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Torreón.— A 14 años de la explosión en la mina Pasta de Conchos, en la que murieron 65 trabajadores, las familias se encuentran ansiosas por que comience el rescate de los 63 que quedaron atrapados, luego de que un grupo de expertos asegurara que no había una razón técnica para no llevarlo a cabo.
“Yo ya quiero que rescaten y abran, porque luego se vuelven mentiras. Otro aniversario y todas [nuestras ilusiones quedan] destruidas”, dijo Lulú Aguilar, viuda del minero Fermín Tavárez.
Cristina Auerbach, representante de la organización Familia Pasta de Conchos, mencionó que prevalece la ansiedad entre los familiares por que empiece la recuperación física de los restos; sin embargo, acotó que actualmente el Servicio Geológico Mexicano (SGM) se encuentra haciendo estudios para determinar cómo se hará la obra minera y, enseguida, realizar el plan de rescate.
“Las familias están como en una bisagra porque saben que ya empezaron los estudios.
“Pero es como una operación en la que se necesitan estudios previos. Ellas ya quieren empezar las obras”, comentó Auerbach.
Pero Lulú tiene razones para presionar, pues tiene miedo de que vuelvan a jugar con las familias. Por eso pidió hechos, porque las palabras, recalcó, se las lleva el viento.
“Nos tienen que decir, hablarnos y decirnos. Como siempre se los he dicho, no quedó un perro allí enterrado”, exigió Lulú, quien llevaba 13 años casada con Fermín, el mismo tiempo que sumaba su marido como minero de Pasta de Conchos.
Contó que escucharon que este 19 de febrero —que se cumplen 14 años de la tragedia—, les iban a dar la sorpresa de que iniciarían los trabajos, pero no. Por eso creen que sólo están jugando con las familias y que les seguirán dando largas.
Después de concluir el proyecto —explicó la defensora—, se lanzará una licitación pública internacional en la que se pedirán ciertos requisitos, como que no sean intermediarios ni contratistas, sino empresas con un buen historial minero, puesto que participarán compañías del ramo del carbón.
Para Auerbach, el ánimo de las familias ha cambiado porque llegaron con cosas que no habían tenido antes: la voluntad política de rescatar los restos.
“Se está haciendo lo que pedimos hace 14 años. No cambió nada, no cambió la tierra ni la situación geológica de Coahuila. Cambió la voluntad para que las cosas salgan adelante”, declaró.
Empresa no entregó nada
Pese que el director de Grupo México, Germán Larrea, se comprometió a apoyar la decisión del gobierno federal de rescatar los restos, no entregó “ni un mapa bien hecho”, agregó Auerbach , y dijo que además entregaron un peritaje técnico pagado por ellos y el realizado por el exsecretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Javier Lozano.
“Una sarta de estupideces”, calificó Auerbach. La activista recordó que hace 14 años, después de la explosión, Grupo México inició los trabajos para recuperar su mina y sacó los cuerpos de dos trabajadores.
Sin embargo, se dio cuenta de la magnitud y calculó que saldría más caro el rescate que hacer una nueva mina. “Tenían planeado seguir sacando el carbón de Pasta de Conchos y ahí sí tenían toda la tecnología e información”, criticó.
Refirió que si bien la compañía no se ha entrometido directamente en esta decisión del gobierno federal, sí lo han hecho empresarios ligados a la extracción de carbón en la zona, a quienes, dijo, no les conviene que se realice el rescate.
Afirmó que uno de ellos es el exgobernador de Coahuila y exdirector de Pemex, Rogelio Montemayor, quien tiene una firma que trabaja para Grupo México y hace poco propuso hacer una campaña para que no se haga el rescate y que el dinero que se utilizaría en el mismo, mejor se entregue a las familias.
Otro es el senador Armando Guadiana (Morena), también empresario de la región, quien ha impulsado que no se realice el rescate.
“Están pensando en hacer nuevos negocios con Pasta de Conchos y evitar las obras del rescate minero. Todos ellos han tenido minas clandestinas, ha habido muertos en sus minas. Lo que no quieren es que se vea el rescate humanitario que es la región carbonífera”, opinó.
Consideró que en la recuperación están en juego muchas cosas, pues “no sólo se trata de los restos, sino también el modelo extractivista del carbón ilegal y clandestino que quieren que permanezca”.
Para Auerbach, el rescate de los cuerpos debe suponer también la recuperación de la región.
Lulú aclaró que no le importa si al día siguiente de la recuperación activan la mina, pero que “abran y rescaten”. Sin embargo, también coincidió que no quieren hacerlo porque se cometieron muchas irregularidades y, por ello, exigió que la empresa Grupo México haga frente al caso.
“Si tuvieran dignidad nos darían la cara”, añadió.