Una y otra vez los funcionarios del Banco de México habían insistido en que intervenir el mercado cambiario vendiendo dólares de las reservas para detener la depreciación del peso frente al dólar, era un error.

El argumento era que estos movimientos en contra del peso responden a acciones especulativas y temporales que habían subvaluado la moneda mexicana y que, tarde o temprano, la paridad se corregiría.

Sin embargo, un reciente reporte de los analistas de Bloomberg Intelligence nos recuerda que estas intervenciones del banco central por decisión de la Comisión de Cambios, que preside el secretario de Hacienda, han mostrado que no han sido muy afortunadas.

“Las acciones del Banco de México demuestran que no ha sido capaz de mantener el control de la moneda a largo plazo. Banxico se quemó con una subasta de 24 mil millones (de dólares) de reservas en 2015 para contener al peso, para luego verlo en una caída de casi 17% ese mismo año. Además, durante la crisis mundial de 2008, el banco central vendió más de 15 mil millones (de dólares) de reservas, de las cuales 6 mil millones (de dólares) se vendieron en un solo día en el mes de octubre, sin embargo, el peso cerró ese año con una depreciación de 25%”, recopila el reporte.

Con ese récord a cuestas, desde hace casi un año el banco central no había intervenido el mercado cambiario vendiendo dólares para paliar la paliza que ha recibido el peso en todo este tiempo, particularmente en las últimas semanas una vez que Trump se convirtió en presidente electo de Estados Unidos y sus amenazas sobre el comercio mexicano se hacían patentes.

El propio reporte de Bloomberg recuerda que dos economistas del Banco de México publicaron en agosto pasado un reporte (‘Two models of FX market interventions: The cases of Brazil and Mexico’) en el que argumentan que “las intervenciones cambiarias han tenido efectos de corta duración sobre el tipo de cambio en ambas economías”. La historia de los últimos años así lo había corroborado.

Sin embargo, esta conclusión de los economistas del banco central se hizo a un lado la semana pasada cuando se impusieron otras consideraciones en la Comisión de Cambios. El Banco de México vendió 2 mil millones de dólares de sus reservas y probablemente otro tanto en días recientes, cifra que conoceremos la próxima semana cuando el banco central publique su estado de cuenta semanal. El resultado de estas intervenciones recientes en el mercado cambiario, ha sido el mismo de los últimos años; el mismo ‘efecto de corto plazo’ que concluyeron los economistas Martín Tobal y Renato Yslas del banco central: Si bien el peso ganó un ligero terreno frente al dólar en los días posteriores a la venta directa de dólares en los mercados internacionales, las palabras de Donald Trump tuvieron mayores efectos perniciosos sobre el peso debilitándolo a niveles históricos. En esta semana, el tipo de cambio al mayoreo registró 21.8 pesos por dólar, mientras que al menudo escaló hasta 22.4 pesos.

¿Qué motivaciones llevaron a la Comisión de Cambios y a su presidente, el secretario de Hacienda, a cambiar de estrategia y a decidirse por ‘quemar’ miles de millones de dólares de las reservas buscando parar la depreciación del peso?

Creo que por lo menos dos habrían sido las razones para tomar esta decisión: La primera, se buscó aumentar el riesgo de cubrirse en dólares antes de la toma de posesión de Donald Trump, el 20 de enero, como presidente de Estados Unidos.

Y la segunda razón, habría tenido que ver con el fuerte incremento a los precios de las gasolinas determinados por el gobierno a partir del 1 de enero pasado. Y es que una depreciación adicional del peso frente al dólar no ayudaba en nada para mantener los costos de la gasolina importada. Es decir, la mayor depreciación del peso —suponiendo que se mantienen los precios de la molécula en Texas— implicará nuevos incrementos en los precios de las gasolinas en febrero y en los meses que le siguen.

Otra vez, por los resultados no se lograron los efectos deseados y, por el contrario, es probable que el saldo de las reservas internacionales hayan iniciado una tendencia descendente hacia los 170 mil millones de dólares, también tomando en cuenta la salida de capitales de los últimos días.

El hecho práctico es que la depreciación del peso sigue respondiendo a la desconfianza de los inversionistas, lo que obligará a un incremento mayor al previsto en la tasa de interés objetivo que fija el banco central.

Twitter:@SamuelGarciaCOM

E-mail:samuel@arenapublica.com

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