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El incidente del domingo pasado, cuando agentes de la Secretaría de Seguridad Pública agredieron y mataron a Alejandro Iturbe, de 32 años, quien omitió un retén para una revisión de rutina, puede convertirse en una constante en la Ciudad si la corporación no toma las medidas preventivas correctas.

Expertos en seguridad explican que los factores que generan este tipo de incidentes son principalmente la inseguridad que ha crecido exponencialmente en la Ciudad, la falta de confianza y el poco respeto que se tiene al uniforme y a la secretaría, por lo que los ciudadanos en ocasiones prefieren huir de ellos antes que permitir una revisión.

Por actos similares, la procuraduría capitalina, de 2015 a la fecha, investigó a siete policías que agredieron, lesionaron y asesinaron a civiles que se resistieron a un arresto; sólo uno estuvo ocho meses en prisión, los demás quedaron en libertad al acreditarse que actuaron conforme lo dicta el protocolo de actuación y actualmente siguen laborando en las filas de la Secretaría de Seguridad Pública local.

Aunado a esto, los antecedentes que tiene la corporación sobre violaciones a derechos humanos incrementan el temor de los ciudadanos que circulan por las calles, sobre todo a altas horas de las noche.

“La referencia que la ciudadanía tiene de los policías es el incidente con Marco, aquel joven que lo subieron a una patrulla, desapareció y hasta la fecha no se ha recuperado. También que cuando se solicita ayuda de las patrullas en un robo nunca llegan o, peor aún, están coludidos con los delincuentes.

“Todo esto genera miedo y preocupación en los ciudadanos y, lamentablemente, lo que pasó el domingo es el resultado”, comenta Abelardo Pineda Orozco, criminólogo social por la UNAM.

Anabel Ortiz, investigadora de la UAM, detalla que la problemática social que atraviesa la Ciudad puede derivar en más incidentes donde policías agredan a civiles.

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