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jose.montoya@eluniversal.com.mx
Más que un documental hecho con fines comerciales, el director de origen francés Ludovic Bonleux quiso capturar a través de su lente el dolor y la cruda realidad que se vive en distintos puntos de la costa del Pacífico mexicano.
En entrevista, Bonelux explicó su deseo de mostrar lo que los lugareños viven, su dolor, y cuenta cómo evitó que su trabajo como director no mermara ante la carga emocional que se hacía presente al estar con ellos.
“Es el lente de la cámara que ayuda a uno a aguantar todo ese dolor. En esos 16 años que he trabajado en Guerrero he visto muchas atrocidades, gente que mataron y mucho dolor”.
A veces, continuó, la cámara es un filtro y de alguna manera tal vez, enseñando el documental, no se quede con ese dolor y lo pueda transferir a otras personas.
Guerrero es el nombre de su trabajo, que se estrenará en distintos cines como la Cineteca Nacional este próximo 29 de junio.
En él, el realizador quiso mostrar esa parte que muchos saben que existen y que hablan de ellas, pero que son pocos los quienes la viven en carne propia.
Sí hay una crudeza en el documental que se refleja tanto en la imagen, con ese sol muy fuerte y otras cosas, explica el realizador.
También aclara que hubiera podido hacer una imagen más estética pero a las dos de la tarde es cuando sale la gente a la calle, y este sol omnipresente es también ese estado de represión que se vive desde hace 50 años. “Cuando vamos a las fosas y que Mario (uno de los tres ejes a seguir en el documental) y sus compañeros encuentran huesos, lo hubieras podido sugerir pero está tan horrible, que es el cotidiano. Todo eso es esa crudeza y realmente era la intención para que la gente se acerque al día diario de la gente que vive en Guerrero”.
El documentalista dijo que, pese al miedo, quiso ser leal a su punto de vista, ya que con más de 15 años de experiencia en el tema, sabía bien lo que quería mostrar.
“Tengo 16 años trabajando en el estado de Guerrero entonces hay momentos donde sí sentí miedo y otros donde mejor lo ignoré. Uno está en la trifulca y se olvida de todo”.
Pese a que el trabajo fue grabado hace más de tres años, Bonleux dijo que incluso ahora, a punto de vivir un nuevo periodo de elecciones, son estas las historias que muchos deben conocer y difundir.
“El eje cronológico del documental son las elecciones de 2015 en Guerrero. Hoy en día estamos otra vez en tiempos electorales y estrenando unos días antes de ellas, también es una intención para generar un debate sobre qué es la ciudadanía, el voto, un partido, qué papel debe tener un representante del pueblo y también es una manera de llamar la atención sobre la violencia y cómo resolver los problemas que genera.
Bonelux explicó que lo único que quiere es transmitir ese dolor de los compañeros guerrerenses a otros mexicanos y a gente de todo el mundo. Hay historias, como humano, que las quiero contar y no las cuento sólo como un francés”, finalizó.
