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Nuevo Laredo.— Esta ciudad se ha convertido en el hogar provisional de familias provenientes de El Congo, Kenia y Camerún, que buscan refugio a fin de solicitar asilo político y humanitario en Estados Unidos.
Kioni Wangara, madre de familia de dos niños pequeños y esposa de Kairu Paka, puede darse a entender en un dialecto entre inglés y suajili, su lengua natal en Kenia.
Asegura que al no contar con los recursos necesarios para mantener a su familia, decidieron vender sus pocas pertenencias para emprender el viaje que los llevó primero, a Brasil, a más de 9 mil kilómetros de Kibera, uno de los poblados más pobres de Kenia, donde tenían su residencia.
Kioni, su esposo y dos hijos salieron de Kenia en barco, después en autobuses, trenes y en algunos vehículos de personas que se ofrecían a llevarlos al poblado más cercano.
El grupo arribó a Guatemala en agosto pasado y cruzó a México en autobús por San Cristóbal de las Casas, Chiapas, traslado que les costó 600 pesos por persona.
Desconocen si estos viajes son lícitos, ya que durante el camino no les solicitaron visa o documentos que comprobaran su estancia legal. Como cruzaron a México de noche, no había autoridades migratorias. Comentan que al llegar a San Cristóbal les robaron el poco dinero que tenían y que un trailero los llevó hasta Nuevo Laredo.
Esta familia es una de las muchas que están utilizando Nuevo Laredo, Tamaulipas, como punto de entrada a Estados Unidos y por el momento esperan ser recibidos en 12 días, por autoridades migratorias de ese país.
De paso a EU. José Martín Carmona, director general del Instituto Tamaulipeco para el Migrante con sede en esta frontera, comentó que desde hace un mes los africanos comenzaron a llegar a Nuevo Laredo en grupos de 15 o 20 personas.
“Muchos vienen con sus hijos, son familias completas las que estamos recibiendo y atendiendo, para nosotros es una experiencia nueva en atención a migrantes en Tamaulipas”.
“Estudiantes de la Universidad de Tamaulipas, de la escuela de idiomas, nos están ayudando como intérpretes, nos apoyan para saber si estas familias de africanos han sufrido alguna violación a sus derechos durante su trayecto para darles atención jurídica y humanitaria”.
Destacó que están siguiendo el protocolo para que les brinden atención, sin descuidar el trabajo que tienen con los migrantes deportados o repatriados por la frontera.
Destacó que el Instituto Nacional de Migración (INM) les está otorgando permisos de residencia por 15 días, mientras resuelven su situación en Estados Unidos.
“En Estados Unidos llevan un control, los están recibiendo para hacerles entrevistas, ya que solicitan la entrada humanitaria o asilo político (...). En los días que ellos esperan para ser llamados al puente internacional les buscamos dónde quedarse para evitar que deambulen y los molesten, les ofrecemos las casas del migrante”.