El 9 de enero de este 2023, el Inegi dio a conocer la inflación anual en México al cierre de diciembre del 2022, ubicándose en 7.82%, lo que equivale a un crecimiento de 0.36% en comparación con la inflación de 2021. Sin lugar a duda, es una buena noticia en términos generales, ya que se esperaba al final del año pasado una inflación superior a 8%; por otro lado, la información parece mostrar por fin síntomas de estabilidad económica en nuestro país. Lamentablemente, aún no se puede celebrar, toda vez que la inflación subyacente sigue aumentando, esta cerró con un preocupante 0.65% a tasa mensual y 8.35% a tasa anual.

Recordemos que la inflación subyacente, a diferencia de la inflación general, es más corta en sus mediciones, permitiendo tener referencias más precisas de manera mensual. Otro punto importante es que este tipo de inflación toma en cuenta los alimentos procesados, los servicios y manufacturas importantes del país, en otro orden de ideas la inflación general suele estar ligada a cambios bruscos en los precios de productos y servicios como podrían ser el petróleo, industria energética, etc., mientras que la subyacente es más estable ya que deja de lado estos bienes que se afectan por cuestiones transitorias o momentáneas.

Ahora bien, sin duda este 2023 sigue presentando un reto para la economía mexicana y aún no podemos pensar en una estabilidad que pueda generar confianza en la población, se debe seguir trabajando para generar las condiciones que se presentaron antes de la pandemia, lo que se traduce, por ejemplo, en que, en la próxima reunión del Banco de México a celebrarse el 9 de febrero de este año, los funcionarios estarían aumentando la tasa de interés entre 25 y 50 puntos base. En lo que corresponde al Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) programa del gobierno federal para mitigar el impacto de la crisis económica no hay mucho que decir, toda vez que realmente no ha servido de mucho, ni ha sido un factor determinante para la economía nacional, aunque cabe resaltar que la eliminación de aranceles a la importación de productos básicos e insumos ha sido de las medidas más acertadas (24 productos de la canasta básica y cinco insumos estratégicos).

Entonces, ¿qué podemos esperar para este año? Pues bien, sin duda será un año que dependerá mucho del entorno global del que México forma parte, conflictos como el de Ucrania, la recesión económica norteamericana, la tensión comercial de China-Estados Unidos, entre otros, serán puntos inflexibles de impacto económico, pero podemos identificar que la inflación general por fin empezará a descender considerablemente después del segundo trimestre del año, esperando cerrar a una tasa anual del 6.8% aproximadamente, por su parte la inflación subyacente presentará una disminución paulatina a partir del primer trimestre, con un cierre a tasa anual del 7.2%.

Este 2023 viene envuelto en un conjunto de posibilidades amenazantes que se deben volver oportunidades y fortalezas, y aunque empieza con signos de turbulencia, estas se deben convertir en acciones de certidumbre, en definitiva, no será tan complejo como el año pasado o el antepasado, ya que este debe ser el año que nos sirva de catapulta para regresar a los indicadores económicos anteriores a la pandemia.

Feliz Año, de corazón se les desea un año lleno de éxitos, logros, salud, paz y rentabilidad.

para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más.

Académico de la Universidad del Valle de México Campus Zapopan

Google News

TEMAS RELACIONADOS