para decomisar el efectivo y así frenar el poder adquisitivo de los delincuentes locales quedó asentado en la carpeta de investigación DCI/ ACI/UI-2C/D/00041/102-2020, en la que se revela que en febrero pasado fueron detenidos Rubén “N”, Máximo “N” y Manuel “N” en la alcaldía Cuauhtémoc, con 1.4 millones pesos en su poder.
Los imputados tripulaban un Chevrolet Beat blanco, que fue investigado por varios días. Las autoridades sabían en qué momento trasladarían el dinero de un domicilio ubicado en Tepito a una casa de seguridad, por lo que implementaron un operativo especial. Los interceptaron en el camino, al momento de su captura no supieron explicar la procedencia del efectivo y fueron consignados a un penal federal.
Mientras que en el expediente, FCI/ACI/UI-3C/D/00207/05-2020, se detalla que Arturo “N” y Ricardo “N” fueron detenidos a bordo de un Nissan Sentra gris, en poder de 1 millón de pesos en efectivo. La indagatoria revela que los imputados tenían nexos con La Anti-Unión Tepito y eran los encargados de mover grandes cantidades de efectivo de la colonia Guerrero, en específico de un restaurante de quesadillas perteneciente a la familia de El Tortas, líder de esa agrupación criminal, hacia la alcaldía Tlalpan, donde vivió sus últimos días antes de su captura el 28 de mayo de 2019.
De momento, los trabajos para desactivar la actividad financiera de los cárteles preponderantes en la capital de la República se han concentrado en los que operan en la zona centro —La Unión y La Anti-Unión—; sin embargo, gradualmente se han extendido a los asentados en la zona sur, desde el Cártel de Tláhuac; Los Rodolfos, en Xochimilco, y las pequeñas células que están diseminadas en los alrededores de Tlalpan y hasta el Valle de Chalco.
De igual manera, se dio a conocer que luego del atentado que sufrió el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, presuntamente a manos de integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación, los trabajos de inteligencia se han concentrado en desarmar y desactivar la estructura financiera de ese grupo peligroso y transnacional.
De momento, las autoridades de investigación han detectado que cuenta con departamentos, a donde llegan sus integrantes, en las alcaldías Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Cuajimalpa.
Identificaron también a una mujer que tenía relación con La Unión Tepito y quien presuntamente es la encargada de blanquear el efectivo que le entregan, además de proporcionarles fuertes sumas de dinero cuando es necesario; se cree que ella fue la encargada de facilitar el dinero para comprar armas, vehículo y pagar a sicarios el día que atentaron contra García Harfuch.