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Cuernavaca.— Andrés Manuel López Obrador dará un giro al país siempre y cuando haga políticas inteligentes y no ocurrencias, pero también existe el riesgo de que se convierta en un dictador, por el poder que le concedió la ciudadanía en las urnas, afirma el fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia Zardain.
“Hay un riesgo, sí, eso deben evitarlo los ciudadanos y la oposición, deben decir: sí te apoyamos, pero no autoritariamente, sino con buenas políticas y buenos planes de gobierno”, platica en entrevista con EL UNIVERSAL.
El poeta y escritor dice compartir con el Subcomandante Marcos la visión de mantener al presidente electo bajo reserva, sin un ánimo tan espectacular como un sector de los mexicanos.
En su caso, dice, colabora con el equipo de López Obrador porque hay apertura, pero subraya que va bajo reserva y por eso tampoco aceptó estar en el próximo gobierno.
“Es interesante, Marcos tiene reservas pero ya no es oposición en el sentido de decir ‘no vamos’ (...) Hay que ver cómo le entramos pero no vamos a dar cheques en blanco”, anticipa.
En un análisis frío sobre los compromisos que asumió López Obrador en campaña, Sicilia afirma que el político tabasqueño no cumplirá con el 100% de las promesas, acaso consumará 40% de lo que prometió.
Improvisaciones y riesgos
Sicilia asegura que si el gobierno entrante no es claro con la ciudadanía, la decepción será mayúscula, porque las esperanzas y expectativas que construyeron han sido muy grandes.
El poeta que encabezó una protesta nacional por el asesinato de su hijo en marzo de 2011, por células del Cártel del Pacífico Sur, considera que en el equipo de López Obrador hay improvisaciones y lo único que mandan como señal es que hay ocurrencias.
Ejemplo de la improvisación, cita, son los foros sobre víctimas cuando ya están todos los diagnósticos y la evidencia, “es como si se estuviera comenzado de cero”.
¿Las improvisaciones son reiteradas?
—Lo que puedo ver en el área de las víctimas, de la justicia transicional, que es la gobernabilidad y las rutas de paz, es improvisación; no hay una división entre Gobernación y la Secretaría de Seguridad, no está claro.
¿Considera que la SSP debe estar sujeta a la Segob?
—Por lo menos la parte de derechos humanos sí. Lo relacionado con las víctimas debe estar en manos de Gobernación y hasta ahorita está en la SSP. Es lo que estamos diciendo en los diálogos “no es así”, en el plano mediático “están en un error, un equívoco, por ahí van al fracaso” y no nos interesa que eso suceda.
¿De los compromisos que asumió AMLO cree que alcance a cubrir todo?
— No, absolutamente no, el país está hecho un desastre, por eso digo que el plan de gobierno debe ser con metas a corto, mediano, largo y larguísimo plazo en todos los rubros. Por ejemplo, cómo van a descentralizar las secretarías, qué sí, qué no, cuántas se pueden, es todo un proyecto serio.
¿Entonces no le va alcanzar?
—No creo, y ellos deben ser muy claros al respecto. Querer resolver todo el problema es ir al fracaso y en dos años vamos a estarlos vilipendiando (...) Si lo hace bien yo creo que 40%, porque así está de mal el país.
¿Hay riesgo de que AMLO se convierta en una dictador?
— Sí corremos el riesgo. A mí no me agradan y creo que a una buena parte de los morenistas tampoco les complacen los virreyes que puso, que van a controlar el presupuesto y a los gobernadores. Les están dando un poder, y muchos de ellos no son dignos, eso es grave y peligroso.
Justicia transicional y amnistía
Fiel seguidor del filósofo vienés Iván Illich, Sicilia es recordado por su Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que incluyó plantear una tregua a los capos de la mafia; fue un duro crítico del presidente Felipe Calderón y su lucha contra el narco. Desde entonces emprendió la tarea de visibilizar a las víctimas y desaparecidos.
Sicilia afirma que buscan una Comisión de la Verdad porque ellos (el equipo de AMLO) están anteponiendo parte del modelo de justicia transicional que es la amnistía, “una palabra que es equívoca porque tiene que ver con el olvido. ¿Qué amnistía si no sabemos qué pasó y quiénes son los perpetradores?”, afirma.
¿Es muy complicado brindar amnistía en estos momentos?
—A lo mejor hay algunos casos, muy pocos (...) esa amnistía nos va a costar más muertos y van a salir muchos grandes capos que están no por crímenes, asesinatos y desapariciones, sino por delitos contra la salud. Se debe tener mucho cuidado.
¿Por qué declinó a presidir la Comisión de Desaparición?
— No soy la persona idónea, pero como se lo dije, estoy dispuesto a poner mis conocimientos al servicio de esto. Como titular no, porque te vuelve dependiente de un gobierno y aquí hay juegos políticos.