Más Información
Felipe Calderón y Margarita Zavala festejan Navidad con sus hijos; “les mandamos nuestros mejores deseos”, expresan
Adriana Malvido invita a unirse al nuevo movimiento ambiental ABC/MX; convoca a la juventud para enfrentar la crisis climática
José Ramón López Beltrán y su familia agradecen apoyo con foto navideña; “nos sentimos muy afortunados”, dicen
Claudia Sheinbaum y Jesús Tarriba envían mensaje a mexicanos; “gracias por lo que hacen por sus familias y por México”
Decomisan arsenal, granadas y equipo táctico en Pantelhó, Chiapas; catean rancho tras enfrentamiento
El pasado lunes —como oportunamente informó EL UNIVERSAL—, circuló un audio en el que supuestamente Gustavo Madero se queja de que la gestión de su hijo político, Ricardo Anaya, lo habría vetado de la jefatura de los diputados federales azules.
Hoy podemos confirmar que —según fuentes bien informadas del PAN— el audio es parte de un montaje salido de la propia oficina de Madero y difundido por sus leales para sustentar la versión de que fue excluido de la dirigencia de Anaya. Con ello se busca disolver la sospecha de que el verdadero mandamás en la gestión de Anaya se llama Gustavo Madero.
Lo curioso es que el joven maravilla aún no se acomoda en la silla de presidente y ya enfrenta severos escándalos derivados de una cultura política del engaño, la trampa y la transa.
Y si tienen dudas, van siete pruebas contundentes.
1.— Cuando Ricardo Anaya se registró como aspirante a la presidencia nacional del PAN presentó —conforme lo exigen los estatutos—, una montaña de firmas de apoyo a su candidatura. Generoso, el queretano presentó un total de 235 mil firmas.
2.— Lo curioso es que el domingo 16 de agosto —el día de la elección del PAN—, los votos depositados en las urnas a favor de Ricardo Anaya apenas llegaron a los 190 mil. Es decir, que Anaya consiguió más firmas que votos. O si se quiere, que el nuevo presidente del PAN habría comprado por lo menos 50 mil firmas. ¿Cuántos votos comprados habría?
3.— En el cochinero azul no se queda fuera Javier Corral, adversario de Anaya y quien fue aplastado en la elección. Resulta que Corral se registró como candidato con las 47 mil firmas que dicta el estatuto. Lo simpático es que el día de la votación sólo consiguió 38 mil votos a favor de su causa. Y es simpático porque luego del proselitismo perdió casi 10 mil firmas.
4.— Si se suman el número de firmas con las que se registraron como candidatos a la presidencia del PAN los señores Anaya y Corral —son en total 282 mil firmas—, y se comparan los votos que los dos consiguieron en las urnas en la elección del domingo 16 de agosto, resulta que la campaña de proselitismo sirvió para que perdieran, en conjunto, 60 mil simpatizantes.
5.— Dicho de otro modo, que la elección del PAN debe estar en los récords Guinness, ya que es la primera elección en la que se hace campaña electoral para perder votos, de manera deliberada. ¿Por qué? Porque los candidatos se inscribieron con 282 mil firmas de simpatizantes y luego de la campaña, de los spots, los mensajes, los actos y el proselitismo, sólo consiguieron, en total, 228 mil votos.
6.— Y si lo anterior es una grosera engañifa, también es un insulto que si el padrón de militantes del PAN es de 447 mil personas, hayan participado en el proceso apenas 228 mil simpatizantes. ¿Qué quiere decir lo anterior? Que Ricardo Anaya sólo fue votado por el 40% de los afiliados al PAN.
7.— Y frente a ese resultado salta la pregunta obligada. ¿Pues no que las nuevas reglas del PAN —esas reglas que presumió Gustavo Madero— habían sido para abrir la elección de dirigentes a los militantes en general? ¿No será que sólo sirvieron para engañar a los militantes del PAN? ¿No será que Ricardo Anaya es un presidente ilegítimo, espurio, que llegó a la dirigencia del pan a billetazos?
Y es que luego de la elección menudearon las acusaciones de trampas, compra de votos, cochupos, mano negra de gobiernos como el de Puebla, Veracruz y Guanajuato y toda clase de trampas, propias de los peores tiempos del PRI. El nuevo PAN y las nuevas mentiras de Ricardo Anaya, dirigente que se llena la boca con discursos de honestidad. Al tiempo.
Twitter: @ricardoalemanmx