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edgar.luna@eluniversal.com.mx
La situación vivida por el defensa central Oswaldo Alanís va mucho más allá de una disputa contractual con el Guadalajara. Representa la oportunidad para que el gremio de jugadores termine con el Pacto de Caballeros, ese acuerdo que permite a los directivos del futbol mexicano violar algunos estatutos de la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA).
Es ahora o nunca para quienes están dentro de la cancha, respaldados por la recientemente creada Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales (AMFpro), que tiene como una de sus premisas abolir ese acuerdo que impide a los jugadores irse gratis a algún club cuando termina su contrato, pese a que el reglamento de la FIFA les da luz verde.
La disputa entre las Chivas y Alanís, quien ha sido respaldado públicamente por varios de sus compañeros en la Selección Nacional, es el punto de quiebre que tanto necesitaban los futbolistas.
“Es un tema que debemos tocar a fondo. [El Pacto de Caballeros] atenta contra el jugador y debemos ver que ya no perjudique”, afirma Álvaro Ortiz, presidente de la AMFpro, entrevistado vía telefónica. “Los directivos deben entender que el jugador no es un activo”.
Aunque la mayoría así lo ve, como José Luis Higuera, director general del Grupo Omnilife-Chivas, quien se refirió a ellos como “perritos o gatitos” al tratar de explicar, vía Twitter, lo que provocó la permanencia del guardameta Rodolfo Cota —a préstamo, seis meses más— en el Rebaño Sagrado.
“Lo de gatitos y perritos no lo tomamos como ofensa. Su opinión no me compete”, afirma Ortiz. “Sólo que, como CEO de Chivas-Omnilife, quiero ver que a uno de sus trabajadores no lo deje ir a buscar trabajo a otro lado”.
Porque el jugador actualmente trabaja con el plantel rojiblanco de la Segunda División, lo que luce como una medida de presión o castigo por su negativa de firmar la extensión de contrato bajo las condiciones que tiene actualmente, pese a que él solicitaba un aumento en su salario.
Incluso, el presidente de la AMFpro asegura que el zurdo no es el único futbolista del Guadalajara que ha vivido algo así.
“El caso de Oswaldo es mediático, pero hay cientos de jugadores en Segunda y en Tercera igual... Se les invita a denunciar”, comparte. “Tienen derechos y se les pueden hacer valer”.
Pero, reitera, todo depende de ellos mismos. Si esta vez se da la unión tan esperada en el gremio futbolístico, el caso Alanís puede marcar un parteaguas... Hasta para detener el Clausura 2018.
“Iremos hasta donde el jugador quiera”, sentencia Ortiz. “La Asociación no decide [si hay paro], sino los futbolistas”.