Por la razón de que en el siglo XXI es complicado obtener el permiso para publicar fotografías sin previa autorización del autor de la misma, debido a la “Ley de los Derechos Autor” del convenio de Viena me permito publicar tres fotografías de mi autoría de muchachas de los años 60…(Continuará)
En el siglo XX, la fotografía se ha consolidado y diversificado en muchas ramas y todo acontecimiento importante se registra y gracias a los avances técnicos pueden conservarse para la historia de la humanidad. Las revoluciones del siglo, la Primera y Segunda Guerra Mundial, las atrocidades del nazismo, la coronación de Isabel II, el primer viaje a la Luna, etc. se fotografían; a mediados del siglo XX las revistas Life, Esquire y Playboy, entre muchas más, son importantes y se venden por miles por su calidad fotográfica.
A mediados de los años 60 surgen Los Beatles, que cámara en mano juguetean con las fotos y bromean, se promueven con fotografías y se hacen famosísimos de un día para otro, entonces se realiza Blow up, película de Michélangelo Antonioni narrada desde un punto de vista fotográfico. El director y guionista presentan glamorosamente a un fotógrafo londinense muy exitoso que tiene un atractivo estudio fotográfico a donde acuden bellas modelos en minifalda, ávidas de fama, que echan relajo con él en una, aparente, vida muy divertida que sucede entre los tripies, luces y forillos de papel de su estudio. El guapo y atractivo fotógrafo tiene un coche blanco convertible descapotado al que se sube, cámara Nikon en mano, de un solo brinco, sin abrir la puerta; se estaciona en un parque donde ve a lo lejos a una pareja que pelea, decide tomar fotografías de la escena, luego regresa a su estudio para revelar y amplificar las fotos; al revisarlas en una luz rojiza observa que hay algo más y cree darse cuenta que en realidad ha fotografiado la escena de un crimen, para corroborarlo hace gran blow-up (gran amplificación) de la foto donde se observa algo extraño. Entrada la noche regresa al parque y en la nocturna oscuridad descubre que la mujer o el hombre, no lo recuerdo con exactitud, que fotografió peleándose con su pareja unas cuantas horas antes yace muerta atrás de unos matorrales. La trama sigue y para eso hay que ver la película completa, la cosa es que la juventud se fascina y todos los chavos quieren ser o exitosos fotógrafos o atractivas modelos de esos fotógrafos. La fotografía se puso de moda y los constructores de cámaras sacaron por doquier nuevos aparatos con muchos lentes intercambiables cada vez más sofisticados: naturalmente esto fue el auge económico de las cámaras, Nikon y Leica, entre muchas otras, y sobre todo las cámaras Hasseblad, que llegaron hasta la Luna en julio de 1969.