Los recientes guiños y acercamientos públicos entre Miguel Ángel Mancera y Ricardo Monreal Ávila no fueron del todo inofensivos. Detrás de los elogios y reconocimientos mutuos entre el jefe de Gobierno y el jefe delegacional en Cuauhtémoc hay una coincidencia política que los ha ido acercando y los ha puesto en la ruta de algo que de realizarse, cambiaría el escenario de la próxima sucesión capitalina: una alianza entre el PRD-PAN, MC y otros partidos que podrían sumarse, como el Verde y el PRI, para postular en 2018 a Ricardo Monreal como candidato a jefe de Gobierno y disputarle a Morena y al lopezobradorismo el gobierno de la Ciudad de México en los comicios de 2018.

La propuesta de alianza apenas se ha planteado, pero ya hay partidos que se han acercado a Monreal a expresar su interés de ir en una coalición si el zacatecano abandona Morena. Incluso se ha planteado la posibilidad de la fórmula Mancera-Monreal para 2018, el primero como candidato presidencial por el PRD, y el delegado en Cuauhtémoc como abanderado a jefe de Gobierno por una coalición más amplia, aunque eso pasa primero por las definiciones políticas que cada uno tome y por la construcción de las alianzas entre los distintos partidos.

Fuentes del PRD y del equipo monrealista confirman contactos y pláticas para evaluar la viabilidad de una alianza multipartidista con el zacatecano como candidato; partidos como MC y el PVEM han dicho que se sumarían a un frente para frenar al lopezobradorismo en la capital. “Monreal podría ser candidato de cualquier fórmula que lo postule, hay pláticas y acercamientos y ante la caída de Alejandra Barrales, luego del escándalo por sus propiedades no declaradas, Mancera evalúa la posibilidad de apoyarlo porque de otra manera no tendría un candidato con la fuerza suficiente para enfrentar a López Obrador y evitar que tome el gobierno capitalino”, comentó un senador perredista cercano a las conversaciones.

En el mismo equipo del jefe delegacional aceptan los contactos, aunque aclaran que “Monreal buscaría primero agotar sus posibilidades de ser candidato de Morena” y, a pesar del fuego amigo que ha recibido desde dentro de su mismo partido, “él está seguro de que les puede ganar a cualquiera de los aspirantes en una encuesta”. Aun así, denuncian que grupos internos, como el de Martí Batres, inducen una “cargada” en favor de Claudia Scheinbaum, en abierta violación a los estatutos internos de Morena que prohíben expresamente expresiones de ese tipo en su partido.

Veremos si la cercanía entre Miguel Ángel Mancera y Ricardo Monreal, que comenzó en 2015 como una relación de colaboración —que el propio Monreal reconoció que le ha costado un distanciamiento con López Obrador, en entrevista con EL UNIVERSAL— termina en una alianza política y electoral de varios partidos que vendría a revolucionar la sucesión por la jefatura de Gobierno de la CDMX y a cambiar el panorama actual de las encuestas sobre el triunfo de Morena y el lopezobradorismo. Una alianza de varios partidos con Monreal como candidato no sólo le disputaría a López Obrador el gobierno capitalino; también podría arrebatarle votación en su principal bastión para la elección presidencial de 2018.

NOTAS INDISCRETAS… En San Lázaro los diputados de la Comisión de Puertos, Aeropuertos y Aduanas están que trinan por el grosero plantón que les dio el director del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Alexandro Argudín Le Roy, quien no llegó a una cita con ellos el pasado 29 de marzo a las 10 de la mañana. Argudín nunca se disculpó con los legisladores y una semana después ni siquiera responde las llamadas de la presidenta de la comisión legislativa, Claudia Sánchez Juárez. Días antes el director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares tampoco se presentó a una cita con los diputados federales, aunque él sí llamó horas antes de la reunión para disculparse por “enfermedad de un familiar”. Algo les pasa a los funcionarios de la SCT que, o no saben que están obligados constitucionalmente a atender los requerimientos de información del Congreso o de plano no tienen educación. Y es que en el caso del director del AICM hay temas “urgentes” por los que lo habían llamado los diputados, entre ellos una denuncia de nepotismo y conflicto de interés por una concesión a una franquicia de restaurantes que operan en la Terminal 1, de la cual es socio un hijo de Argudín, además del tema de la seguridad y el tráfico de drogas en las instalaciones aeroportuarias y las constantes denuncias de pasajeros provenientes de Centro y Sudamérica, que se quejan de maltrato, revisiones excesivas y violaciones de derechos humanos sólo por sus países de procedencia. ¿Sabrá el secretario Ruiz Esparza de los desplantes de sus subalternos al Congreso y de los señalamientos de corrupción? Si lo sabe y no actúa, grave, si no lo sabe, peor… Los dados mandan Serpiente doble. Caída libre.

sgarciasoto@hotmail.com

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