El rescate histórico y la pretendida dignificación de la figura del general José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, que comenzó en este sexenio como ocurrencia de algunos grupos y personajes del conservadurismo mexicano —al cumplirse 100 años de su muerte—, luego como propuesta formal de un diputado oaxaqueño del PRI que lo elevó al Congreso, ahora parece ser una política del gobierno de Enrique Peña Nieto que, sin ser asumida directamente por el Presidente, sí parece ser empujada, alentada y revivida por algunos de sus más cercanos colaboradores.
Al menos eso puede colegirse del aparente “desliz” que tuvo el embajador de México en el Reino Unido, Diego Gómez Pickering, quien en la ceremonia del Grito el pasado martes 15, con motivo del 205 aniversario de la Independencia nacional, incluyó en sus arengas de los héroes patrios un efusivo ¡viva! para don Porfirio Díaz, que nada tuvo que ver con la gesta independentista de 1810. Aunque el escándalo desatado, primero en las redes sociales, y luego en el ámbito político —donde se pidió desde su renuncia hasta un extrañamiento del Presidente al diplomático—, llevó al joven embajador a ofrecer disculpas por la mención a Díaz y también al héroe revolucionario Emiliano Zapata, el asunto parece traer mucho más de fondo que un simple “resbalón” político del novel diplomático.
Diego Gómez Pickering llegó a la embajada mexicana en Londres, una de las más importantes representaciones diplomáticas del país, no precisamente por su larga trayectoria diplomática o por su profundo conocimiento de las relaciones con el Reino Unido. La cercanía y amistad con Aurelio Nuño Mayer —a quien conoce desde la campaña presidencial y por quien fue designado primero coordinador de Medios Internacionales de la campaña de Peña Nieto y luego de la Presidencia— fueron el principal factor para que este joven egresado de la licenciatura de Relaciones Internacionales del ITAM y que colaboró como periodista en CNN y “agregado cultural en la embajada en Kenia”, fuera enviado en mayo de 2013 a la estratégica sede diplomática británica.
Por eso llama la atención que el también “maestro en Desarrollo Cultural por la Universidad de Columbia en Nueva York”, a quien mexicanos radicados en Londres conocen por su frivolidad en la embajada, haya cometido un error histórico de tal envergadura y haya confundido a dos personajes del periodo de la Revolución Mexicana, además opuestos como el caudillo agrario Emiliano Zapata y el dictador presidente contra el que se inició la revuelta revolucionaria, Porfirio Díaz, con los héroes de la Independencia que deben ser incluídos, por tradición histórica, en el Grito de Independencia. ¿Acaso fue un simple desliz o es que el amigo personal del secretario de Educación Pública quiso mandar un mensaje político desde Londres, ahora que en México hay quienes proponen reivindicar y redimensionar la figura y el papel histórico del general Díaz?
Hasta ahora, el movimiento reivindicador de Porfirio Díaz, a 100 años de su muerte en el exilio en París el 2 de julio de 1915, había sido tema de polémicas locales en algunos municipios del país donde se proponía erigir monumentos al también llamado “héroe de la batalla del 2 de abril” contra la invasión francesa. El diputado priísta de Oaxaca, Samuel Gurrión, propuso en julio pasado un punto de acuerdo en San Lázaro para que el gobierno mexicano ordenara la repatriación de los restos del general de la época de la Reforma para ser depositados en México, en donde, según el legislador, debían ser reconocidos como los de un “héroe” que prestó sus servicios a la República. La propuesta no sólo fue rechazada sino que la figura del diputado Gurrión se ha visto envuelta en la polémica porque en sus actividades políticas despliega un fuerte gasto económico, como la invitación “todo pagado” que hizo a su último informe en Oaxaca para casi 40 diputados priístas, con recursos que no tienen un origen claro, pues entre los oaxaqueños se comenta que varios de sus negocios —ferreterías y agencias automotrices— han quebrado en los últimos meses.
Pero más allá de la polémica, el tema del rescate histórico de don Porfirio Díaz ha sido alentado por varios documentales y programas difundidos en los canales y horarios estelares de Televisa, como Foro TV, Canal 5 y Canal de las Estrellas, donde se transmitieron el pasado 2 de julio una serie de programas titulados La Sombra de Don Porfirio en donde, con entrevistas, testimonios e investigación histórica, se revive la polémica sobre el múltiple papel de “héroe antiintervencionista, dictador y presidente promotor del desarrollo de México”. Sobre esos documentales, transmitidos varias veces en los canales de la empresa televisiva, el historiador Enrique Krauze comentó: “La historia ha sido injusta porque Porfirio Díaz, cuando renunció a la Presidencia, en mayo de 1911, pidió que la historia tuviera finalmente un juicio equilibrado, objetivo y balanceado sobre su régimen; y el juicio ha sido desequilibrado ya que se ha olvidado al constructor que fue Díaz”.
Así, la reivindicación del general Díaz, que durante décadas fue presentado por el sistema educativo de la era priísta como “el dictador, el villano y el general que se reelegió en el poder y permitió la explotación y la opresión de los campesinos”, hoy parece estar en marcha al tratar de rescatar la otra faceta de don Porfirio: la del héroe que peleó y ganó batallas contra los imperialistas, invasores y conservadores, y el presidente “que promovió el crecimiento, las comunicaciones y cambió el rostro del país (Televisa dixit).
La pregunta obligada, a partir de que el embajador mexicano en el Reino Unido vitoreara a Porfirio Diaz Mori en su Grito de Independencia —que además se realizó en el Museo “Alberto y Victoria” de Londres junto con un desfile de modas al que no fueron invitados muchos mexicanos radicados en aquel país—, es si el rescate histórico de un personaje condenado por décadas por la “historia oficial” es una política pública impulsada desde Los Pinos, donde el secretario Nuño sigue siendo un personaje de gran influencia —y si para no hacerlo de manera directa están utilizando personajes y medios cercanos para reabrir el debate histórico—. ¿Tiene algo que ver el reformismo de Peña con intentar rescatar a otro reformista de derecha como fue Don Porfirio?
NOTAS INDISCRETAS... A propósito de oaxaqueños polémicos, en el estado sureño la sucesión estatal se calentó esta semana con la aparición de un duro desplegado en el que atacaban al director del Infonavit, Alejandro Murat Hinojosa por sus declaradas aspiraciones a la gubernatura oaxaqueña. El desplegado aparecido en un diario del DF, cuyo costo fue de 350 mil pesos, fue firmado por Margarita García García, una ex diputada de Movimiento Ciudadano, que además trabajó en el gobierno de Gabino Cué. El agresivo desplegado que descalificaba al director de Infonavit, hijo del ex gobernador José Murat, provocó que partidos como Morena y MC se deslindarán del ataque y culparán directamente a Margarita como la “golpeadora” de otros intereses en contra de las aspiraciones del funcionario peñista. Particularmente llamó la atención una declaración de Félix Hernández, ex candidato de MC a diputado, quien le puso el cascabel al gato al señalar que hay una estrecha relación entre Margarita García y el ex gobernador priísta Ulises Ruiz Ortiz, quien según dicen habría financiado el costoso desplegado de una plana de 350 mil pesos. De ser cierto que Ulises estuvo detrás del ataque estaríamos entonces ante “fuego amigo” entre priístas y ante la reedición de una guerra sucia entre Murat y Ruiz, que ahora sería heredada al hijo del ex gobernador. Y no hay guerra más encarnizada que cuando se da entre correligionarios... En el Puerto de Mazatlán, hace algunos años asolado por la violencia del narcotráfico, la recuperación del turismo en los últimos años es importante. Un indicador que refleja esa recuperación, asociada a un nuevo clima de seguridad, es el regreso de los cruceros internacionales a Mazatlán. En estos momentos al menos 5 cruceros de distintas empresas atracan en el puerto sinaloense y sus paseantes pueden visitar las calles y lugares de este destino del Pacífico. Detrás de las políticas de seguridad que han dado resultado en el actual gobierno de Mario López Valdez está la mano de un colaborador muy cercano del gobernador: el secretario de Gobierno, Gerardo Vargas Landeros, quien encabeza el gabinete de seguridad estatal. Según los indicadores del gobierno estatal los delitos más graves en Mazatlán han disminuído hasta en un 20%, especialmente en lo que se refiere al secuestro, cobro de derecho de piso y extorsión. Y a partir de esas cifras, Malova intenta posicionar a Gerardo Vargas como su principal candidato a la gubernatura por el PRI, pues el actual secretario de Gobierno es militante priísta y ex diputado por ese partido, y sería la carta que buscarían posicionar desde el Palacio de Gobierno de Culiacán... Los dados cierran semana con Escalera. Buen tiro.
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