El paradero de Javier Duarte de Ochoa es una incógnita. El gobernador con licencia fue visto por última vez el jueves en su casa del Club de Golf de Xalapa y después de eso su ubicación es un misterio. La versión de que habría volado el sábado desde el aeropuerto de la capital veracruzana parece cierta, pero no logra confirmar a donde se dirigió al abandonar el estado. Una versión dice que fue a Puebla o a la Ciudad de México, otra que voló a Yucatán y que de ahí habría salido del país con rumbo a Canadá sin tocar Estados Unidos. La PGR afirma, a través de voceros, “no tener esa información”, pero una ficha que circula entre fuentes del gobierno federal afirma que Duarte de Ochoa sigue en territorio mexicano y que estaría oculto en una casa entre el Estado de México y Michoacán, propiedad de un empresario amigo de un encumbrado senador del PRI.

Esas mismas fuentes que aseguran que Duarte no ha salido del país, afirman que el ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, sí abandonó territorio mexicano desde la semana pasada y que estaría ubicado en la ciudad de San Antonio, Texas, donde ya estaría siendo buscado por la Interpol. Pero en el caso del gobernador con licencia de Veracruz, las fuentes cercanas a Los Pinos dicen tener información de la PGR que ubica al mandatario veracruzano, contra el que se libró el lunes orden de aprehensión, en los límites de Michoacán y el Estado de México en una casa de una zona boscosa.

¿Cuál de todas las versiones y especulaciones será real sobre el paradero de Duarte? Lo único cierto en este momento es que ni las propias autoridades parecen saber dónde se encuentra y por lo tanto no pueden cumplimentar la orden de aprehensión, que por lo demás requiere primero de un juicio de procedencia ante el Congreso para quitarle el fuero constitucional que aún conserva. Mientras, en la vox populi de su estado y de la mayor parte del país, el gobernador veracruzano “ya se peló”, y hay incluso quienes afirman que antes de que le fuera librada la orden de aprehensión, la noche del lunes, fue avisado con oportunidad el fin de semana para que se escondiera ya sea dentro o fuera del país.

Una de esas especulaciones lo ubica en Vancouver, Canadá, donde estaba su amigo y socio Moisés Manzur y desde donde habló en un video difundido el lunes en televisión. Pero Manzur ya habría dejado el territorio canadiense y, según información atribuida a la Interpol, habría volado a Brasil, desde donde buscaría internarse en Paraguay.

Por lo pronto, mientras la PGR informa oficialmente sobre el paradero de Duarte, llama la atención que los dos delitos de los que acusaron al gobernador veracruzano, operaciones con dinero de procedencia ilícita y delincuencia organizada, son exactamente los mismos ilícitos que se le fincaron en su momento a la ex lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo, a la cual, a pesar de mantenerla presa en un hospital particular, la Procuraduría de la República no ha podido probarle, tres años y medio después de su detención, ninguna de las dos acusaciones financieras que, según abogados expertos, son de los delitos más difíciles de probar y sustentar para el Ministerio Público. ¿Por eso le formularon esos cargos?

No es buena señal que justo 48 horas antes de que le libraran la orden de aprehensión, el priísta haya desaparecido, como si alguien lo hubiera puesto sobre aviso o la PGR haya esperado a que se ocultara para solicitar la orden a un juez. Si se confirma la fuga, sería la constatación de que el entramado de corrupción y enriquecimiento de Javier Duarte alcanza, en algún punto y de algún modo, a las más altas esferas del gobierno federal y en concreto a la Presidencia de la República.

La actuación de las autoridades federales en las próximas horas será clave; porque nos dejará saber si estamos ante un hecho de ineptitud de la procuraduría y sus funcionarios o ante una vergonzosa y sucia complicidad de todo un gobierno, el del presidente Enrique Peña Nieto. Y si no estamos ante la farsa de un gobierno corrupto protegiendo a un gobernador corrupto.

NOTAS INDISCRETAS… Hoy a las 5:30 de la tarde en el Hotel Marriot de Polanco, el ex presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, reaparece en un foro del grupo Galileos del PRD, en el que se discutirá el tema de los gobiernos de coalición y la segunda vuelta electoral en México. Beltrones aprovechará el evento para presentar su iniciativa sobre gobiernos de coalición en caso de que un partido no logre una mayoría parlamentaria en el Congreso. Junto al sonorense estarán invitados el senador Roberto Gil, del PAN, José Woldenberg, ex presidente del IFE, y los anfitriones Guadalupe Acosta y Fernando Belaunzarán, como moderador… Giran los dados. Serpiente. Falla el tiro.

sgarciasoto@hotmail.com

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