Pase lo que pase en su XXII Asamblea Nacional que inicia esta semana: la apertura de candados o mantenerlos cerrados, el cónclave priísta transcurrirá en un entorno real de mala percepción de los ciudadanos sobre el PRI, agravada con los negativos del gobierno de Enrique Peña Nieto. El dilema en esta Asamblea es ¿con quién van a jugar los priístas?, ¿con el Presidente o con los grupos de la vieja guardia del priísmo? De eso dependen las decisiones de la sucesión 2018: si se abren candados por consenso, Peña se fortalece y maneja sus tiempos y cartas para la sucesión (Meade, Nuño, etc.), si en cambio se mantienen los candados, el PRI se cierra y se imponen el “viejo PRI”, con lo que el presidente pierde control y se forzaría el destape de un candidato presidencial a más tardar en noviembre (Osorio, Narro) para anticipar su promoción y posicionamiento.

Son las conclusiones de un detallado análisis metodológico realizado por el analista Jorge Rojas, reconocido estudioso de escenarios e integrante de la consultora internacional Wikistrat, en la que analiza temas políticos y de seguridad tanto nacionales como internacionales. La “práctica política del PRI” apunta históricamente a la protección de las “viejas formas” y la imposición a ultranza, y en ese sentido el actor central es el presidente Peña Nieto, quien tendrá que asumir los costos directos de esta Asamblea. Peña ya logró, en la última Asamblea (la XXI, marzo 2013), una apertura histórica en los estatutos del PRI para impulsar sus reformas estructurales (privatización petrolera), y aunque ahora las condiciones son diferentes, “él aún es el presidente”, dice Rojas. “La última carta del presidente es vital para él mismo, para su gobierno y para el PRI”.

Utilizando metodologías (Gary Citrebaum y Wayne Michael Hall) para recolección y procesamiento de datos y análisis de inteligencia, el analista construyó cuatro escenarios posibles para la Asamblea del PRI. El escenario 1, denominado “Apertura Ciudadana” considera que se abran los candados con un consenso total en la votación y manifestaciones favorables de los grupos en oposición. En ese caso habría una “victoria total del Presidente”, el CEN del PRI se ajusta a los acuerdos y en ese escenario caben actores como José Antonio Meade, Aurelio Nuño Mayer y hasta José Narro.

El escenario 2 “Círculo Cerrado”, ocurre si se mantienen los candados, con lo que se cierra la posibilidad de apertura a ciudadanos en el PRI. En ese caso prevalece la imposición del “viejo PRI” y el partido manifiesta unidad pero queda una brecha “no pública” con el Presidente. Sería la primera gran ruptura previa a la designación de candidato; habría imposición de tiempos y reglas para candidaturas (Presidente, gobernadores, Senado y diputados). Sería una derrota para Peña y habría renovación del CEN del PRI. En este escenario sólo cabe un actor: Miguel Ángel Osorio Chong, sostiene Jorge Rojas.

El escenario 3 “Confrontación Concertada”, sucedería si hay una apertura de candados condicionada a un manifiesto de afiliación de ciudadanos que aspiren a la candidatura presidencial. Habría una fotografía triunfalista, pero “heridas” para sanar. Sería una victoria parcial del Presidente y habría un “pago de cuotas” de “alto costo” a grupos de poder. Y en este escenario, según el analista, caben los actores del escenario 1 (Meade, Nuño y Narro) pero con imposición de posiciones del actor unitario del escenario 2 (Osorio).

Y finalmente el Escenario 4 de la Asamblea priÍsta sería el de “Fractura Crítica” y significaría que hay una crisis y revuelta en la Mesa de Estatutos. Se rompe el quórum de la Asamblea y se obliga en forma histórica a convocar a una Asamblea Extraordinaria. Esto forzaría negociaciones emergentes y el surgimiento de cuadros y alternativas emergentes. Tendría que haber una “concertación de crisis”, que obligaría a un acuerdo de gobernabilidad, siendo el Senado y los gobernadores los cuadros primarios para la candidatura presidencial, señala el análisis de Jorge Rojas.

¿Cuál de los cuatro escenarios veremos en la Asamblea priísta? La incógnita se despeja esta semana.

NOTAS INDISCRETAS…Mientras el Instituto Electoral del Estado de México se apresta a instalarse en sesión este miércoles para otorgar a Alfredo del Mazo su constancia de mayoría y declararlo “gobernador electo”, sin que el Tribunal Electoral federal resuelva aún las impugnaciones de Morena, en el círculo cercano de Del Mazo ya suenan nombres para los puestos de gobierno. Por ejemplo, Francisco Sarmiento, quien dicen fue brazo derecho del candidato en la campaña, suena para ser el Jefe de Gabinete. Si el Trife no dice otra cosa, Alfredo del Mazo tomaría posesión el 15 de septiembre próximo. Y todo indica que los magistrados federales, igual que los consejeros del INE, no dirán ni pío sobre la cuestionada elección mexiquense…Escalera mandan los dados. La semana promete.

sgarciasoto@hotmail.com

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