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Otra vez estamos atrapados por los extremos de la intolerancia. De un lado un gobierno sordo, del otro un liderazgo magisterial ciego. El ambiente que los dos provocan es asfixiante y sin embargo hay quien es capaz de imponer un tono inteligente a la conversación.
El domingo pasado, después de la tragedia de Nochixtlán, 32 presidencias municipales de la mixteca oaxaqueña signaron una carta que debería ser leída y escuchada por toda persona a quien este país le duela.
Transcribo algunos párrafos de esta misiva dirigida a los hombre y mujeres de buen entendimiento:
“Nosotros los pueblos mixtecos … seremos los últimos en aceptar la represión como forma de resolver los conflictos provocados… por (aquellos) que nunca quieren ver la realidad que vivimos”.
“Hoy levantamos la voz con indignación ante la voz que sale desde la Secretaría de Educación Pública, institución que una y otra vez provoca, agrede (y) amenaza; (es) insensible, sorda ante el diálogo e incita al descontento y la rebelión”.
“¿De qué educación habla … la reforma educativa? Si la reforma… es represión, la repudiamos. Si la reforma educativa es sometimiento, no la queremos.
Si la reforma educativa es incapacidad de dar a los profesores oaxaqueños razones para crecer… no sirve.”
“Si… la reforma educativa… rechaza el sentido comunitario, de consenso, de identidad, y nuestra cultura milenaria no se ve reflejada ni incluida, es una reforma para otro mundo, pero no para nuestros pueblos oaxaqueños, ni para el país”.
“Profesores no estamos contra ustedes. Sin embargo estamos ciertos (de) que la lucha por la justicia social no implica violencia, no significa paralizar y dañar a los transeúntes, a los campesinos, a los estudiantes. Los métodos que han utilizado no los compartimos porque ponen en peligro la vida de miles de ciudadanos.
Queremos profesores con compromiso ... Queremos compromiso principalmente con los estudiantes y con los pueblos.
Por el bien de nuestros hijos e hijas … pedimos se sumen a nosotros para exigir al Presidente de la República y a los actores involucrados… el cese de la represión en Oaxaca... Cese a la ola de violencia con este rostro (reciente), porque la (otra) violencia del abandono y la pobreza la vivimos a diario.
Exigimos (también) la destitución de Aurelio Nuño Mayer, que lejos de educar para el bien, ha generado muerte.
Queremos el camino de la concordia y la conciliación para construir una educación que permita la superación de los pueblos, una educación que fomente la paz y el diálogo para dirimir diferencias, una educación que forme hombres y mujeres capaces de transformar a este país que se quiebra en la pérdida de valores y en la vergüenza.
Hoy con más energía y más coraje gritamos una y mil veces la voz que marca nuestra esencia: el respeto al derecho ajeno es la paz, fruto de la justicia”.
Tengo la convicción de que este argumento de los pueblos mixtecos de Oaxaca, en representación de sus presidentes municipales, no puede pasar desapercibido. No sólo tendría que atenderse por el Presidente de la República, sino por todo aquel que confíe en la conversación como forma privilegiada para superar las tragedias del país.
Desde esa región dolida de México hay una enseñanza sobre el uso prudente de las palabras y también sobre el ánimo deseable frente a las pulsiones desbordadas.
ZOOM: La comunidad mixteca no sabe aún que el secretario Aurelio Nuño está a punto de anunciar el futuro modelo educativo mexicano y que por soberbia olvidó consultarlo con ella y con el resto del país. Me temo que la tragedia de Nochixtlán es suficiente razón para mantener guardada en el cajón esa iniciativa formulada desde la lógica de la exclusión.
www.ricardoraphael.com
@ricardomraphael