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Mareo, dolor de cabeza, fatiga, náusea, irritabilidad, depresión, sensibilidad a la luz y al sonido son solo algunas de las muchas y desagradables señales de la resaca, también conocida como “cruda”. Estos síntomas son producto de la deshidratación, alteraciones hormonales y celulares, además de los efectos tóxicos del etanol en sangre. Por lo general, se manifiestan después de beber mucho alcohol, aunque hay personas que con un par de tragos experimentan malestar o, por el contrario, quienes no conocen qué es una resaca pese a que beban mucho. Si bien el mejor remedio para evitar sentirse mal después de una noche de copas se llama moderación, hay algunos consejos que pueden aminorar tu viacrucis.
1. Elige bien tu bebida
Las bebidas alcohólicas contienen unas sustancias llamadas congéneres que determinan su sabor, pero también el grado de resaca. Aunque la evidencia aún es ambigua, se cree que las bebidas más oscuras presentan más congéneres, tal es el caso de licores como vino tinto, bourbon, brandy y coñac; no obstante, el tequila presenta también alto contenido. Las bebidas con menor aporte son el vodka, la ginebra, la cerveza y el ron.
2. Alterna
¡Lo sé! Difícilmente queremos beber agua mientras andas de fiesta, pero al otro día lo agradecerás. El alcohol aumenta la producción de orina lo que promueve la deshidratación. Tomar agua entre copas ayuda a consumir menos alcohol y a mantener un buen equilibrio hídrico, lo que contribuye a aminorar algunos de los síntomas de la resaca. La recomendación es intercalar un trago de alcohol por un vaso con agua natural.
3. Una copa por hora
Si quieres amanecer fresco y radiante, olvídate de los famosos shots y procura beber una copa por hora. Comencemos por entender que el alcohol no se digiere, se metaboliza por el hígado y éste tarda —aproximadamente— una hora en procesar una onza de licor (o una bebida estándar). Al beber rápido, el alcohol se acumula en sangre hasta que éste pueda ser procesado. Esta es la razón por la que nos mareamos cuando bebemos de más.
4. Duerme
Una siesta previa a la fiesta te puede venir bien. Si bien es cierto que la falta de sueño no provoca resaca, sí la puede empeorar. La fatiga, los dolores de cabeza y la irritabilidad son efectos de la resaca y estos pueden ser exacerbados cuando no dormimos lo suficiente.
5. Come lo suficiente
Comer antes de beber ayuda a que el alcohol no se absorba tan rápido, sobre todo si comemos alimentos ricos en grasa, desde los cacahuates hasta las carnitas. Pero, ¡ojo! Comer tacos después de la borrachera no ayuda a aminorar la resaca, por el contrario, puede contribuir al malestar gastrointestinal, lo que se traduce en una peor resaca.