Por increíble que parezca, sobre todo en un sexenio donde Enrique Peña Nieto restauró con toda su fuerza la vieja práctica del “dedo presidencial” como el “gran elector” que decide y define a los candidatos a cargos de elección, surgen ahora en el PRI voces que comienzan a sugerirle al mismo Presidente que ese método se encuentra “agotado” y difícilmente le servirá para elegir al próximo candidato presidencial del priísmo. Entre esas voces, destacados priístas consideran que su partido “necesita innovar” y abrir el proceso de selección de su abanderado para 2018 y sugieren incluso una elección más abierta en la que los priístas puedan elegir de entre varios aspirantes a la sucesión del próximo año.

La propuesta, que ha llegado ya a oídos del Presidente, surge ante el escenario adverso que enfrenta el PRI rumbo a la sucesión presidencial. Y es que todas las encuestas sobre la carrera presidencial, incluida la más reciente que se atribuye a la Presidencia (Décima Cuarta Encuesta Proceso Electoral 2018) levantada del 23 al 27 de febrero y que circula ya en los corrillos políticos, confirman dos cosas: que la ventaja de AMLO de 6 a 8 puntos se mantiene en los distintos careos y combinaciones, y que también en todos los escenarios y con sus aspirantes mejor posicionados, Miguel Osorio Chong, José Narro Robles, Eruviel Ávila, Manlio Fabio Beltrones y hasta José Antonio Meade, el PRI no pasa del tercer lugar, siempre por debajo del PAN, con porcentajes que van de 16 a 19% máximo, según el aspirante tricolor y los contrincantes que le pongan.

La distancia de cualquiera de los priístas mencionados con relación al puntero López Obrador es de 12 y hasta de 14 puntos porcentuales, siendo el secretario de Salud, José Narro, quien según esa encuesta alcanza el mayor porcentaje, 19.02%, en una medición con Andrés Manuel con 29.6% y Margarita Zavala con 24.3%. En el mismo careo Osorio Chong registra 15.84%, Eruviel 16.77% y Manlio Fabio 14.93%.

Esos números son los que motivan a priístas de la cúpula a promover la idea de abrir la selección de su candidato a la Presidencia que se tendría que definir en próximos meses. “Tenemos que decirle al presidente Peña que el esquema con el que se ha definido hasta ahora a los candidatos a gobernador ya no va alcanzar para resolver la sucesión en el priísmo; el Presidente necesita innovar, abrir el proceso y dejar que corran ya varios aspirantes del partido de manera abierta para ayudar al PRI a reposicionarse en un entorno adverso en el que otros partidos y candidatos ya le llevan una importante ventaja”, dice un encumbrado dirigente tricolor.

El escenario para definir un cambio tan radical como el que empujan priístas, que pasaría por la aceptación de Los Pinos, sería la próxima 22 Asamblea Nacional del PRI, convocada para agosto próximo. “En la Asamblea —dice un priísta consultado— se podría delinear y definir un nuevo método con reglas claras y equitativas para todos los aspirantes y con una definición puntual de los tiempos y la forma de votación para elegir al próximo candidato priísta a 2018”.

La propuesta de abrir la elección del candidato presidencial del PRI parece lógica y podría ayudar a tomar oxígeno a un partido que en este momento, según analistas, académicos, empresarios y hasta algunos priístas de la cúpula, se encuentra “perdido” y confinado a un histórico tercer lugar en la carrera por la Presidencia. ¿Qué podría perder el PRI si optara por un esquema novedoso para elegir a su candidato ya sea con el voto de su militancia o de alguno de sus órganos de dirección interna como el Consejo Político o alguna Convención de Delegados? Tal vez no mucho, pero quien sí perdería el control férreo que ha tenido hasta ahora en las decisiones y designaciones de candidaturas del priísmo es el presidente Peña Nieto que tendría que cortarse o al menos podarse el “dedo” elector que fue restaurado en este sexenio. ¿Aceptaría Peña abrir un proceso en el que de entrada no parece haber un candidato definido de Los Pinos para dar un poco de oxígeno a su partido, al que, al menos desde afuera, muchos ven moribundo y en la lona?

NOTAS INDISCRETAS… En la elección del nuevo fiscal anticorrupción aún no hay nada para nadie. A pesar de que el Comité de Acompañamiento Ciudadano propuso cuatro nombres que considera idóneos: César Chávez, Manuel Hallivis, José Bernardo Rafael y Miguel Angel González, la realidad es que la decisión final corresponde a la Junta de Coordinación Política y ésta puede elegir aún entre los 23 aspirantes registrados. Los cuatro nombres son sólo una recomendación y no es vinculante para el Senado, aclaró el senador Héctor Yunes. Así que la moneda sigue en el aire… Los dados mandan Escalera doble. Mejora el tiro.

sgarciasoto@hotmail.com

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