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La Comisión Nacional de Búsqueda de Personas ubicó siete estados como los focos rojos en la desaparición de personas en el país. Hasta ahora, hay más de 35 mil contabilizadas y el titular de la dependencia, Roberto Cabrera Alfaro, dice que sólo Nuevo León, Estado de México y Jalisco han integrado una comisión estatal, mientras que seis entidades tienen una fiscalía especializada.
En entrevista con EL UNIVERSAL, a tres meses de asumir el cargo, Cabrera Alfaro informó que trabaja en un registro de identidad digital de personas desaparecidas, el cual se prevé que esté listo en 2019.
El titular de la comisión, la cual depende de la Secretaría de Gobernación, destacó que “son diferentes focos rojos”. Mencionó a Tamaulipas, Durango, Zacatecas, Veracruz, Michoacán, Guerrero y Estado de México, “porque es en donde tienen registradas muchas personas desaparecidas”; mientras que Puebla, Estado de México y la Ciudad de México son algunas de las entidades en las que hay muchos cuerpos sin identificar.
“Es muy grave la situación que está pasando en México y me parece que no hay peor dolor que el de tener a una persona desaparecida”, dijo.
La creación de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas es muy reciente, ¿cuál es el estatus actual de su implementación?
—En la comisión hay todo un proceso para lo que tiene que ver con la estructura y las instalaciones. Estamos en una etapa de reestructuración de la dinámica que eso implica.
Estaba planeado que las comisiones de búsqueda y fiscalías especializadas de personas desaparecidas estuvieran implementadas en febrero en los 32 estados, ¿en cuántos ya están funcionando?
—Hay tres estados que tienen una comisión estatal o local de búsqueda, y hay algunos otros que están en el proceso de designación del comisionado estatal. Tenemos, por ejemplo, una comisionada en el Estado de México. Fiscalías especializadas, si no mal recuerdo, hay seis que cumplen con toda la formalidad que marca la ley.
¿En qué estados se han implementado las comisiones?
—Tenemos en Nuevo León, Estado de México y Jalisco.
—¿Qué ha detenido el avance?
No es que haya aspectos que detengan. Todas las cosas nuevas siempre cuestan trabajo. En las entidades no hay comisiones estatales que se hayan previsto, entonces esa nueva figura y la creación ha implicado un poco de dificultad.
¿Cómo se tienen que crear?
—Nosotros les hemos estado mandando una propuesta de cómo se tienen que crear, porque algunas consideraban que tenían que crear bancos locales de búsqueda, de datos forenses o de personas desaparecidas, pero eso es duplicar muchas de las funciones, lo cual ha estado pasando durante mucho tiempo. Más allá del registro que haya en cada una de ellas, esas dependencias llevaron a cabo acciones para la búsqueda e investigación de desaparecidos, pero cada una por su lado. La ley nos marca la articulación.
¿Ustedes trabajan en reunir las carpetas que se han duplicado?
—Nosotros estamos trabajando en un registro. Lo que estoy manejando en la comisión es la identidad digital de la persona desaparecida. Hasta ahora, sólo sabíamos que se había perdido Juan Pérez, pero hay mil 200 personas con ese nombre y con diferentes fechas de nacimiento.
Lo que estamos haciendo es recabar el nombre, la fecha de nacimiento, la fotografía, la huella dactilar, quiénes son sus padres, si han realizado acciones de búsqueda en las diferentes dependencias; todo eso lo empezamos a asociar en un solo registro.
Teniendo toda la información de la persona, cualquier autoridad que la consulte va a saber qué es lo que hizo el otro. El primer reto es saber a quiénes tenemos que buscar.
La ley me marca que tengo que hacer el registro nacional de personas desaparecidas y necesitamos generar el programa nacional de búsqueda de personas desaparecidas.
El programa hay que presentarlo el 14 de agosto de este año, lo debo conformar con el registro que en 30 días me da el Secretariado Ejecutivo [del Sistema Nacional de Seguridad Pública]. Después, yo tengo 90 días para separar lo que cada entidad suministró. Hay más de 35 mil desaparecidos, de acuerdo con el último registro, esos hay que separarlos por estado y ellos [los estados] tienen que mejorarlos, para eso tienen 180 días. Si no lo terminan, me dan un padrón y les dan 120 días más.
Eso significa que para el programa que tengo que presentar en agosto, el registro lo tendría hasta marzo o abril de 2019.
¿Qué factores generan que haya tantas desapariciones?
—Tenemos que hacer el programa nacional de búsqueda de personas y ese es uno de los elementos que tenemos que encontrar, conocer cuáles son los orígenes.
¿Se puede frenar el número de desaparecidos en México?
—Me parece que lo importante no es frenar el número de desapariciones, nuestro mayor reto es que en el caso de que una persona desaparezca, las diferentes dependencias tengamos las posibilidades de localizarla.
¿Tienen identificado cuántos grupos delictivos están involucrados en las desapariciones?
—Dada la deficiencia de la información, es muy complicado poder decir cuántos casos y cuántas personas están vinculadas a tales delitos.
Hay más de 35 mil personas desaparecidas, ¿cuál es el proyecto de la comisión para localizarlas?
—La articulación. Hay muchos cuerpos que están sin identificar, que han sido recolectados de fosas clandestinas y, por otro lado, tenemos a las personas que estamos buscando y [otras que] siguen desapareciendo.
El estado con mayor número de desaparecidos es Tamaulipas, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos dijo que en casos recientes estuvieron involucrados miembros de las fuerzas federales, ¿cuál es su opinión?
—A mí no me toca opinar, a mí me toca buscar [personas desaparecidas]. Estamos participando en las mesas de trabajo, estuve en Nuevo Laredo la semana pasada en una reunión con las familias, nos estamos coordinando con la fiscalía y con diferentes autoridades para la búsqueda de las personas desaparecidas. La otra parte le tocaría a la fiscalía detallarla.
¿Qué apoyo se está dando a los familiares de las víctimas?
—Se hizo un grupo de trabajo interinstitucional, fue la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), se definió todo lo que tiene que ver con el acompañamiento a las familias, con algunas medidas de protección, con la forma en cómo se van a buscar a las personas y se va a investigar si esto que mencionas es cierto o no.
Me parece que es la mejor manera en la que podemos atenderlo. Yo tengo comunicación con muchas de las familias, ya implementamos algunas acciones de búsqueda, la próxima semana vamos a realizar algunas de otro nivel.
¿Además de Tamaulipas, en qué otros estados hay focos rojos?
—Hay diferentes focos rojos, uno es el de las personas que están desaparecidas, otro es el de las entidades donde se localizan cuerpos que no están identificados, que no necesariamente son entidades donde hay muchas personas desaparecidas.
Por ejemplo, Puebla no figura en las entidades con alto índice de personas desaparecidas, pero sí tiene una enorme cantidad de personas que están en calidad de no identificadas. En algún lugar desaparecen y puede ser que esas personas estén ahí.
Son diferentes focos rojos: Tamaulipas, Durango, Zacatecas, Veracruz, Michoacán, Guerrero y Estado de México son lugares en donde tenemos registradas muchas personas en calidad de desaparecidas.
Puebla, Estado de México y Ciudad de México son algunas de las entidades en las que hay muchos cuerpos sin identificar.
¿Qué representa para usted ser el primer comisionado Nacional de Búsqueda de Personas?
—Es una enorme responsabilidad, porque es muy grave la situación que está pasando en México y me parece que no hay peor dolor que el de tener a una persona desaparecida. Uno pensaría que lo peor es la pérdida de un ser querido o de un hijo, pero en este camino te encuentras que el saber que un hijo o un familiar falleció se vuelve un consuelo. Eso es terrible.
¿Cuál es el principal reto para la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas?
—Que deje de existir la comisión, que encontremos a las personas desaparecidas, por una parte, y por la otra que las diferentes autoridades responsables sean capaces de atender cuando una persona se desconozca su paradero. Ahí diría que cumplí mi labor.