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El tren del Metro avanza, está por llegar a la estación Niños Héroes. Las luces se apagan y el piso del vagón comienza a tambalearse bruscamente. Los pasajeros de pie intentan mantener el equilibrio y los que van sentados voltean a ver a los demás. Llegan al andén y se abren las puertas, la alerta sísmica suena.
Imágenes: Juan Carlos Reyes
“Literal, no veía nada. Yo iba agarrado, a mitad de pasillo, iba agarrado del tubo(…) Sentí que se iba a descarrilar el Metro.Se iba muy lento, a lado pasó otro tren e igual iba lento.Y de repente llega a la estación y el movimiento empieza a aumentar.” contó el estudiante Aldo Gómez, que vivió el sismo del 19 de septiembre de 2017 dentro de la Línea 3.
Los trenes de mayor capacidad de la red, con nueve vagones, están diseñados para transportar hasta mil quinientos treinta pasajeros, según estimaciones del Sistema.
Con este contexto Alma Elia Vera Morales, egresada de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, desarrolló un modelo de simulación para mejorar los mecanismos de evacuación en el STC Metro, que permite representar las acciones de prevención de accidentes durante un desalojo en caso de sismo.
Para ello adaptó las instalaciones de la estación Pino Suárez. La entonces estudiante de maestría propuso usar un programa computacional para observar qué ocurría sin ciertas medidas de contención en pasillos y andenes del Metro.
“Aunque las estaciones son seguras, el problema de la situación del Metro es que somos muchísimos entonces al momento en que ocurre un sismo la gente entra en pánico y el pánico se contagia y entonces eso empieza a generar que las demás personas busquen salir. Y no hay tantos afectados porque se caiga la estación sino porque la gente se empieza a aplastar, se caen, te pisan, se lastiman.” observó la ingeniera civil.
La ingeniera contó que sin saber programación tuvo que utilizar Anylogic, un software que no dominaba y eso era un reto.Sin embargo no se rindió y con la práctica logró hacer cualquier representación computarizada en él.
Añadió que con una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología “aprovechando que quería aprender simulación tomé una estancia de casi 5 meses en Ámsterdam donde aprendí técnicas y a programar en otro software, además del que utilicé en mi tesis.” Así mismo, mencionó que la UNAM le brindó apoyo para volar a la capital de Países Bajos.
En el andén
“Inmediatamente que salí del Metro, sentí que me iba a caer del movimiento tan brusco, la gente estaba espantada y tenían ataques de nervios. Dije: ¿de dónde me agarro?¿dónde camino? no sé qué hacer ”, continuó recordando el estudiante Aldo.
Él fue uno de los 4.5 millones de usuarios a los que el Sistema de Transporte Colectivo (STC) da servicio diariamente. Esta cantidad de personas llenaría 51 veces el Estadio Azteca y se mueven por una ciudad cuyo suelo favorece la amplificación de ondas sísmicas, según el Servicio Geológico Mexicano.
Tanto en Santiago de Chile como en Tokio, Japón existen medidas de evacuación para sus sistemas de transporte subterráneo, por ejemplo ayudar a los menores y a las personas de la tercera edad durante un sismo. Para ambas ciudades, esas normas se dividen entre la evacuación de la estación, del andén y de un tren en el túnel, según sus respectivos sitios oficiales.
Alma describió que hay barreras de color naranja que se movieron para “abrir ciertas puertas” y que los usuarios “sufrieran menos daños”. Antes de una emergencia, simulacro o evacuación el Manual de Protección Civil de la Secretaría de Salud recomienda asegurar que las rutas de evacuación estén libres de obstáculos.
En 2017 Alma Elia Vera Morales obtuvo el IV Premio a la Innovación Tecnológica "Ingeniero Juan Manuel Ramírez Caraza", que otorga el STC Metro. Concursó dos veces, en la segunda obtuvo el premio. Al principio creyó que no lo lograría.
En su primera valoración de las instalaciones, cuando se acercó a los encargados de las áreas del STC que creyó que tenían problemas, ella contó que negaban la existencia de los mismos o no sabían decirle cuáles les afectaban más,ya que “se sentían agobiados por ellos” agregó.
“Sólo cuando hacías un diagnóstico expresaban todo lo que sentían pero no decían: este es mi problema. Uno debía intuirlo”, recordó la autora del modelo que fue validado por el STC. Ahora es una herramienta para mejorar el funcionamiento de las estaciones en la red.
A sus 16 años, Alma decidió qué estudiar por “inspiración de un profesor de la preparatoria que era ingeniero civil”.Para titularse de la maestría y a raíz de su primera participación en el concurso, cambió la tesis donde estudiaba las instalaciones de la delegación Cuauhtémoc.
Dirigió su tema al Metro y le dedicó un año y medio a la elaboración de su modelo, sin contar el tiempo que le tomó “revisar la literatura”, según recordó. Así obtuvo una remuneración económica por su participación en la modalidad de trabajos terminados del galardón.
Contó que ella debía hacer mediciones de la estación y tomar fotografías para lo que se necesita realizar un trámite de autorización con el Área de Atención Ciudadana del sistema de transporte.
“Creo que el apoyo que recibí de la coordinación de Protección Civil fue formidable porque ellos siempre me dijeron tú haz el trabajo, a nosotros nos interesa tu trabajo. Y yo no tenía el permiso formal. Sólo tenía el permiso por teléfono de que me decían: si alguien te dice algo en la estación, márcame. Y entonces yo creo que ese es el mejor apoyo que pueden brindar.” expresó Alma.
En la estación
“Me quedé en el Metro hasta que pasó todo. Justamente por los torniquetes.Algunos corrían o los que iban saliendo se quedaban agarrados de las escaleras.” detalla Aldo Gómez acerca del desalojo de la estación Niños Héroes del STC.
Vera Morales estudió la señalización de las instalaciones y valoró si se cumplía con lo establecido por la Secretaría de Protección Civil. Con el programa comparó la simulación deseada y un estado actual de la estación.“Las personas siguen en la dinámica normal de la estación, entra el sismo y todos buscan evacuar” explicó y añadió que los torniquetes de salida y las escaleras eran los puntos donde más gente “se aglomeraba”, describió la investigadora.
La maestra en Ingeniería en Sistemas aconseja revisar el manual donde el STC indica a los pasajeros del Metro acatar medidas ,como evitar encender cerillos, en caso de emergencia. Además atender lo que el personal diga “porque ellos saben qué hacer y si uno no los sigue pues no va a funcionar.”
Ahora Alma es subdirectora de control de proyectos en el Organismo Promotor de la inversión en Telecomunicaciones .Y adelanta que va a publicar un libro “sobre cómo ayudar a la sociedad a través de los sistemas” en colaboración con la asesora de su tesis de maestría, la doctora Aída Huerta Barrientos. Además se encuentra apoyando a la Doctora en la organización de un seminario en el Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM en noviembre.
También compartió que “lo más importante es ayudar a la sociedad hablando de que si queremos un mejor país, lo construyamos”. En su opinión “sólo hace falta un poquito de interés y dedicación porque problemas hay muchísimos y todos tenemos la habilidad de resolverlos.”
