Cuando las cataratas se quedaron sin agua, los habitantes de Agua Azul trabajaron por tres días en La Boquilla para tratar de arreglar el problema y cuando creyeron que ya había quedado se retiraron de la zona. Sin embargo, el agua que caía en la cascadas era consecuencia de un frente frío que trajo lluvias en la zona.
Como parte de los trabajos de desazolve, se retiró un árbol de cedro que cayó a finales de octubre en el lado derecho y que se pensaba que había provocado que el agua se cargara en el cauce izquierdo y dejara sin líquido las cataratas de Las Golondrinas y La Licuadora.
Sin embargo, los ejidatarios de la zona se manifestaron preocupados por la obra ya que temen que en temporada de lluvias el agua se cargue con mayor fuerza en el lado derecho e inunde los restaurantes y locales de venta de artesanías, como ocurrió en el año 2013.