Los crímenes de odio contra latinos e hispanos, ya fueran considerados incidentes u ofensas, aumentaron en Estados Unidos un 14.5% en 2016 con respecto al año anterior, una tendencia que ya se preveía pero que el lunes confirmó con datos el reporte anual de crímenes de odio del Buró Federal de Investigación (FBI).

La llegada de Donald Trump a la presidencia de EU, y su victoria basada en retórica agresiva y anti-inmigrante, despertó un aumento de los incidentes de odio en el país de un 4.5%, lo que significó que por primera vez en una década las agresiones por temas de raza, religión, etnia o preferencia sexual se incrementaron por segundo año consecutivo, en lugar de decaer.

Según las cifras del FBI, en 2016 se registraro n 6 mil 121 incidentes, de los cuales un 57% f ueron por cuestión de raza y, de esos, un 9.86% (344) fueron contra latinos o personas e instituciones con lazos hispanos.

El número de crímenes es engañoso. El propio FBI confiesa que las cifras que hace públicas, recibidas de las fuerzas de seguridad que quieren colaborar en el informe, son solo una ínfima parte de los que suceden en el país, ya que el reporte de actos es voluntario.

Según un informe del Departamento de Justicia de hace un lustro, solo se denuncian a las autoridades uno de cada tres ataques de odio, en muchos casos porque las víctimas son indocumentados que prefieren no presentarse ante las autoridades por miedo a la deportación.

El mismo departamento asegura que la cifra de ataques de odio que se viven en el país anualmente podría estar cerca de los 250 mil, 40 veces más de lo reportado por el FBI.

Entre los incidentes y ofensas se incluyen tanto insultos como agresiones físicas. El reporte del Buró sí puede servir para mostrar una tendencia que la mayoría de expertos no duda en relacionar con la llegada al poder de Trump.

Las cifras lo corroboran: fue durante el último trimestre de 2016, justo los meses en los que se vivió la parte final de la elección, la elección misma y el resultado posterior, que los crímenes aumentaron de forma más espectacular, hasta un 25.9% con respecto al mismo periodo de 2015.

“El incremento significativo en los últimos dos años coincide con la campaña racista y xenófoba de Donald Trump y su resultado inmediato”, escribió Richard Cohen, presidente del Southern Poverty Law Center (SPLC), añadiendo que las víctimas de la retórica de Trump son “las poblaciones más vulnerables”.

Entre las comunidades que también vieron como los ataques contra ellos aumentaban están los judíos, los musulmanes y las personas LGBTI. Sea como fuera, la comunidad afroamericana sigue siendo la víctima principal de los crímenes: un 49.84% de los incidentes son por racismo contra los negros.

lsm

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