De niños nos enseñaron a cruzar la calle en la ciudad real, pero todavía hay muchos que no saben cómo hacerlo en las avenidas de la ciudad virtual.

Ahí el material de nuestra intimidad puede ser utilizado para hacer daño y en algo somos responsables quienes no sabemos velar por él.

Gloria es una fotógrafa profesional que tomó una serie de imágenes de una modelo desnuda y luego las subió al sitio de internet donde expone su trabajo. Días después la persona retratada llamó para reclamarle porque esas fotografías habían sido colgadas en un blog dedicado a la pornografía.

Gloria recurrió a un correo dentro de ese sitio donde podían presentarse quejas y aclaraciones. En respuesta obtuvo una comunicación exigiendo 3 mil pesos si quería eliminar esas imágenes. Ella no cedió y fue entonces que comenzó el acoso.

En el sitio de referencia, junto a las fotos de la modelo, apareció una leyenda con el número celular de Gloria que decía: “Esta zorrita cobra 500 pesos. Garantizado. No es de agencia. Sólo mensajes y llamadas”.

A partir de ese día la fotógrafa fue acosada en su celular, lo mismo que en las redes. En Yucatercos, una de las cuentas de Facebook desde donde la agredieron, encontró a una comunidad integrada por más de 30 mil personas que comparte imágenes pornográficas.

El caso de Gloria está vinculado con el de otras 106 personas que, sufriendo patrones similares, han sido abusadas. El pasado 8 de mayo la Fiscalía Especial para Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) anunció el desmantelamiento de una red de delincuentes dedicados a extorsionar mujeres y menores de edad en la península de Yucatán.

La fiscal Ángela Quiroga Quiroga emitió un comunicado donde se narran otras historias de acoso y extorsión. Puso como ejemplo el de una menor que envió a su novio fotos propias en situaciones eróticas. Éstas terminaron en el blog antes referido. La menor se enteró cuando fue molestada a través de las redes sociales.

Igual que Gloria, la chica escribió al correo del sitio y en respuesta obtuvo dos mensajes requiriendo dinero para retirar el material o, de lo contrario, esas fotos precisas serían enviadas a familiares y amigos.

Al parecer los delincuentes contrataron jóvenes varones adolescentes con el objeto de convencer a chicas de su misma edad para que produjeran y enviaran fotos y videos que luego iban a ser utilizados con propósitos pornográficos.

Así es como dicha red obtuvo varias centenas de imágenes que, a pesar de lo que afirma la Procuraduría, continúan alojadas en internet en diversos sitios que todavía pueden consultarse.

De acuerdo con información publicada el martes pasado por EL UNIVERSAL, la PGR ya detuvo a tres integrantes de esta organización. Se les acusa por el delito de trata de personas en la modalidad de pornografía sobre menores de 18 años.

En las cuentas bancarias de los presuntos delincuentes se encontraron depósitos obtenidos presuntamente por extorsión, durante el año 2015.

La autoridad también descubrió que los responsables de esta red de pornografía habían confeccionado una base grande de datos donde, además de imágenes, estaban contenidos los nombres completos, domicilios, teléfonos de casa y celular y coordenadas de familiares y amigos, todo relacionado con las víctimas.

Gloria asegura que la autoridad en Yucatán no le ayudó cuando acudió a denunciar. Las autoridades de la Fevimtra afirman que esta red criminal no existe más y piden a la población que esté atenta para proporcionar mayor información.

ZOOM: ¿Es sólo por ingenuidad que alguien exhibe en la red su desnudez, la de sus amigos o la de sus hijos? El caso de Gloria, una fotógrafa profesional, es punto y a parte. Pero a la mayoría nos urge aprender a protegernos de la ciudad virtual —comprender sus riesgos— porque sólo así evitaremos violaciones a nuestra preciada intimidad.

www.ricardoraphael.com

@ricardomraphael

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