Parece ocioso preguntar si Ricardo Anaya, nuevo presidente del PAN, será independiente o si quedará en calidad de “pelele” de Gustavo Madero y de Rafael Moreno Valle.

Lo cierto, sin embargo, es que no se trata de una ociosidad. ¿Por qué?

Porque el futuro del PAN y del propio Anaya dependerá precisamente de la capacidad del queretano para sacudirse la tutela de su padre y su padrino político y para construir una nueva etapa en la vida de los azules.

Y es que no es novedad para nadie que Anaya llegó a la presidencia gracias al impulso de su padre político, el señor Gustavo Madero y que arrasó en la votación gracias al grosero acarreo de votos de centros de poder como Puebla, entre otros estados, en donde no se guardaron las formas para el manoseo de la elección interna.

Es decir, que en buena medida Ricardo Anaya es presidente del PAN gracias a las maniobras de Madero y a las movidas de Moreno Valle. Así, con la certeza de que el queretano Anaya es el presidente de Acción Nacional, pero también un incondicional, el de Chihuahua y el poblano tendrían segura la candidatura presidencial por el PAN, para 2018.

Esa es parte de la jugada que tejieron desde hace meses —y siempre con miras a la presidencial de 2018— Madero y Moreno, quienes tienen en Anaya a uno de sus principales alfiles.

Y las primeras decisiones en esa dirección las tomará Ricardo Anaya en los próximos días y en los meses por venir. Es decir que antes del 1 de septiembre Acción Nacional deberá nombrar al coordinador parlamentario de sus diputados federales. Y el casi seguro jefe de los le-gisladores será Gustavo Madero. Claro, siempre salvo algún imponderable.

Igual de importante para Ricardo Anaya y para la presidencia del PAN será el proceso para renovar el gobierno de Puebla. Como saben, en 2016 se renovarán gobiernos estatales en 12 entidades del país. Una de ellas es Puebla, de donde el gobernador saliente piensa saltar a la candidatura presidencial.

Y como queda claro, para que Moreno Valle aspire a ser candidato de los azules en 2018, tendrá que salir como ganador de la elección de junio en Puebla. En realidad, Puebla sería el único gobierno estatal de los 12 en disputa para 2016 que no ganaría el PRI. Es decir, que hoy se puede asegurar que Acción Nacional se alzará con la victoria en el gobierno de Puebla.

¿Y por qué la certeza de la derrota del PRI y la victoria del PAN en tierras camoteras?

Porque abundan los indicios de que existe un acuerdo, negociación o pacto entre el PRI y el PAN respecto a Puebla. ¿Tienen dudas?

Basta revisar algunas de las recientes entrevistas que con motivo de su llegada a la presidencia del tricolor ofreció Manlio Fabio Beltrones. Dijo el sonorense en todos los tonos —recio y quedito—, que en 2016 el PRI no obtendrá carro completo.

Aquí basta agregar que una de las cualidades fundamentales de Beltrones es que cumple la palabra empeñada —una de las cualidades que más le reconocen adversarios y amigos—, y nunca se retracta de sus acuerdos. Pero si aún existen dudas, vale preguntar. ¿Qué otra elección estatal podría perder el PRI en 2016? En rigor, la única es Puebla.

Pero hay más. ¿Cómo sabe Beltrones que no habrá carro completo para el PRI en 2016? Porque tiene el control de su partido.

Por lo pronto, todo apunta a que Ricardo Anaya será un pelele de Madero y Moreno Valle. Al tiempo.

EN EL CAMINO. Por cierto, mal empieza Anaya en el PAN. Resulta que Santiago Creel le impuso al nuevo vocero, a Felipe de Jesús González, uno de los peores en la vocería.

twitter: @ricardoalemanmx

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