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A punto de iniciar las campañas electorales para la elección de 12 gubernaturas, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI vive una crisis de recursos que empieza a afectar la operación electoral de ese partido. La estrechez económica en que se encuentra su dirigencia nacional ha impedido el envío de un grupo de operadores electorales a los estados por falta de presupuesto, mientras las deudas de más de mil millones de pesos que dejó la anterior dirigencia aún no terminan de ser liquidadas.
Se trata de un grupo de 500 capacitadores y operadores expertos en los temas electorales —antes llamados “mapaches”— que en cada elección son enviados por el CEN priísta a los estados. El grupo depende de la Secretaría de Elecciones que en cada proceso electoral los envía con viáticos y gastos a operar en las entidades en apoyo de los comités estatales.
Sin embargo, hasta la semana pasada, ese grupo seguía en espera de que se autorizara su salida, cuando faltan ya unos días para el inicio de las campañas formales, y el argumento que les daban en la Secretaría de Finanzas era que no había recursos para autorizar su traslado a los 13 estados que tendrán elecciones el próximo 5 de junio, incluido el proceso local de Baja California.
A la llegada de Manlio Fabio Beltrones a la presidencia del PRI, en agosto de 2015, se reportaba un endeudamiento de mil millones de pesos en las finanzas del partido. Esa deuda, contraída con medios, proveedores y empresas de servicios, fue dejada por la gestión de César Camacho Quiroz, actual coordinador de los diputados priístas en San Lázaro.
A pesar de que el secretario de Finanzas del CEN es el mismo en las dos gestiones, Luis Vega, el tema del endeudamiento y las dificultades del PRI para hacer frente a sus compromisos ha trascendido y ha comenzado a afectar la operación política del viejo partido. En los estados la queja general es que no hay recursos de apoyo desde la dirigencia nacional y los candidatos tienen que buscar sus propios recursos ante la falta de apoyos del comité central.
La crisis financiera que vive el PRI se originó en 2015, cuando ese partido recibió del Instituto Nacional Electoral mil 200 millones de pesos de prerrogativas para las elecciones federales intermedias de aquel año. La dirigencia encabezada por el mexiquense Camacho Quiroz no sólo dispuso de esa cantidad millonaria para las campañas federales, sino que además, según afirman fuentes del área financiera del partido, se endeudó con mil millones de pesos más, en contratos y servicios de proveedores que quedaron pendientes de pago y que recibió la actual dirigencia de Manlio Fabio Beltrones.
Dentro de esos compromisos y deudas se encontraban las pautas de publicidad de varios medios, muchos de ellos del Estado de México, a los que se otorgaron contratos de publicidad por cantidades muy por encima de su nivel de circulación y audiencia. El pago de esos adeudos ha consumido buena parte de las prerrogativas que recibió este año el CEN priísta por mil 21 millones de pesos, de los que el partido debe apoyar la operación electoral de los estados que este año tendrán procesos electorales. Sin embargo, uno de los coordinadores de los grupos de operación electoral, dependientes de la Secretaría de Elecciones, reveló a esta columna que, a la fecha, los operadores no se han podido trasladar a las entidades donde habrá elecciones el próximo 5 de junio, debido a que “en la Secretaría de Finanzas nos dicen que no hay dinero para pagar el envío de esos grupos que ya tendrían que estar en estos momentos operando para el inicio de las campañas que arrancan este 1 de abril en 13 estados de la República”.
La pregunta es quién responderá por la crisis financiera que vive el priísmo. Sabrá el INE y su organismo fiscalizador a dónde fueron a parar los mil 200 millones de prerrogativas que entregó al partido en 2015 y si el endeudamiento de mil millones de pesos que dejó la dirigencia anterior estuvo plenamente justificado.
NOTAS INDISCRETAS… Paradoja o ironía, pero mientras el CEN del PRI aún no sale de la deuda que dejó su gestión al frente del partido, al diputado César Camacho la suerte le sonríe en los negocios. En el Valle de Guadalupe, entre los vitivinicultores de la región se afirma que dentro de los nuevos socios de la Vinícola Hilo Negro, una de las más nuevas en la región, se encuentra el legislador mexiquense. Si a eso se añade la relación sentimental que el líder de los diputados priístas tiene con una rica empresaria de Ciudad Juárez, no cabe duda que a don César la vida le sonríe… Los dados mandan Escalera. Mejora el tiro.
sgarciasoto@hotmail.com