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Esta semana el presidente Enrique Peña Nieto mandó tres mensajes que buscan contrarrestar la percepción generalizada de un gabinete dividido y enfrentado, y de un PRI derrotado y en la lona. Los dos primeros mensajes fueron en forma de imágenes, fotografías que intentan decir más que palabras, sembradas en medios de comunicación y eventos políticos; y el tercer mensaje llegó en el discurso del mandatario en el 88 aniversario del PRI el sábado pasado, donde Peña Nieto hizo a un lado la banda presidencial y se metió de lleno a la sucesión adelantada al arremeter contra la oposición —identificada sin mencionarlo como López Obrador— como “amenaza de retroceso”, mientras intentaba alejar la imagen de un priísmo acabado y negaba “pactar su derrota”.
Antes de ese discurso, en el que Peña cambió su tono mesurado y anodino para subirse a la arenga partidista y confirmar que no piensa entregar ni su estado ni el 2018 sin pelear como “jefe máximo” de un desgastado PRI, se publicó el jueves pasado una foto en primera plana de EL UNIVERSAL, con un claro mensaje político: en una mesa circular, durante una comida, posaban en la imagen, sonrientes, Luis Videgaray y Miguel Osorio, departiendo cordialmente para alejar versiones y rumores de enfrentamientos que arreciaron tras el regreso al gabinete del primero, mientras los secretarios de Defensa y Marina, Salvador Cienfuegos y Francisco Vidal, atestiguaban el encuentro.
La foto fue tomada durante una comida en el despacho del secretario de la Defensa, donde el poderoso canciller y el titular de Gobernación intentaron limar diferencias y mandar un mensaje de una unidad que no ha existido entre ambos. Porque después de la cena en casa de la embajadora Roberta Jacobson, el pasado 22 de enero, la exclusión de Osorio mostró las grietas en el gabinete cuando el titular de Gobernación no fue invitado (ya sea por decisión de los anfitriones, por petición de Videgaray o por ambos) cuando ahí estaba su par, John Kelly.
¿Sería decisión de Videgaray la comida y la difusión de la imagen de “trabajo en equipo” o sería orden del Presidente para acallar confrontaciones entre sus dos cabezas del gabinete? Para nadie es secreto que tras su regreso al gabinete, Videgaray ha buscado anular a Osorio Chong y sacarlo de las negociaciones con EU que él acapara y controla. Por eso, cuando supo que el titular de Gobernación se había movido y comunicado directamente con Kelly, en aquella llamada telefónica en la que le anunció su visita a México, el canciller entró en cólera. Después vino la exclusión de Osorio de la cena en Las Lomas, donde se trataron temas de seguridad y narcotráfico que corresponden, por ley, al secretario de Gobernación. Ese es el contexto de la foto donde Videgaray y Osorio se sentaron en la misma mesa con Cienfuegos y Soberón de testigos.
La otra foto se difundió el sábado pasado y fue captada durante el aniversario del PRI, en donde Peña Nieto le entregó a Manlio Fabio Beltrones la presea “Luis Donaldo Colosio”. La imagen del sonorense junto al Presidente llevaba también todo un mensaje que trata de ahuyentar los fantasmas de división y rebelión soterrada al interior de un priísmo inconforme y disgustado con el Presidente por permitirle a Videgaray y su grupo secuestrar a su partido. Beltrones acudió institucional a recibir el reconocimiento y la imagen tiene ese sentido.
Pero vale la pena preguntarse si lo que muestran esas imágenes, la de Videgaray y Osorio juntos, y la de un “priísmo unido” con Peña como “jefe de campaña” rumbo a 2018 con su discurso duro contra la oposición y la “amenaza” lopezobradorista, es unidad real y cohesión verdadera o si más bien estamos ante la ficción de un “gobierno de fotos”.
NOTAS INDISCRETAS… Quienes asistieron al Abierto Mexicano de Tenis no solo hablan de un evento deportivo bien organizado, con buen ambiente y proyección internacional; también destacan que, en medio de la crisis de seguridad que ha dañado a Acapulco, el puerto lucía pletórico. Y las cifras no mienten: 85% de ocupación toda la semana, derrama económica de 800 millones de pesos, récord de asistencia y una campaña turística y de promoción en 150 países que vieron el torneo. Otro indicador era la cantidad de aviones privados en el aeropuerto el fin de semana y las muchas personalidades en la final del torneo. Todos esos datos hacían que ayer celebraran en el gobierno de Héctor Astudillo una “recuperación de Acapulco”. Y es que vienen más eventos en el puerto, la reunión nacional de banqueros el 22 de marzo y el 27 el Tianguis Turístico internacional para el que ya se han registrado 85 países. Sin duda, económicamente las cosas mejoran en Acapulco y con ello en todo Guerrero, cuya economía depende del puerto, esa es una buena noticia. La pregunta ahora es ¿cuándo mejorará la seguridad y disminuirá la violencia en todo el estado?.. Los dados abren con Escalera. La semana promete.
sgarciasoto@hotmail.com