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El embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez, aseguró que México no llegará a acuerdos con Estados Unidos a cualquier costo ni bajo cualquier condición y que en este sentido, las palabras del Presidente de la República reflejan claramente el interés de nuestro país.
Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos evitó pronunciarse ayer sobre las declaraciones que hiciera el presidente Enrique Peña Nieto, quien señaló que México está dispuesto a negociar con Washington, pero no desde el miedo, sino desde “el respeto”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Gerónimo Gutiérrez, resaltó las palabras del Jefe del Ejecutivo mexicano sobre este diferendo y afirmó: “Las palabras del Presidente de la República reflejan claramente el interés y la importancia de llegar a acuerdos, pero no a cualquier costo ni bajo cualquier condición”.
El jueves, Gutiérrez dio una entrevista para Fox News en la que aseguró que México “no promueve la inmigración indocumentada”, respondiendo así a las críticas del presidente estadounidense, quien afirmó que las autoridades mexicanas hacen muy poco para detener la oleada de personas y drogas que pasan hacia Estados Unidos. “Es en el interés de ambas naciones tener fronteras seguras”, dijo. “No siempre estamos de acuerdo en cómo [hacerlo]”.
Una fuente de la Casa Blanca dijo a este diario que “no” hay planes de responder al mensaje de Peña Nieto.
Por su parte, Duncan Wood, director del Instituto México del Wilson Center, dijo a este periódico que la respuesta del presidente mexicano Enrique Peña Nieto a los recientes ataques de su par estadounidense y a la decisión de enviar a la Guardia Nacional a la frontera sur “fue vista en Washington en dos dimensiones. Primero, como adecuada, firme y moderada. Segundo, como señal de la importancia del orgullo nacional en México que podría complicar futuras negociaciones con Estados Unidos”.
Respecto a la falta de reacción del gobierno estadounidense a las declaraciones de Trump, Wood señaló que “es otra indicación de que el enfoque del presidente está cambiando hacia China y que incluso Trump no puede manejar conflictos en muchos lados al mismo tiempo”.
Eric Olson, director adjunto del Programa para América Latina del Wilson Center, consideró el mensaje de Peña Nieto como “justo y necesario. No debe entrar en un debate con Trump, pero una declaración clara y en defensa de México no está mal”.
Respecto a la repercusión del mensaje del Presiente mexicano en EU, consideró que “entre la comunidad mexicana y mexicano-americana estas cosas se notan, pero no tanto entre la élite política de Estados Unidos (…) Para la gran mayoría pasa desapercibido, a menos que el presidente Trump decida responder por tuit”.
Sin embargo, desde su punto de vista, es “bueno que no haya reacción de Trump. Necesitamos bajarle de ruido y tensión. La relación bilateral es demasiado importante para herirla con insultos”.
Pablo A. Piccato, experto en México y profesor de Historia en la Universidad de Columbia, señaló que “las declaraciones de Peña Nieto no van a tener mucha repercusión en los medios [en Estados Unidos], porque todo el mundo sabe que la decisión de Trump de mandar a la Guardia Nacional a la zona fronteriza no es más que un gesto para apaciguar a los sectores más antiinmigrantes de sus votantes. Como el presupuesto no incluyó dinero para pagar por el muro y las Fuerzas Armadas se negaron a hacerse cargo del costo, Trump tiene que hacer algo que satisfaga los instintos racistas de su base electoral. Peña Nieto no es una parte importante de la maniobra, porque el problema no es concebido por Trump y sus seguidores como uno de política internacional, aunque lo sea, sino de política social interna”.