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En los altos niveles del gabinete se da por hecho que, tras la tragedia del socavón en el flamante Paso Exprés de Cuernavaca, habrá un cambio obligado en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. De hecho, la versión que surge desde las entrañas del Grupo Atlacomulco y que confirman en Los Pinos, es que desde hace algunas semanas estaba decidida la salida de Gerardo Ruiz Esparza —producto de pugnas al interior del gabinete y del grupo político que rodea a Peña Nieto— pero que la aparición de esta oquedad repentina, en una de las obras de infraestructura más publicitadas del sexenio, les dio la “coyuntura perfecta” a los grupos que pedían el relevo en la SCT al Presidente.
Es cuestión de días, y tras algunos “peritajes” que ordenó Peña —“no adelanten juicios”—, para que se concrete la renuncia de Ruiz Esparza, dicen las fuentes consultadas, que precisan que hoy el titular de la SCT se iría no sólo por la presión social, política y mediática que desató el hundimiento en la autopista exprés de Cuernavaca y la tragedia por la muerte de dos personas, Juan Mena López y su hijo Juan Mena Romero, sino también por las fuertes pugnas que se viven entre los políticos mexiquenses que tienen intereses y contratos en los grandes proyectos de infraestructura del sexenio, muchos de ellos en torno al Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, una obra que es sólo la cara visible de muchas más inversiones, proyectos y obras que se tienen planeadas alrededor de la terminal aeroportuaria y que están pensadas como millonarios negocios transexenales para el actual grupo en el poder.
Por ejemplo, el retraso evidente en los trabajos de construcción del Nuevo Aeropuerto, que oficialmente lleva un avance de apenas 10%, cuando está proyectado que al finalizar el sexenio registre el 40% de avance, se reflejan en el retraso de obras tan básicas como la construcción de las bardas perimetrales. A la fecha esas bardas no han podido ser terminadas porque varias de la compañía contratadas se niegan a pagar prestaciones a los trabajadores, lo que ha desatado conflictos y paros de los sindicatos que están retrasando el avance de estos muros. Es tal el conflicto sindical y el desorden, que ya se habla de que el Ejército, con una licitación “urgente” que se justificaría por ser “instalaciones de seguridad nacional”, va a tener que entrar a terminar todas las bardas que rodearán a la nueva terminal, con la Sedena como constructora.
De hecho, los críticos de Ruiz Esparza dentro del gabinete y del Grupo Atlacomulco, que están aprovechando el socavón para exigir la cabeza de su paisano, afirman que el avance real de las obras del aeropuerto, a un año y meses de que termine el sexenio, son en realidad del 5%, pues el otro 5% que se maneja oficialmente se encuentra aún en papeleos burocráticos, es decir que está comprometido y asignado, pero no han comenzado a ejecutarse las obras y trabajos. Hay también retraso, afirman, en varios proyectos importantes y estratégicos fuera del aeropuerto, como un centro logístico que se debe construir en Ciudad Nezahualcóyotl y otro centro operativo que se ubica en Chimalhuacán para el manejo de cargas y mercancías que llegarán a la nueva terminal aérea capitalina. La reciente información difundida sobre los camiones que transportan rocas y materiales a las obras del nuevo aeropuerto y que se abastecen en el mercado negro de gasolina y diesel que hay en los alrededores, fue algo que también le achacaron a la lista negra del titular de Comunicaciones.
En defensa de Ruiz Esparza, comentan las fuentes, Alfredo del Mazo padre e hijo, han frenado su salida, pero los intereses que está afectando el secretario, más los retrasos en el Nuevo Aeropuerto y el socavón en el Paso Exprés de Cuernavaca, le han dado a sus enemigos dentro del gabinete y el grupo mexiquense los argumentos perfectos para empujar su destitución ante el presidente Peña Nieto. ¿Cuánto tardarán en Los Pinos en procesar y aceptar una renuncia que ya les pedían en su mismo grupo y que ahora es un clamor de sectores, medios y sociedad por la corrupción y la negligencia que se exhibió en el hoyo de 5 metros de profundidad hecho al gobierno de Peña?
La buena suerte de los Miguel. A propósito de las grandes obras y contratos de infraestructura otorgados en este sexenio, en donde ya es común que las obras dupliquen su precio original, alarguen su tiempo estimado de construcción y se adjudiquen a las compañías que no siempre fueron las mejor calificadas en los “puntajes técnicos” que se inventó la SCT en esta administración (favor de asomarse al socavón), a la lista de compañías extranjeras “favoritas” y beneficiadas de este sexenio, en la que figura en primerísimo lugar OHL y sus distintas empresa asociadas, una de ellas Aldessa, se suman otras de orígenes también ibéricos y cuyos socios tienen una estrecha relación con la Presidencia de la República.
Nos referimos a Mota Engil, la constructora portuguesa que, en apenas tres años, pasó de ser una empresa casi en quiebra a convertirse en una de las compañías que más contratos millonarios recibe en México y en otros países, todo de la mano del empresario mexiquense José Miguel, para mayores señas, el amigo que cada fin de semana acompaña al presidente Peña Nieto a practicar golf. Pepe Miguel, como le conocen en los medios políticos y empresariales, ha visto llegar la fortuna en los últimos tres años gracias a sus cercanas relaciones con el poder y ha obtenido contratos diversos en las obras más grandes e importantes del sexenio, lo mismo en carreteras que en la ampliación del Puerto de Veracruz, en el Nuevo Aeropuerto o en la conservación de las carreteras federales, donde apenas en octubre pasado la SCT, precisamente de Ruiz Esparza, le otorgó un contrato multianual para reparar carreteras por 4 mil 500 millones de pesos.
Cercanos al Presidente desde que era candidato, cuando le rentaron una casa en Las Lomas para la transición de gobierno, los Miguel, Alfredo el padre y José el hijo, son parte de la “casta mexiquense” de empresarios que se han beneficiado y asociado con políticos del actual gobierno para la realización de obras y la obtención de contratos. Junto con Juan Armando Hinojosa, eran parte del grupo selecto de compañías que ya en el Edomex habían hecho negocios millonarios con el grupo gobernante y que masificaron sus contratos y ganancias con la llegada al gobierno federal de sus amigos y socios políticos.
De hecho, el despegue de Mota Engil, de Pepe Miguel, que ha desatado la ira de muchas compañías constructoras nacionales, que se han quejado de “favoritismo y tráfico de influencias” de la firma portuguesa, coincide en tiempo —los últimos tres años— con el declive de Grupo Higa, de Hinojosa, que tras el escándalo de la Casa Blanca, en 2014, fue relegado y perdió su condición de favorito en los contratos federales.
¿Será que Pepe Miguel tiene el swing perfecto? Porque de plano en este sexenio anotó en los 18 hoyos y ha ganado el torneo de golf más millonario que haya existido.
Notas indiscretas… A propósito del grupo mexiquense, en el círculo cercano de Alfredo del Mazo Maza, virtual gobernador del Estado de México, hay mucho nerviosismo. Tal vez no tanto como el del priísmo de Coahuila, pero de que están nerviosos, lo están. Y es qué hasta la fecha, y a pesar de que ya los principales partidos de oposición, Morena de López Obrador, y el PAN de Ricardo Anaya, bajaron la guardia y el tono de sus impugnaciones, el Instituto Nacional Electoral no le ha otorgado aún a Del Mazo la “constancia de mayoría” que lo acredite como gobernador electo. Aunque no se ve hasta ahora complicación para que se la otorguen, pues el INE mantiene su extraña actitud de “no meterse” en temas como el rebase de topes de campaña que sí cuestionó en Coahuila, Nayarit y Veracruz, la larga espera ha puesto nervioso a Del mazo y a los priístas mexiquenses, entre otras cosas, comentan allegados al candidato, “hay compromisos, inversiones y proyectos comprometidos con empresarios que apoyaron la campaña” y que estarían frenados hasta en tanto no se le declare oficialmente gobernador. Al final el junior es fiel representante del Grupo Atlacomulco, en el que negocios y poder van de la mano. De ahí su nerviosismo millonario… Y hablando de gobernadores, el de Sinaloa, Quirino Ordaz, está pensando seriamente en mandarles un regalo a los diputados federales de su estado. Dicen que Quirino quiere mandarles un despertador a los integrantes de la bancada sinaloense en San Lázaro, para ver si así despiertan del letargo en que se encuentran. Y es que en Culiacán se quejan de que los 11 diputados federales, comandados por David López, están algo “pasmados” y haciendo poca gestión y labor a favor de su estado, sobre todo en materia de presupuesto federal del próximo año, que ya se empieza a discutir en los corrillos de la Secretaría de Hacienda y la Cámara de Diputados. “Hay mucha representatividad pero poca productividad”, han cuestionado en algunos medios locales sobre el poco trabajo y la desunión que se vive en el grupo sinaloense de San Lázaro. Ni siquiera figuras experimentadas como Enrique Jackson y otros vicecoordinadores del PRI como Félix Tamayo, se ven empujando proyectos y recursos para el estado. Incluso hay quejas porque la enfermedad de David López ha mermado su operación como coordinador, lo que se refleja en la desunión y poca actividad de la bancada. Sólo la diputada Gloria Himelda Félix se ve movida en la Mesa Directiva, pero otros como el priísta Germán Escobar desperdician presidencias de comisiones como la de Agricultura en beneficio de su entidad, mientras que Martha Tamayo no aprovecha su ascendencia como parte de la burbuja del coordinador César Camacho. En fin, que a ver si llegan los despertadores a las oficinas de los diputados de Sinaloa… Se detienen los dados. Escalera doble. Buena semana.
sgarciasoto@hotmail.com