El asalto en la calle o en el transporte público, el robo total o parcial de vehículo y el robo a casa habitación son los delitos que más se cometieron en el país en 2016 y, en conjunto, mantienen una tendencia al alza. Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad (Envipe) del Inegi, en el año 2016, el robo, en los cuatro rubros en que es medido, es el delito que prevaleció en el país.

El año pasado se cometieron 31.1 millones de delitos. Al medir la incidencia delictiva por cada cien mil habitantes, el robo sumó 48.9% de delitos en alguna de las modalidades de robo.

Tan sólo el asalto en la vía pública, que es el que se coloca en primer lugar de los delito, el año pasado sumó 8 millones de casos. Dinero, tarjetas de crédito, cheques y celulares son lo preferido por la delincuencia, cifras que no han decrecido en 2017.

El espacio donde la población se siente más insegura son los cajeros automáticos en la vía pública, el banco, transporte público, la calle, la carretera, el mercado, el parque o centro recreativo, el centro comercial, el automóvil, la escuela, trabajo y en su casa.

Debido a esa percepción, 64.2% dejó de usar joyas; 51% evita salir de noche; 47% dice no llevar efectivo; y 39% no lleva consigo las tarjetas de crédito. Lo mismo dejaron de salir a caminar, tomar taxi, visitar familiares, ir al cine o al teatro.


Subió 2% el delito

En 2016 se reportaron 31.1 millones de delitos en el país, con 24.2 millones de víctimas. Al medirlo por cada 100 mil habitantes pasó de 35 mil 497 a 37 mil 17, esto es un incremento de 2% entre ambos años. En 2015 se contabilizaron 29 millones de conductas delictivas.

Para 2016, 43.1% de los casos, los delincuentes portaron algún arma.

La extorsión es el segundo delito que más aqueja a los ciudadanos. En 2016 se reportaron 7.5 millones de casos en su mayoría perpetrados vía telefónica, lo que representan un aumento de apenas 1.6%.

El pago del monto solicitado es una tendencia a la baja, al pasar de 4.7% en 2015 a 4.4%. Esto significa que los mexicanos dejaron de pagar lo que les exigieron los extorsionadores.

El Estado de México, Baja California, Ciudad de México, Guerrero, Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato, Quintana Roo y Tabasco encabezan la tasa de delitos por cada 100 mil habitantes. El costo del delito por persona con alguna afectación ascendió a 5 mil 647 pesos.

El Inegi informa que durante 2016 se estimaron 69 mil 107 secuestros de algún integrante del hogar, sufridos por 66 mil 842 víctimas, situación que es preocupante, a decir del experto en seguridad Alejandro Hope. “El dato que destaco es el de secuestro, porque hay aproximadamente mil 500 plagios denunciados al año y en la Envipe estiman 69 mil en total, incluyendo secuestro exprés y similares”.

Hope consideró que siguen altos los niveles de victimización: “Estamos hablando de que uno de cada tres hogares mexicanos tiene un integrante que ha sido victimizado en el último año. Un fenómeno nacional aunque con divergencias”.

Respecto al costo del delito para el país, que según la Envipe es de 229 mil millones de pesos al año, equivalente a 1.1% del PIB, el especialista afirmó que es una cantidad exorbitante, seis veces superior a los 37 mil millones de pesos que se invertirán en las zonas afectadas por los sismos de septiembre pasado.

“Los 229 mil millones es el costo de las familias mexicanas y no incluye el costo de las empresas, sólo estamos hablando de los costos directos”, explicó.

Dijo que el mayor impacto sigue siendo el nivel de impunidad, porque nueve de cada 10 delitos no se denuncian, y en los pocos casos que se hace, las autoridades no abren una carpeta de investigación. “Necesitamos mucho menos delitos y más denuncia. Reducir delitos es complicado y aumentar denuncias son procesos administrativos”, añadió.


Tecnología favorece extorsión

El segundo delito con mayor presencia en las entidades federativas el año pasado fue la extorsión telefónica, puesto que 21 de las 32 entidades lo padecieron, entre estas destacan Baja California, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Coahuila, Zacatecas, Tamaulipas, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Veracruz, Guerrero, Morelos y San Luis Potosí.

El investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), Alberto Nava Garcés, afirmó que las nuevas tecnologías están facilitando que los delincuentes se inclinen por este delito, porque les resulta más cómodo y tienen menor riesgo de ser detenidos en flagrancia.

El académico coincidió en que la incidencia delictiva sigue siendo alta y la Envipe refleja la poca cultura de la denuncia por la desconfianza en las autoridades. “Si nosotros tenemos una percepción de que las instituciones no funcionan, la denuncia decae”, refirió.

El experto señaló que las autoridades deben reforzar y diseñar políticas públicas para combatir este tipo de delitos, que afectan el patrimonio de las familias mexicanas. “La encuesta nacional debe dar herramientas a la autoridad, para que implemente acciones para combatir el robo, la extorsión, secuestro, entre otros delitos”, indicó.

Sobre la percepción de inseguridad en las entidades federativas, la encuesta revela que se mantiene en niveles similares a los estimados de 2013 a 2015.


Cifra negra

Al concluir 2016, 93.6% de los delitos no se denunciaron.

El maestro en Criminología y Política Criminal del Inacipe, Emilio Cunjama López, consideró que se debe poner mayor énfasis en la cifra negra: “El 93% de los delitos no se registran, lo que significa que sólo tenemos conocimiento de 7% de lo que ocurre a nivel nacional, por lo que hay mucha impunidad y es un elemento que tenemos combatir”.

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