Sarah Schleper,
una estadounidense de casi 39 años que ha participado en cuatro Juegos Olímpicos de Invierno con su país de origen, defiende en Pyeongchang 2018 los colores de México, ese país con el que Donald Trump quería interponer un muro.
"El año pasado estábamos en el Campeonato Mundial de esquí alpino y muchos me preguntaron por ese tema. Para mí es una pregunta muy fácil, ya que me gusta que haya muchos mexicanos viviendo también en Estados Unidos. Los Juegos Olímpicos son una buena oportunidad para unir a la gente en el mundo", explica Schleper a AFP.
Schleper
afronta su quinta participación en el evento, aunque esta vez representando a México, el país de su marido, Federico Gaxiola.
"Mi esposo es mexicano. A él le gustan mucho los deportes y las carreras de todo tipo, especialmente de coches. Hay muchas cosas en común entre las carreras de coches y las carreras de esquí. Nos conocimos en Vail, en Colorado, donde nací yo, ya que crecí con un primo suyo que también esquió por México. Su familia me ayudó a crecer como atleta. Al abuelo de Federico le gusta mucho el esquí, y también era olímpico", explica Schleper.
Aunque ya no es la misma de 2006, Schleper tratará de superar el mejor resultado de su país de adopción en las pruebas de esquí alpino, un 26º puesto logrado en Sarajevo-84 por Hubertus de Hohenlohe , el polifacético aristócrata de origen austríaco, que compitió en seis Juegos con México.
La mayor hazaña del país azteca en la historia de los Juegos fue un undécimo puesto en Saint Moritz- 1928 en el bobsleigh a cuatro.
"Nunca he pensado en superar en Pyeongchang 2018 esa meta de lograr el mejor resultado mexicano en unos Juegos, pero sería una buena meta. Voy a tratar de esquiar lo mas rápida que puedo", señala Schleper.
Schleper solo participará en los Juegos de 2018 el lunes en la prueba de eslalon gigante.