La decisión del Instituto Electoral del Estado de México de convocar a sesión “ininterrumpida” a partir de mañana para declarar “gobernador electo” a Alfredo del Mazo y otorgarle su constancia de mayoría, obedece más a la presión política y a la urgencia del PRI y Los Pinos que a un tema de tiempos legales por parte del órgano electoral. El nerviosismo que rodea al candidato priísta y a todo el Grupo Atlacomulco —ante el temor de perder “inversiones” y no cumplir compromisos pactados con consorcios empresariales que apoyaron a Del Mazo— ha hecho que el cuestionado presidente del IEEM, Pedro Zamudio Godínez, emita una convocatoria que, según el PAN y Morena, “viola los tiempos y etapas procesales” de los comicios mexiquenses, por lo que los dos partidos de oposición amenazan con pedir la remoción de los consejeros del instituto local.
Queda un mes y 7 días para que se produzca el cambio de poderes en el Estado de México, oficialmente la noche del 15 de septiembre, pero el IEEM decidió no esperar más a que fallara el Tribunal federal, y se apresta a consumar hoy la declaratoria del priísta Del Mazo como gobernador electo. Lo extraño es que, aún antes de saber el sentido de los fallos de los magistrados federales —o tal vez porque tienen información privilegiada y ya lo saben—, en el Instituto Electoral Mexiquense ya tienen listo el documento con la resolución que declara a Del Mazo como “gobernador electo” y procede a darle su constancia de mayoría.
Los dos partidos de oposición, que han descalificado e impugnado el proceso, buscan frenar la consumación anticipada del IEEM y ayer el PAN presentó un recurso ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación contra la convocatoria del instituto, que podría ser resuelto en las próximas horas, mientras que Morena, en voz de su candidata Delfina Gómez y su representante Horacio Duarte, amenazan con promover la remoción de todos los consejeros electorales del órgano local, por violentar las etapas procesales de los comicios mexiquenses.
En toda esta trama de presiones y nerviosismos del Grupo Atlacomulco, un personaje central ha sido Alfredo del Mazo González, padre del candidato del PRI y quién opera desde sus oficinas en Toluca para que, con apoyo de Los Pinos y del gobierno estatal, ya se otorgue la constancia de mayoría a su vástago. Los intereses económicos y políticos en juego son muchos y se habla no sólo de presiones al interior del grupo político mexiquense, del que forma parte el propio presidente Peña Nieto, sino también de empresarios que aportaron “generosas” sumas a la campaña de Del Mazo y que ven igualmente con nerviosismo la incertidumbre sobre si el junior podrá finalmente sentarse en el Palacio de Gobierno de Toluca y cumplir con los compromisos que se hicieron con esos grupos económicos y de poder que lo apoyaron en la entidad mexiquense.
El IEEM se apresta así a consumar una elección que ellos mismos organizaron con todos los vicios de origen en las campañas y con las impresionantes cantidades de dinero público y privado (se calcula que hasta 15 mil millones de pesos) que se destinaron a la campaña priísta de Alfredo del Mazo Maza, ante la complacencia de los órganos electorales nacionales. ¿Terminará el Tribunal federal por validar la consumación anticipada de todo ese proceso?
NOTAS INDISCRETAS… A propósito de los comicios mexiquenses, un detallado estudio sobre las votaciones del 4 de junio en esa entidad, realizado por José Merino y Carolina Torreblanca para la Revista Nexos, concluye que fueron tres municipios rurales, Villa Victoria, San Felipe del Progreso y San José del Rincón, en los que más votos obtuvo Del Mazo y sólo esos tres significaron 40% de la diferencia total que el priísta le sacó a la candidata de Morena, Delfina Gómez. También concluye que buena parte de los votos que perdió el PRI en esta elección (casi 1 millón) se fueron a Morena, que le arrebató a los priístas 44% de las secciones electorales que habían ganado en 2015. Es decir, que los votantes de Morena en el Estado de México fueron en buena parte priístas, mientras que el voto del PAN también se dividió entre Morena y el PRI… Los datos del estudio de Merino y Torreblanca confirman lo que pasa en varios estados: priístas que se fugan a Morena. Es el caso del ex gobernador de Chihuahua, Patricio Martínez, quien, tras ser un duro crítico de su partido, ya está en tratos con Morena para sumarse al proyecto de López Obrador. También en Sinaloa, aunque ya no es priísta, el ex gobernador Mario López Váldez, junto con su ex secretario de Gobierno, Gerardo Vargas, él sí priísta, se reunieron hace unas semanas con Andrés Manuel, en una cena en Culiacán, realizada en la casa del director del diario El Debate, para hablar de una posible adhesión a Morena ¿Será que habrá más tránsfugas priístas que se acerquen a Morena en los estados?... Los dados mandan Serpiente. Caída libre.
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