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Cada año en México ocurren 170 mil infartos cerebrales, por lo que Adolfo Leyva Rendón, director médico del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNNMVS) llamó a la población a informarse sobre la Enfermedad Vascular Cerebral (EVC). En el marco del Día Mundial de la Enfermedad Vascular Cerebral, que se conmemoró ayer, Leyva Rendón indicó que la presión alta, los problemas cardíacos, la diabetes, el colesterol alto y el tabaquismo son algunos factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad.
Debido a que esta afección no presenta dolor es importante que la población conozca la sintomatología para que solicite tratamiento.
Algunos signos de alarma son el entumecimiento, debilidad o parálisis de la cara, el brazo o la pierna, en uno o ambos lados del cuerpo y que aparece en forma repentina, la ocurrencia súbita de visión borrosa o reducción de la visión en uno o ambos ojos, la aparición de mareos, pérdida del equilibrio, la incapacidad repentina para comunicarse ya sea por dificultad para hablar o entender y la aparición súbita de dolor de cabeza, de gran intensidad y sin causa.
Estos signos de alarma pueden durar sólo unos cuantos minutos y luego desaparecer, o pueden preceder a un EVC de mayores consecuencias y requieren atención médica inmediata. Un evento vascular cerebral es una emergencia médica. Cada minuto cuenta cuando alguien está sufriendo uno, puesto que cuanto más tiempo dure la interrupción del flujo sanguíneo hacia el cerebro, mayor es el daño. La atención inmediata puede salvar la vida de la persona y aumentar sus posibilidades de una recuperación exitosa.
La enfermedad destaca como la causa más común de incapacidad en adultos y es la quinta causa de muerte entre los mexicanos.
Un evento vascular cerebral puede ocurrir cuando una arteria se obstruye, produciendo una pérdida repentina del flujo sanguíneo cerebral o ser el resultado de la ruptura de un vaso, dando lugar a un derrame.
Las secuelas de una EVC pueden variar desde leves hasta severas, y pueden incluir parálisis, problemas de raciocinio, del habla, problemas de visión y problemas en la coordinación motora.