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metropoli@eluniversal.com.mx
Aunque las escuelas de educación primaria están oficialmente abiertas, padres de familia prefieren no llevar a sus hijos a clases, debido a la desconfianza que hay en las revisiones de los inmuebles y en la emisión de dictámenes de seguridad.
La escuela primaria Holanda, que se ubica en la delegación Iztapalapa, está abierta oficialmente a partir de esta semana, pero en la realidad sigue sin haber clases.
El recinto con clave 09DPR1286P está incluido en la lista de las escuelas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que reanudaron actividades luego de ser revisadas por especialistas, técnicos y estructuristas, quienes avalaron la seguridad del inmueble después del sismo de magnitud 7.1 del pasado 19 de septiembre.
Sin embargo, ayer por la mañana los padres de familia se reunieron afuera del inmueble para reclamar a la dirección escolar por aceptar los documentos de seguridad del inmueble y no exponer los desperfectos que dejó el temblor tanto en los baños como en una barda, la cual está apuntalada. En el portón del colegio exhibieron fotos de las instalaciones.
La directora del turno matutino, quien responde al nombre de Karina Félix Cruz, aseguró que los directores responsables de obra establecieron que la escuela está en buenas condiciones para operar; sin embargo, pidieron que por seguridad se acordonara la barda que conforma el perímetro de la escuela.
“Los especialistas que vinieron coincidieron en que las instalaciones de la escuela son seguras, que el daño es en la barda, la cual puede caerse con o sin un temblor, completa o en partes”, explicó Félix.
La directora dio a conocer a los padres de familia que están en proceso de tramitar una solicitud por 50 mil pesos para hacer las reparaciones correspondientes, no obstante descartó que el dinero alcance para rehabilitar la barda afectada.
“No nos alcanzan para la barda, es enorme y carísima, esto es para daños menores, por ejemplo, azulejos del baño, vidrios estrellados, coarteaduras en la entrada y baños”, dijo.