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Conforme se acerca el próximo 4 de junio, la elección en Coahuila se confirma cada vez más como plebiscito sobre los 12 años de los Moreira, la dinastía que convirtió al estado norteño en una herencia familiar, al mismo tiempo que ellos le heredaban al estado no sólo una deuda histórica y millonaria, sino también la violencia del narcotráfico y graves denuncias de corrupción en sus dos administraciones.
Lo que comenzó al inicio de las campañas como denuncias y estrategias aisladas de los partidos, cobró forma en el primer debate de la semana pasada donde el eje dominante de las críticas y ataques de todos los candidatos de oposición, casi al unísono, fue la actuación de los dos hermanos y el saldo negativo para el estado que los abanderados opositores intentaron trasladar al colaborador cercano de las dos administraciones y heredero de esa dinastía: el candidato del PRI, Miguel Riquelme.
“Quedan 45 días para sacar a los Moreira de Coahuila”, abrió el candidato del PAN, Guillermo Anaya. “Los Moreira abrieron las puertas al narcotráfico”, siguió el del PT, José Angel Pérez, luego el candidato independiente Javier Guerrero acusó que “la corrupción y la inseguridad” son la herencia de las dos administraciones Moreira, para rematar con el amago del abanderado de Morena, Armando Guadiana: “Si los Moreira tienen responsabilidad en delitos, haremos todo lo posible por meterlos a la cárcel”. Todos y cada uno de esos señalamientos contra los hermanos eran al mismo tiempo dirigidos al abanderado priísta Miguel Riquelme. “Tu patrón Humberto”, “Tu jefe Rubén”, “Tapadera de los Moreira”, le decían a Riquelme que sólo atinaba a decir que no tenía nexos con ninguno de los hermanos, a pesar de haber trabajado para ambos.
Y si ya el apellido dominaba las campañas, ayer para atizarle a los Moreira, Andrés Manuel López Obrador exhibió un documento de la PGR con el que acusa al ex presidente Felipe Calderón de exonerar en 2012 a Humberto Moreira. Calderón, que ha tenido públicos enfrentamientos con el ex gobernador coahuilense, aseguró que nunca se cerraron las investigaciones de PGR y habló de una indagatoria contra Humberto “por prestarles un helicóptero a Los Zetas”, según declaró en Texas su ex tesorero, Javier Villarreal. Falta ver ahora qué responde Humberto Moreira, quien está metido de lleno no sólo en su campaña como diputado local sino también apoyando con todo la operación de la estructura priísta-moreirista en el estado.
Porque en la guerra por Coahuila, los hermanos Moreira han vuelto a trabajar juntos ante la amenaza real de que llegara la alternancia a su estado. Aquí le comentamos que fue directamente el presidente Peña Nieto quien a través de uno de sus operadores les mandó el mensaje a los hermanos: “O ganan la elección o van a ir por ustedes. Si pierden, los dos van a ir a la cárcel”. Esa advertencia y el instinto político de supervivencia hizo a Rubén y a Humberto olvidarse por ahora de sus fuertes diferencias familiares de los últimos años en las que mucho tuvo que ver, dicen cercanos, la esposa del actual gobernador y diputada hidalguense, Carolina Viggiano, a quien Humberto acusa de haber sembrado la discordia entre ambos.
Hoy nadie duda de que la elección en Coahuila es plebiscitaria y sobre los hermanos Moreira. Falta ver si el voto de los coahuilenses es por el “Sí”, en cuyo caso continuaría la dinastía con el priísta Riquelme, o por el “No”, en cuyo caso vendría la alternancia por primera vez en ese estado. ¿Moreira o no Moreira? Ese el dilema.
NOTAS INDISCRETAS… Algo raro pasa en la campaña del priísta Alfredo del Mazo que, en la parte más fuerte de la contienda, el candidato lleva dos días de “actividades privadas”, al menos eso dicen los dos comunicados de su oficina sobre su agenda del sábado pasado y de hoy lunes. “El candidato tendrá actividades privadas”. Y seguro sí porque el sábado vieron a Del Mazo festejando en la fiesta de cumpleaños de su amigo el secretario Gerardo Ruiz Esparza, y hoy lunes, la versión oficial es que “se va a preparar para el debate”. ¿Mucha confianza?...A propósito de comunicados, ayer a varias redacciones llegó uno supuestamente del PRD done el diputado local Mauricio Toledo y el delegado en Coyoacán, Valentín Maldonado, invitaban a una conferencia para anunciar su renuncia al perredismo por supuestas diferencias con Nueva Izquierda y sus “acciones facciosas”. Anoche el Comité del PRD-CDMX y el propio Toledo negaban la veracidad de ese extraño. ¿Mano negra o fuego amigo?...Las diferencias que sí son reales son las del hoy candidato de Morena en Coahuila, Armando Guadiana. En un video que circula en redes se ve a Guadiana en 2011 hablar como priísta y decir que “vamos a ungir a mi buen amigo Rubén Moreira como gobernador”. Y hoy habla de meterlo a la cárcel. Las vueltas que da la vida…Los dados abren con Escalera doble. La semana promete.
sgarciasoto@hotmail.com