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Este martes se cumple un año del asesinato del juez Vicente Antonio Bermúdez, quien, mientras corría y regresaba a su casa en el Estado de México, recibió un disparo en la cabeza.

A un año, la averiguación previa aún no ha sido consignada a ningún juez penal.

Las imágenes cimbraron a la opinión pública, se retomaron los debates sobre los jueces sin rostro; sin embargo, desde entonces el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) no ha recibido solicitudes para implementar medidas de seguridad a ningún juzgador.

El presidente del CJF, Luis María Aguilar Morales, condenó la filtración del video captado por una cámara de seguridad colocada en la esquina donde el juez fue asesinado.

Alegó la reserva de las indagatorias y el respeto a los derechos humanos de intimidad de la viuda y los hijos del juzgador.

El homicidio del entonces titular del Juzgado Quinto de Distrito en Materias de Amparo y de Juicios Civiles Federales en el Estado de México, ocurrió un 17 de octubre de 2016. Luego del ataque fue trasladado al Hospital General Regional número 251 del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde falleció.

Bermúdez Zacarías no contaba con medidas de protección asignadas, según la Coordinación de Seguridad del Poder Judicial de la Federación, pero sospechaba que lo estaban siguiendo.

La investigación la realiza la PGR y, de acuerdo con el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar, él mismo solicitó una indagatoria y resolución inmediatas.

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