La familia de la mexicana Alma Berenice Osorio de Viana, de 32 años , asesinada en la localidad belga de Kasterlee, sigue luchando por repatriar su cuerpo a casi 20 días del crimen, cometido presuntamente por su pareja, un ciudadano belga identificado como Tom P., de 31 años.

El cadáver de Alma Berenice fue liberado el pasado 20 de enero por las autoridades belgas encargadas de la investigación del suceso y permanece en una morgue d e la región de Amberes , a la espera de una decisión judicial respecto a su destino.

El problema, según explicó el padre de la víctima, David Osorio, es que la familia del presunto asesino , se anticipó a la petición presentada por las autoridades mexicanas y solicitó que el cuerpo sea enterrado en el territorio belga.

La embajada de México ante Bélgica y la Unión Europea (UE) está acompañando el caso y “continua facilitando todos los trámites administrativos ante las autoridades belgas para el traslado de los restos”, además el gobierno mexicano se encargará de los costos del traslado “conforme a los montos autorizados en los programas de protección a mexicanos en el exterior”, aseguró a Notimex.

La familia Osorio de Viana también tendrá que esperar cerca de seis meses para conocer la decisión de la Justicia belga respecto al destino de las dos niñas de la pareja, de seis y dos años, que tienen exclusivamente nacionalidad belga.

La dificultad para localizar a los familiares de la joven mexicana y comunicarles sobre su fallecimiento, proporcionó a los familiares de Tom P. tiempo suficiente para tramitar el pedido de custodia de las menores.

Según la prensa belga, Alma Berenice y Tom P. se peleaban con frecuencia y él fue condenado en 2013 a una pena de 10 meses de prisión suspendida por “violencia repetida” contra su pareja desde 2011.

“La mujer ha sido brutalmente atacada por su pareja en al menos nueve ocasiones. El acusado iba desde pegarle con las manos hasta pisarla y tirarla por los cabellos. Una vez, la cogió por la garganta y trató de estrangularla”, afirmó la fiscalía en el juicio en cuestión.

La imagen contrasta con la que conoció David Osorio en Ciudad de México, cuando la pareja vivió en su casa durante tres meses, luego de conocerse en un balneario Puerto Vallarta.

“La relación de Tom con mi hija era excelente. En esos tres meses vi que se querían mucho. Se le veía un muy buen muchacho, no daba señales de que sería una mala persona, sino todo lo contrario. Me prometió que la iba a cuidar y que se iban a casar”, relató el padre de la víctima.

Pocos meses después de trasladarse a Bélgica, ya embarazada de Tom P., Alma Berenice contó a su padre que su novio le pegaba.

"Cuando hablaba con su madre, decía que estaba todo bien, que él ya no le pegaba, que estaban muy enamorados”, recordó David Osorio.

Él y su esposa, María Esther, de 55 años, tratan ahora de alistar los documentos para viajar a Bélgica y poder ocuparse personalmente de la repatriación del cuerpo de su hija y del juicio por la custodia de las dos menores.

Será el primer viaje al extranjero de la pareja que, por falta de recursos, nunca llegó a visitar a su hija y hasta ahora solo conocen a sus nietas por fotografías.

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