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Es el día más importante en la vida política de Margarita Zavala. Se levantó temprano, a pesar de que llegó después de la medianoche de su viaje a Nuevo León. Todo estaba decidido: renunciar a 33 años de militancia en el Partido Acción Nacional (PAN) y no había vuelta de hoja. Su búnker fue su casa en Las Águilas, en la Ciudad de México.
Despidió a sus hijos antes de que fueran a la escuela. Desayunó con Felipe Calderón, su marido, y tuvo tiempo de estudiar sus líneas para el video. La pieza estaba lista a las 10 de la mañana y firmó la carta de renuncia.
Aproximadamente a las 11:00 horas caminó por un café. Recorrió una cuadra y media. Tenía tres celulares en la mano izquierda y su vaso en la derecha.
Felipe Calderón también regresó a su casa unos minutos después, portaba una playera polo y sostenía en la mano un café.
Todo culminó a las 14:02 horas cuando Fernanda Caso, coordinadora del Proyecto Yo con México, entregó la carta de renuncia en las oficinas del Comité Ejecutivo Nacional.
Margarita Zavala reconoce que fue una decisión difícil porque le entregó 33 años al PAN con lealtad y compromiso; sin embargo, adelanta que será panista por siempre.
Se va a registrar como aspirante independiente, pero no lo hará este fin de semana. Va a aprovechar la prórroga que dieron las autoridades para firmar su carta de intención a la Presidencia de la República.
Zavala revela que durante dos años le pidió a Ricardo Anaya Cortés, líder nacional del PAN, que le garantizara condiciones justas, reglas claras, pero todo fueron evasivas y en el último encuentro que tuvieron, el pasado 3 de octubre, la puntilla fue cuando el queretano le dijo que no habría proceso interno en la agrupación, porque el blanquiazul irá con el Frente Ciudadano por México, que aglutinan el PAN, PRD y MC, y eso le cerró toda posibilidad.
Margarita no duda y arremete contra Anaya. Dice que él, como jefe nacional, fue el responsable de la división en el instituto.
La ahora aspirante presidencial independiente toma aire cuando se le cuestiona por la respuesta de Anaya al conocer su renuncia y que la acusa de que su dimisión sólo beneficia al PRI.
Alza el tono de voz y dice que ella no va a dejar que Anaya le diga que beneficia al tricolor, porque ella le puede dar clases al queretano de cómo ser oposición y enfrentar al PRI y de eso Anaya tiene muchas cuentas que rendir al interior del partido.
Margarita Zavala dice que Anaya, lejos de unir, dividió al partido, lejos de dirimir controversias, las ahondó, y lejos de fortalecer una vida democrática, cooptó todos los órganos del partido y canceló la vida democrática en la agrupación.
¿Le entristece dejar al PAN?
—Es una decisión muy difícil, porque llevo 33 años de mi vida en Acción Nacional, lo he hecho con mucha alegría, con lealtad, con compromiso por el país y con los valores del PAN que fueron por los que entré a ejercer mi vocación política, pero también seré panista para siempre y me llevo los valores y el espíritu del partido. Sé que también hago un acto de congruencia y de valentía, me va a dar mucha libertad; es un acto de honestidad con respecto a lo que estoy viviendo y eso también me ayuda.
¿Se va a registrar como candidata independiente?
—Sí, estaba lista para presentarme de independiente y estaba obligada a la renuncia si quería esa ruta, pero ayer [jueves] salió el tribunal y amplió los plazos que me permiten ordenar más los papeles y la propia agenda, y el dialogar con mucha gente.
¿Qué día se va a registrar?
—No sé. Tenemos que hacerlo en estos días, pero no será este sábado.
¿Felipe Calderón se queda en el partido o se va?
—Es una decisión personal. A nadie le estoy pidiendo su renuncia y lo digo en general.
Si me fue difícil, también lo va a ser para otras personas, no es necesario, lo importante es que miremos hacia adelante.
¿Ve una fractura al interior del PAN?
—Todas las decisiones tienen consecuencias de las que uno es responsable y son las que les corresponden.
Hice todo lo posible por quedarme en Acción Nacional, por abanderar al partido y nunca quise hacerle daño, no está en mis manos evitarlo y sí en manos de otro evitar ese daño, pudo haber tenido un PAN unido, esa es la labor de un jefe nacional, lejos de unir dividió, lejos de dirimir controversias, al contrario, las ahondó y las profundizó, y lejos de fortalecer una vida democrática, cooptó todos los órganos del partido. La responsabilidad de la unidad es la de un jefe nacional.
Margarita ahora es ciudadana, el Frente puede postular a ciudadanos, ¿le interesaría buscar la candidatura por el Frente?
—A lo que tengo que enfocarme es a lo que sigue, punto. Lo que sigue es todo un equipo que tiene que extenderse, que tiene que ir a hablar con los ciudadanos.
Debe presentar una visión de país y enriquecerla y, por supuesto, iniciar un proceso de apoyo de firmas y esa es mi tarea.
¿El Frente no está en el horizonte de Margarita?
—Estoy pensando en una propuesta y en una visión de país. Estoy dispuesta a dialogar con los del Frente, quería verme con ellos en estos días, pero no sé la posición de Ricardo.
Estoy dispuesta a dialogar, en la política hay que dialogar con todos y ese es un esfuerzo que tenemos que hacer, a nuestro país no lo vamos a sacar adelante excluyéndonos unos a otros, ni con vetos ni fobias.
¿Anaya te vetó para el Frente?
—Lo único que me dijo es que, después de dos años que le pedí, en público y en privado, en video, por escrito, a través de mi equipo, en las reuniones y en Comisión Permanente, condiciones justas y reglas claras, todo fueron muchas evasivas y todavía la semana pasada le presentamos una propuesta [para elegir al abanderado], que no les gustaba la abierta [a la ciudadanía], que entonces fuera por encuestas y el martes 3 de octubre que, en realidad con el Frente no habría proceso interno, entonces se cede una decisión importante del PAN que es buscar la Presidencia de la República y al no haber esa posibilidad, es obvio que se me cerraba en ese momento la puerta para estar por parte de Acción Nacional.
¿Es cierto que Anaya te pidió que no lo criticaras por el patrimonio de su familia que publicó EL UNIVERSAL?
—Sí, me referí a conversaciones que llegamos a tener en estos dos años. Fueron solicitadas por mi persona y sólo dos veces él llamó.
Una vez que iba a dar una posición y creyó que me iba a referir a lo del patrimonio y otra cuando sabía que iba a presentar la renuncia y estaba en Monterrey; le dije: ‘Nos vemos este viernes en la tarde’. Obviamente, después del anuncio, fue la segunda vez en dos años que me buscó.
También me buscó Alejandra Barrales, con quien también había entablado contacto, y con el propio Dante Delgado, a quien alguna vez busqué.
¿Ricardo Anaya va a acabar con el PAN?
—Esa es la responsabilidad de Ricardo [Anaya], la tiene que ejercer y habrá quien espero que lo exija y ojalá y todo esto signifique un cambio dentro del PAN de algún modo, pero tengo que mirar hacia adelante y no me puedo quedar.
No me puedo quedar porque si lo hago, conservo los rencores, enojos y agravios. Ni soy rencorosa, ni soy vengativa y prefiero mirar valientemente hacia adelante y una vez que me cerraron las puertas, pedí a muchos ciudadanos que me acompañaran a través del PAN habiéndose cerrado las puertas de competir.
Seguiré adelante, así que me concentraré en las firmas que tenemos que pedir.
Estuvo 33 años en el PAN y lo conoce bien, pero, ¿cree que Anaya está a punto de colapsarlo?
—Son 33 años que serví con honor, con mucha alegría y con la seguridad de que era un gran instrumento para México.
Me preocupa mucho la manera en cómo se fueron dando las cosas: cooptan los órganos de partido que no permiten la deliberación de las cosas. A partir de que él llegó a la presidencia del PAN no permitió que un sólo ciudadano más llegara y eso no generó ninguna renovación necesaria en un instituto.
Manipulando así las cosas ha sido un partido que puede llegar a divisiones y de ello es responsable la dirigencia, espero que esto sirva.
Al PAN le debo pura gratitud, mi enorme gratitud por lo que aprendí y las muchas veces que me apoyó mi familia, por el ejemplo que vi en miles y miles de panistas.
¿Ve una obsesión de Ricardo Anaya por llegar a la candidatura presidencial?
—Lo que siempre me decían es que eso estaba acordado. De todos modos entré de muy buena fe al proceso como me gusta entrar a las cosas: haciendo bien todo, hablando con seriedad y honestidad.
Durante dos años pedí condiciones justas, claridad, trato digno y reglas claras. Todo era aplazarlo y posponerlo y todo era esconder algunas obvias que me enteraba por otras partes, lamento mucho que esto haya sucedido así, pero hay que mirar hacia adelante.
La verdad me traigo lo mejor del PAN, su espíritu, los valores, una cosa son las siglas y otra cosa es lo que somos y hacemos.
Anaya dice que su renuncia sólo favorece al PRI y que responde a los intereses del PRI, ¿Margarita Zavala responde a los intereses del PRI?
—Lo que beneficia al PRI son las indecisiones, indefiniciones de Acción Nacional y el hecho de que el PAN esté dirigido por alguien que tiene actitudes y prácticas absolutamente priístas por las que siempre luchó y no voy a dejar que me diga que yo beneficio al PRI. Si de algo le puedo dar clases es precisamente de ser oposición y de enfrentarme al PRI porque lo he hecho toda mi vida. Él de eso... tiene muchas cuentas que rendir.
¿Ve una obsesión de Anaya de llegar a la candidatura con prácticas priístas?
—Son responsabilidades de él. Tiene una confusión entre ser juez y parte, que no debiera tenerlo por la propia carrera que dice que estudió.
Los dos sabemos de principios generales del Derecho, no puedes ser juez y parte y debe saber que las obsesiones no ayudan ni para dirigir, ni para guiar, ni para transformar.
¿Ya platicó con Anaya después de su renuncia?
—Le dije que nos viéramos después, pero me contestó con dos tuits. Estoy dispuesta a dialogar con cualquier jefe de partido. Sé de las muchas cosas que pueden unir a miles de panistas y desde luego con otros partidos, por ejemplo, con el Frente; nunca rechacé la idea, al contrario, voté a favor.