El lunes 12 de septiembre, cuando ya era secretario de Desarrollo Social, Luis Miranda Nava llegó muy temprano al aeropuerto “Albino Corzo”, en las afueras de Tuxtla Gutiérrez, en una aeronave del gobierno federal. Llevaba el último encargo del presidente Enrique Peña Nieto como el mediador ante la CNTE, papel que desempeñó desde la Subsecretaría de Gobernación: terminar con el plantón y el paro de las secciones 7 y 40 de la Coordinadora en el estado de Chiapas y que pudiera iniciar el ciclo escolar en más de 19 mil escuelas del estado y 1 millón 700 mil alumnos pudieran por fin iniciar el ciclo escolar 2016-2017.

Junto con Miranda llegó otro funcionario federal no identificado y en el aeropuerto ya lo esperaba el gobernador Manuel Velasco, acompañado de sus secretarios de Gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda, y de Seguridad, José Luis Llavén. Miranda bajó de la aeronave procedente de Toluca y se trasladó a una sala preparada para la reunión en el aeropuerto, donde ya lo esperaban, por parte de la CNTE, el dirigente Pedro Gómez Bamaca y 30 representantes de las secciones 7 y 40 del magisterio chiapaneco.

“Yo vengo aquí por el compromiso que hice con ustedes de llegar a un acuerdo para poner fin al paro. Aunque ya no estoy en Gobernación, tengo el encargo directo de terminar este asunto y lo vamos a hacer cumpliendo los acuerdos que me solicitaron”, dijo el recién designado titular de Sedesol, que nunca mencionó al titular de la SEP, Aurelio Nuño. Unos días después, el 20 de septiembre, Miranda acuñaría en Querétaro su frase célebre de “Pártanle la madre a los malos”, al llamar a los queretanos a combatir a los delincuentes.

Miranda confirmaba así que su amigo y compadre, el presidente Peña Nieto, lo envió a terminar con el último plantón y paro de la CNTE que se negaba a reiniciar el ciclo escolar, luego de que ya habían cedido las combativas secciones 22 de Oaxaca, y las dirigencias de Michoacán y Guerrero. Y con esa autoridad, comenzó la negociación final con los dirigentes de las secciones 7 y 40.

Se pospone la reforma hasta 2018 y cuentas descongeladas. De los 11 acuerdos que Luis Miranda hizo con los dirigentes chiapanecos de la CNTE, el primero y más importante para el magisterio disidente fue el “compromiso del gobierno estatal y federal de no aplicar la reforma educativa —evaluaciones de promoción y permanencia— por lo que resta del sexenio. Es decir, que no se evaluaría a los maestros chiapanecos hasta después de 2018. Ese acuerdo, que después sería difundido por los dirigentes de las secciones 7 y 40 como su gran “triunfo” y negado hasta el cansancio por el titular de la SEP, Aurelio Nuño, fue el primero en hablarse en la reunión. Después vinieron los otros 10: reconocimiento a “la bilateralidad de las comisiones mixtas en Chiapas SEP-SNTE (ascensos, cambios, promociones, contrataciones, permutas, de todos los niveles). En el caso de Secundarias Técnicas y Generales se compromete en reconocer el proceso de cambios y ascensos anteriores, generando el pago correspondiente”. “Pago inmediato de adeudo a comisionados sindicales con recursos del gobierno del estado hasta diciembre, y a partir de enero con recursos del FONE, entrega de comisión sindical y pago de adeudo de interinos de integrantes del comité seccional”.

También se autorizó a la CNTE que “para los normalistas y UPN 2016, presentarán examen el 25 de octubre de 2016, previa capacitación y para aquellos que no aprueben seguir preparándose, dándoles una beca de 7 mil pesos mensuales hasta aprobar el examen, garantizando su plaza base para todos”. Se les ofreció “el pago inmediato del adeudo para los profesores 2015 y quincenas hasta diciembre con recursos del gobierno del estado y a partir del 1 de enero de 2017, serán dados de alta al Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE)”.

En materia de infraestructura, el gobierno federal, a través de Miranda, se comprometió a aportar 150 millones de pesos o más, bajo el formato de listas de escuelas beneficiadas a través de las comisiones de la Sección 7 y 40. Para el caso de la convocatoria para el relevo de la dirigencia sindical en la Sección 40, se comprometieron los funcionarios estatales y federales a ser “interlocutores” ante el SNTE para generar una reunión entre las partes para acordar la emisión de la convocatoria. “Para el caso de los depósitos del FONE a la Caja de Ahorro, Fideicomiso (FABES), se harán de inmediato y en esta semana se programará una reunión con (el) Oficial Mayor de la SEP”.

En el caso del Nivel Medio Superior, el compromiso del ex subsecretario de Gobernación, ahora secretario de Desarrollo Social, fue “encabezar una mesa de trabajo de inmediato con Rodolfo Tuirán, subsecretario de Educación Media Superior, con carácter resolutivo”. Y sobre las 2 mil 700 plazas no conciliadas de Chiapas, se hizo el compromiso para que en dos o tres semanas se convoque a la Secretaría de Hacienda federal, Hacienda de Chiapas y SEP, a una reunión para avanzar en ese propósito”.

Y finalmente, el último compromiso de Miranda fue que si levantaban el paro, se les va “limpiar de todo proceso jurídico (registros de atención, actas administrativas, expedientes jurídicos, carpetas de investigación, eliminando órdenes de aprehensión, etc.) a los trabajadores de la educación, padres de familia y otros referentes (organizaciones sociales) de Chiapas, generadas por el movimiento sindical”.

Pasado el mediodía del lunes 12 de septiembre los 30 dirigentes de la CNTE chiapaneca, salieron del aeropuerto “Albino Corzo” con los 11 compromisos bajo el brazo, que irían a someter a la “consulta de sus bases” antes de levantar el paro y el plantón en el estado. Miranda volvió en su helicóptero del Estado Mayor a la Ciudad de México y el gobernador Velasco se encargó de dar seguimiento a la consulta del magisterio disidente para tomar su decisión.

La noche del 15 de septiembre el gobernador fue notificado de que las bases de las dos secciones de la Coordinadora habían aprobado por mayoría los ventajosos acuerdos que les propuso Miranda y comenzó esa noche el retiro del plantón que llevaba cuatro meses en las calles de la capital chiapaneca, y para el sábado 17 se haría el anuncio formal del fin del paro y el reinicio del ciclo escolar el lunes 19 de septiembre.

Los dirigentes de la CNTE saldrían entonces a los medios a cantar su victoria y a cacarear los acuerdos y concesiones que les dio Miranda Nava con la autoridad presidencial. Luego saldría el secretario de Educación Aurelio Nuño a decir que “es absolutamente falso que se haya negociado con alguna sección sindical de la Coordinadora para frenar la reforma educativa en Chiapas”. No sería la primera vez que los “nunca”, los “jamás” y los “absolutos” de Nuño quedaran después en ridículo, cuando la realidad termine por desmentir y contradecir al secretario de Educación que, en los hechos, fue marginado una vez más por el Presidente, que le dio a Miranda todo el poder y la autoridad para negociar el fin del paro magisterial en Chiapas.

NOTAS INDISCRETAS… Dos perlas declarativas que confirman que el mal mayor de nuestros gobernantes es que viven encerrados en su mundo de “fantasía e irrealidad”, donde ellos creen que la realidad es la que se inventan y no la que vivimos la mayoría de los mexicanos. La primera, del presidente Peña Nieto que, en su afán de justificar su “error histórico” (“estupidez”, dirían muchos) de invitar a Los Pinos a Donald Trump, salió esta semana a decir en varias entrevistas que “lo que yo hice fue privilegiar el diálogo y tender puentes de plata (con un necio y fascista como Trump)”. Peña no sólo va a contracorriente del sentir de la mayoría de los mexicanos, sino que insiste en convencernos de que veamos un acierto en el mayor desatino de su sexenio. La otra perla la regaló el fantasioso gobernador de Morelos, Graco Ramírez. Mientras su estado se incendia y se ahoga con la inseguridad y la violencia, y los gritos de “Fuera Graco” y “juicio político” de los morelenses no paran, él ahora se ve como Fiscal General de la República. “Soy abogado, tengo la tentación, quizá después de gobernador sería un entusiasta fiscal”. Ya antes el gobernador había dado muestras de su delirio fantasioso al decir que quería ser candidato presidencial y luego que “yo soy la opción de una alianza PAN-PRD”. Lo de Graco sí es un caso siquíatrico… Para tratar de revertir la crisis que le abrió Pablo de Antuñano con sus billetes en cajas de zapatos y sus fiestas regaladas, Ricardo Monreal nombró ayer a Zuleima Huidobro, ex diputada federal en la anterior Legislatura, como nueva directora Jurídica y de Gobierno de la delegación Cuauhtémoc. Con Zuleima, Monreal quiere alejar las sospechas de corrupción que le sembró su cercano Antuñano y presenta a la ex diputada como la “antítesis” de Pedro Pablo. Huidobro fue la legisladora que en San Lázaro denunció los “jugosos bonos” que se pagaban a los diputados de todos los partidos cada vez que se aprobaba una de las “reformas estructurales” del Presidente Peña Nieto. Y antes de ser designada fungía como la primera fiscal ciudadana anticorrupción en la delegación, figura creada por Monreal para recibir las denuncias de los ciudadanos sobre corrupción. El mensaje, dicen, es que Zuleima va a encargarse, ahora como directora de Gobierno, de “limpiar” toda la delegación de cualquier sospecha, denuncias y señalamientos sobre pago de soborbos y corrupción en materia de uso de suelo, licencias mercantiles, servicios, comercio ambulante y todo el mundo de corrupción que abunda en la delegación con la mayor actividad económica de la capital del país. ¿Le funcionará a Monreal la jugada para sortear el affaire De Antuñano?.. Los dados cierran con Escalera. Semana redonda.

sgarciasoto@hotmail.com

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