La gestión del señor Arturo Zaldívar, al frente de la Corte, estuvo plagada de ilegalidades. Le hizo el trabajo sucio a López Obrador y tejió una red de coacción contra jueces y magistrados para favorecer al régimen de Morena.

Las denuncias que se han hecho públicas, relatan cómo el piso 14 del edificio del Consejo de la Judicatura Federal sirvió de operación para presionar a los juzgadores y obligarlos a resolver conforme a los intereses del gobierno federal. Querer obligar a los juzgadores a ir contra la ley y la Constitución es el acto más ruin y violatorio de nuestra Carta Magna. Según la denuncia contra Zaldívar, amagaban a los juzgadores con cambiarlos de adscripción, destituirlos o hasta denunciarlos por algún delito.

Morena quiere jueces y magistrados a modo para seguirle haciendo daño a México. Las denuncias son graves y deben investigarse tanto por el Poder Judicial como por el Congreso mexicano.

Por ello, los legisladores de la oposición presentaremos una denuncia de juicio político ante la Cámara de Diputados porque, de ser culpable, el ministro matraquero debe ser inhabilitado de cualquier cargo o comisión para que no le siga haciendo daño a México. No puede quedar impune el daño que le hizo el señor Zaldívar a la autonomía e independencia de nuestro máximo tribunal constitucional.

En noviembre pasado renunció a su cargo y se fue de porrista de la señora Sheinbaum, la “corcholata” de López Obrador que se la vive mintiéndole al pueblo de México. Pasó de ser ministro a ser espadachín de la corrupción de Morena.

“Él ayudaba”, esa fue la confesión de parte que hizo López Obrador desde Palacio Nacional. Eso es ilegal porque el Presidente de la Corte y del Consejo de la Judicatura Federal no puede “ayudar” al Poder Ejecutivo, lo que tiene que hacer es aplicar la Constitución.

Hoy Morena solapa a un corruptor como Arturo Zaldívar porque les sirve de aplaudidor. Dejó la toga de lado para anteponer su protagonismo. Se convirtió en el artífice de lo que tanto criticaba. Qué rápido se le olvidó la autonomía e independencia con la que debe dirigirse un juzgador. Qué lamentable la caída ética y profesional de Zaldívar.

Mi respaldo a la ministra presidenta Norma Piña por su valiente defensa de la Constitución, del Poder Judicial y de los mexicanos.

Que no se equivoque el señor Zaldívar, el investigado es él; el que utilizó su encargo para favorecer a López Obrador fue él; el que se puso públicamente de rodillas ante la candidata oficialista -aún y cuando el Senado no le aprobaba su renuncia- fue él; el que decidió atacar a Xóchitl Gálvez fue él; el que se sumó de aplaudidor a la campaña de Morena fue él; el que comprometió sus votaciones con los intereses del presidente fue él.

En resumen: Debe iniciarse juicio político contra Zaldívar.

El pilón:

¿A quién querrá liberar López Obrador con la reforma que sus legisladores aprobaron a la Ley de Amnistía para que cualquier delincuente pueda ser perdonado discrecionalmente por el Presidente de la República y salga de la cárcel?

Es inaceptable que le den manga ancha al titular del Ejecutivo federal para que perdone a los delincuentes. Cualquier asesino, feminicida, secuestrador o narcotraficante quedará libre. Más abrazos de Morena a los criminales.

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