Más Información
Primera ministra de Alberta, de acuerdo con expulsar a México del T-MEC; “es la puerta trasera de productos chinos”
Sheinbaum prevé reuniones con Macron, Trudeau y Lula da Silva en el G20; se realizará en Río de Janeiro
PPEP 2025 prevé recortes a cultura, medio ambiente, salud y agricultura; Mejoredu contempla una disminución del 50%
Noriteru Fukushima, el “mexajapones” que nació en CDMX y se volvió embajador de Japón; se despide de México
Berlín/Damasco.— La Organización de Naciones Unidas (ONU) alertó ayer que la inminente ofensiva del gobierno sirio y sus aliados rusos sobre la provincia de Idlib podría desatar la peor catástrofe humanitaria del siglo, mientras aviones rusos llevaron a cabo 45 bombardeos en las últimas horas en preparación de un ataque terrestre, de acuerdo con activistas.
Se calcula que 3 millones de civiles viven en esta provincia de Siria, el último gran territorio que sigue controlado por los rebeldes opositores al presidente Bashar al-Assad, dominados por el grupo Haiat Tahrir al Sham (HTS), filial de Al-Qaeda. Allí fueron evacuados en los últimos tres años miles de rebeldes y sus familias desde distintas partes de Siria, en el marco de acuerdos alcanzados con el gobierno. Ahora, las autoridades de Damasco han concentrado sus tropas y amenazan con lanzar un ataque conjunto con sus aliados, Rusia e Irán.
El mundo no puede avanzar “como sonámbulo” hacia esta crisis, dijo en Berlín el coordinador de ayuda humanitaria de la ONU, Mark Lowcock. También el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, llamó a los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, a buscar una solución para evitar un baño de sangre.
En tanto, aviones de guerra rusos llevaron a cabo unos 45 ataques aéreos en 20 zonas durante la mañana del martes, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, en lo que se considera un preludio de la ofensiva terrestre.
De acuerdo con los datos de esta organización, que informa desde Londres con base en reportes de activistas sobre el terreno, al menos 12 civiles murieron y 30 resultaron heridos, mientras 17 combatientes también resultaron heridos. Un portavoz rebelde confirmó los ataques.
Al respecto, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que en Idlib se ha formado un “nido terrorista” y que “las fuerzas de combate sirias se preparan para resolver el problema”.
Según Lowcock, en Idlib viven más de un millón de niños. Y por cada combatiente extremista hay unos 100 civiles, por lo que pidió que se haga todo lo necesario para evitar una batalla sangrienta.
Estados Unidos, país que es presidente del Consejo de Seguridad durante septiembre, convocó para el viernes una reunión sobre la situación en Idlib. El gobierno de Donald Trump advirtió a sus pares de Irán, Rusia y Siria que si usan armas químicas en Idlib, “EU responderá rápida y apropiadamente”.