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politica@eluniversal.com.mx
El próximo 19 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador presentará su plan de reconstrucción nacional tras los sismos de 2017, mismo que contempla, en una primera etapa, ayuda directa a los afectados con una inversión de 45 mil millones de pesos.
Según el documento de propuesta para la reconstrucción que planea el presidente electo —al que tuvo acceso EL UNIVERSAL—, se hará un censo de personas afectadas por los terremotos del año pasado, para conocer el número exacto y comenzar con la construcción de viviendas dañadas en Chiapas, Oaxaca, Morelos, Estado de México, Tabasco y la Ciudad de México.
Se plantea que los recursos salgan de programas de austeridad y reconducción del gasto: “En nuestra propuesta, esos recursos saldrían de un plan de austeridad y una redistribución del gasto, por esto incluimos dentro del Plan de Nación 2018-2024, la planeación adecuada para darle seguimiento o en su caso iniciar la reconstrucción de las regiones afectadas en el país y de la infraestructura dañada”, destaca.
También se reconstruirá la infraestructura carretera, de transporte, educativa y de salud, y el patrimonio histórico y cultural.
“Se contempla invertir 45 mil millones de pesos de ayuda directa a la población damnificada, entre otras medidas, para reactivar la economía”, precisa la propuesta.
El plan será presentado por López Obrador el próximo miércoles 19 de septiembre, a un año de los sismos, en los municipios de Ixtepec y Juchitán, Oaxaca, dos de las localidades más afectadas por los temblores del año pasado.
Según información que toma como base los datos de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), hay 180 mil 731 viviendas con afectaciones, de las cuales 50 mil 610 tienen daño total (28%).
En Oaxaca, la entidad más afectada, son 63 mil 336 viviendas con desperfectos, de las cuales 21 mil 823 sufrieron avería total (34%).
Más de 5 mil escuelas resultaron destruidas o dañadas, al igual que más de 400 templos religiosos históricos.
El plan integral de desarrollo toma como base el presentado por los legisladores de Morena en la anterior 63 Legislatura de la Cámara de Diputados, el cual indica que la reconstrucción tendría un costo de 302 mil millones de pesos para atender las necesidades de la población.
Según el documento, la fase más compleja, larga y costosa es la recuperación, pues significará la edificación de vivienda para los damnificados, cuidando que no pierdan su estructura comunitaria, de barrio o colonia, y que no se retroceda a los niveles de vulnerabilidad anteriores, sino buscando que estos se reduzcan.
Para esa etapa se tiene contemplado tomar un conjunto de criterios básicos, fundamentados en el respeto y la participación continua de las familias y las comunidades, y en el aporte y la participación de los especialistas, con cuyos consejos y supervisión se pueda llevar a cabo la recuperación de las localidades en las mejores condiciones posibles y deseables.
Albergues de bambú. El proyecto toma como ejemplos la experiencia de la Unión de Cooperativas Tosepan en apoyo a una comunidad severamente dañada por los sismos, donde antes de comenzar a construir las viviendas, los habitantes de Santa Cruz Cuautomatitla, en el municipio de Tochimilco, Puebla, realizaron albergues familiares emergentes con bambú: “El costo de cada albergue familiar emergente es de 35 mil pesos con una superficie cercana a los 40 metros cuadrados”, precisa.
Posteriormente, el costo de cada vivienda de 57 metros cuadrados con estufa ecológica y módulo de lavado de ropa y trastos integrados, es de 169 mil pesos.
El proyecto sostiene que la reconstrucción completa llevará años.
La propuesta de Andrés Manuel López Obrador para la reconstrucción es que cada damnificado vigile la aplicación de presupuestos, supervise las ayudas y el cumplimiento de las obras.