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Niños y adolescentes están siendo enganchados a través del enamoramiento por la delincuencia organizada para cometer delitos y eso se incluye en la ley como modalidad de trata de personas, afirmó María Yuriria Álvarez Madrid, directora general del Programa Contra la Trata de Personas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
En entrevista con EL UNIVERSAL, con motivo del Día Mundial Contra la Trata, Álvarez Madrid señaló que ese delito tiene mayor visibilidad que hace algunos años, pero actualmente se mencionan otras modalidades.
El desafío, afirmó, es que haya un diagnóstico preciso de quienes son las víctimas, porque la información no se ha homologado.
“Nosotros le hemos dicho a las autoridades: ‘Ustedes tienen obligaciones en este tema’.
“A la fecha hemos emitido tres recomendaciones. Se ha avanzado mucho también en visibilizar otras formas de trata, por ejemplo, con nuestra Campaña Nacional de Prevención de la Trata de Personas, hemos hablado de niños y adolescentes que están siendo captados por las redes de delincuencia organizada para cometer delitos”, comentó.
Álvarez Madrid destacó que “un reto importante es tener diagnósticos en el país de quiénes son las víctimas, de dónde son, porque no es lo mismo la trata de personas en el centro del país, que en el norte o en el sur.
“No sabemos cuál es la situación porque a la fecha todavía no se cuenta con datos claros, homologados sobre todo de cuántas víctimas hay realmente”.
Respecto a los menores de edad captados por el crimen organizado, explicó que tampoco hay cifras claras y lo que se conoce es por la información que emiten los medios de comunicación.
“Hay un informe que sacó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que habla de los niños y adolescentes que están siendo utilizados por la delincuencia para cometer delitos.
El asunto es que la ley lo considera como una modalidad de trata de personas. Es algo que se debe empezar a revisar, es decir, cómo el Estado mexicano va a empezar a trabajar este tema, porque es un hecho”, detalló.
En esta situación, los jóvenes son uno de los sectores que se encuentran en mayor riesgo, porque ahora los tratantes buscan a sus objetivos a través de internet, donde usan tácticas como la del enamoramiento para captarlos.
“Nosotros detectamos las formas de contacto que hacen adultos con los jóvenes, sobre todo el tema del ‘enganche’ que hacen pidiéndoles fotografías.
Lo que tratamos de hacer es decirles [a los jóvenes] que las redes [sociales] son algo positivo en sí mismo, pero que pueden ser utilizadas por gente que no tiene buenas intenciones.
Tenemos un proyecto con una organización de la sociedad civil, que está en www.detrasdeloqueves.com, que es especialmente para chavos, lo que trabajamos mucho es el tema del amor romántico, de la captación a través de redes sociales, pero a través del enamoramiento”, expresó.
Por eso es necesario que se genere información sobre el problema, dijo, todo lo relacionado con las diversas modalidades, cómo se capta a las víctimas y quiénes son. La titular del Programa Contra la Trata de Personas de la CNDH recordó que México es un país de origen, tránsito y destino de víctimas, quienes en su mayoría son mujeres.
Las principales causas de la trata de personas son estructurales, dijo, como la discriminación, la pobreza, la corrupción, la impunidad y la falta de acceso a oportunidades, por lo que es necesario combatir esas problemáticas para erradicar el delito.
Álvarez Madrid mencionó que los tratantes buscan a personas que están en situación de vulnerabilidad, es decir, acuden a lugares en los que le es más fácil encontrar a víctimas, por lo que cualquiera puede estar en la mira.
“El tratante busca espacios que le permitan hacer su trabajo de mejor manera, donde hay corrupción, impunidad, tolerancia, son los mejores. Si se crean comunidades alertas y sin discriminación, ahí no van a ir.
“Por eso es importante que las autoridades y la sociedad civil trabajen en reducir las oportunidades que tienen los delincuentes para detectar y acercarse a posibles víctimas”, detalló.
Destacó que la CNDH tiene una postura encaminada a las tres P, que son la prevención, la procuración de justicia y la protección a las víctimas.
Los tratantes “tienen una gran posibilidad, porque hay una gran cantidad de personas vulnerables que son posibles mercancías, y como son desechables y la violencia es tan excesiva ya no sabes si desapareció, si es un feminicidio, si es trata de personas. Empieza a mezclarse con otros delitos”, alertó.