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14,800 camiones de carga, en promedio, cruzan diariamente la frontera México-Estados Unidos, transportan la mayor parte de los $1.59 mil millones de dólares del comercio diario, que hacen de México el tercer socio económico y el segundo mercado de exportación de Estados Unidos, y que hacen de ese país el primer socio económico de México. México es el mayor comprador extranjero de 23 estados de Estados Unidos y Estados Unidos compra alrededor de 80% de las exportaciones de México. (Fuentes: BTS-RITA-USDOT Border Crossing /Entry Data; US Commerce Trade Statistics; The U.S.-Mexico Border Economy in Transition, Wilson Center)
Estos hechos explican la razón por la que el Vicepresidente Joe Biden, tres secretarios del gabinete Obama y otros funcionarios de Estados Unidos estarán el 25 de febrero en la Ciudad de México. Se reunirán con sus contrapartes mexicanas, encabezadas por el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, en el Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos. Biden, los secretarios y sus colegas revisarán el avance de docenas de áreas en las que ambos gobiernos han trabajado desde 2013 para hacer el comercio entre nosotros menos costoso y más eficiente, y para construir cosas juntos de manera más fácil mientras competimos con otros productores globales.
Durante los últimos 20 años, México y Estados Unidos han desarrollado cadenas de producción eficientes que cruzan la frontera con productos, materiales y conocimiento que van y vienen conforme se fabrican los productos. Una ventaja distintiva de esta red de producción es que cuando Estados Unidos compra de México un producto manufacturado terminado, una gran parte del contenido (estimado en hasta 40%) se hace con materiales estadounidenses –más que cualquier otro socio comercial de Estados Unidos en el mundo. Las meras cifras comerciales no explican completamente la oferta de valor real de lo que se hace entre los dos países gracias a un esfuerzo combinado.
(Fuentes: :https://www.bea.gov/about/pdf/NBER%20working%20paper_1.pdf y http://www.brookings.edu/research/opinions/2013/04/02-implications-international-trade-policy-dervis-meltzer)
Esa es parte de la razón por la que el Vicepresidente, el Decretario Videgaray y otros funcionarios están tan interesados en mejorar la eficiencia y en reducir los costos en el comercio entre los dos países. Pero esa no es la imagen completa: casi un millón de personas cruzan legalmente la frontera como parte de sus actividades diarias; más de 37 millones de turistas de los dos países se visitan cada año, y las compañías estadounidenses han invertido más de $100 mil millones de dólares en México, en tanto que las mexicanas han invertido alrededor de $18 mil millones en el otro país. Esta enorme e intensa relación impacta la vida cotidiana de millones de personas en ambos lados de la frontera.
La reunión del Diálogo Económico de Alto Nivel del 25 de febrero revisará los logros y establecerá los objetivos generales para el año que sigue. En la frontera, se pueden señalar varios avances exitosos – se abrieron dos nuevos cruces, uno para trenes y otro para camiones, y se han iniciado dos programas piloto de predespacho con agentes aduanales de México y Estados Unidos trabajando en el otro país para lograr una inspección segura y rápida de la carga antes de que cruce la frontera. Particularmente innovador es el puente peatonal, construido con financiamiento privado, que cruza del aeropuerto de Tijuana al sur de California (ampliamente utilizado en sus primeras semanas) y que puede ser un modelo para el financiamiento de nuevas instalaciones fronterizas. Adicionalmente, se espera que el Senado de México ratifique el nuevo acuerdo de servicios aéreos para aviación comercial, que se espera que baje los precios e incremente las frecuencias y destinos de los vuelos.
Por sus consecuencias políticas y económicas, es importante tratar eficientemente y con seguridad a las mercancías y a las personas. Las cifras son impresionantes: de acuerdo con un estudio, si se alinean todos los camiones que cruzan anualmente la frontera (5.4 millones), la longitud sería equivalente a casi cuatro veces la circunferencia de la Tierra–. Esto no incluye a los 900,000 vagones de trenes, 200,000 autobuses o 69 millones de autos que cruzaron en 2014. Varios estudios han estimado que debido a tiempos de espera en la frontera se pierden muchos miles de millones de dólares. (Fuentes: Wilson Center: The US-Mexico Border Economy in Transition and BTS-RITA-USDOT Border Crossing/Entry Data)
Los equipos estadounidenses y mexicanos reunidos en la Ciudad de México buscarán cómo mejorar la planeación y el fondeo de nuevas instalaciones fronterizas y rutas de transporte, cómo simplificar los procedimientos aduanales para los transportistas, agentes aduanales y personal de aduanas, y cómo innovar hacia mejores sistemas para viajeros y transportistas de carga confiables, entre otros temas. Todo lo anterior pretende mejorar la seguridad y la competitividad, con el apoyo decidido del sector privado que busca eficiencia en la frontera y mejorar la seguridad en el tránsito.
Como parte del Diálogo Económico de Alto Nivel también se plantearán medios para fortalecer la cooperación en energía, el desarrollo de fuerza de trabajo, la innovación, la investigación y la educación. México se encuentra en medio de una importante reforma de su sector energético que busca crear oportunidades para la inversión del sector privado en petróleo, gas, electricidad y energías renovables. Los reguladores y los funcionarios del sector energético de ambos países han compartido mejores prácticas y han colaborado para construir conexiones de infraestructura, para comparar y compartir datos e información, así como para ofrecer oportunidades relacionadas con la energía a estudiantes mexicanos en el sistema de educación superior en Estados Unidos.
Los sectores privados de ambos países están esperanzados en participar en algunos de estos esfuerzos. Como parte de este empeño, los gobiernos se han asociado con universidades para formar la futura fuerza de trabajo de modo que esté preparada para liderar nuestra asociación en América del Norte en el siglo 21. En estos últimos años se han firmado más de 80 acuerdos entre instituciones de educación superior de México y universidades locales (community colleges) de EUA. Estos acuerdos se han reforzado con programas con el sector privado, la academia e instituciones de promotoras de la investigación, tales como CONACYT y la Fundación Nacional para la Ciencia, con el objetivo de apoyar el trabajo entre científicos, emprendedores e innovadores para ayudar a que nuestras economías estén mejor preparadas para la competencia que se avecina.
La agenda es ambiciosa y los avances son bienvenidos. Pero el futuro necesita de la institucionalización de esfuerzos, la persistencia y la inversión sostenida de capital humano y recursos, públicos y privados, en los años que vienen. Si logramos hacerlo correctamente, estaremos en posición de redefinir nuestra relación de tal forma que tanto México como Estados Unidos lleguen a ser más prósperos y seguros, mientras compiten exitosamente en el mundo. Esta es la apuesta que los secretarios mexicanos y el vicepresidente estarán haciendo hoy en la Ciudad de México.
Sergio M. Alcocer es ex Subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y es Profesor Investigador en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Earl Anthony Wayne es ex Embajador de EUA en México y Fellow en política pública en el Instituto México del Centro Wilson.