Donald Trump cumple mañana cien días al frente de Estados Unidos. Los primeros cien días de un nuevo gobierno se han aceptado políticamente como el período mínimo a cumplir para evaluar rumbo, fuerza y apoyo. El insufrible multimillonario no sale bien librado de estos tres meses: luchas de poder, espionaje, dimisiones, bombardeos. En lo interno, no ha podido sacar adelante los proyectos que más votos le redituaron y es el presidente estadounidense más rechazado de los últimos tiempos; en lo externo, tiene al mundo viviendo las horas más peligrosas de su historia reciente, con amenazas reales de destrucción nuclear.

Los ya de por sí frágiles equilibrios internacionales han sido aceleradamente dislocados por Trump durante este mes de abril. Un rápido recuento:

Día 6: mientras cenaba con el líder chino Xi Jinping en su residencia de Mar-a-Lago, Florida, Trump ordena lanzar 59 misiles Tomahawk contra objetivos del gobierno sirio de Bashar al-Assad. Fue su respuesta al ataque lanzado dos días antes por Damasco contra milicias opositoras al régimen. Meses antes, en plena campaña, Trump le había dicho a Obama que era estúpido pensar involucrarse en la guerra civil de Siria. La escalada lleva a que Rusia, aliado de Siria, declare que su relación con EU había llegado al nivel más bajo de los últimos tiempos.

Día 12: Se sabe que, durante su encuentro con Xi Jinping en Estados Unidos, Trump le exige que opere para impedir que su aliado Corea del Norte (país al que considera “la amenaza más peligrosa y urgente para la paz y la seguridad en Asia Pacífico”) continúe con su plan de desarrollo nuclear y de misiles de largo alcance. El líder chino responde que no puede incidir en las decisiones de un país soberano.

Día 13: EU lanza sobre posiciones rebeldes de Afganistán su bomba no nuclear más poderosa, la GBU-43/B, conocida como la madre de todas las bombas (MOAB por sus siglas en inglés).

Día 15: El líder norcoreano, Kim Jong-un exhibe, durante su desfile nacional, nuevos proyectiles supuestamente intercontinentales y anuncia que está próximo a realizar otra prueba. Washington responde que no permitirá nuevas pruebas.

Día 16: Corea del Norte desoye la amenaza de Washington y realiza la prueba, aunque fallida. Trump ordena que el portaviones nuclear USS Carl Vinson, con toda su escuadra de guerra, se dirija a la península coreana.

Día 17: el vicepresidente estadounidense Mike Pence, de visita en Australia, advierte que la “paciencia estratégica” de EU se acabó y que pasará a una etapa de “reacción estratégica”, lo que, de acuerdo con analistas consultados, no es más que “una acción bélica unilateral, unipersonal, decidida con precipitación… sin cálculo de consecuencias y repercusiones, y en total ausencia de estrategia de seguimiento y salida” (Jorge Eduardo Navarrete, ex embajador de México en la ONU).

Día 19: El mismo Pence, en su gira por Asia Pacífico, amenaza con una respuesta “aplastante” contra Corea del Norte. Kim Jong-un le responde que está listo para un enfrentamiento nuclear.

Día 20: EU descarta negociar con el gobierno norcoreano y anuncia maniobras militares conjuntas con Corea del Sur y el despliegue en ella de un nuevo escudo antimisiles (THADD), lo que provoca la oposición firme de China y el anuncio de que llevará a cabo más prácticas de artillería y pruebas de nuevo armamento.

Día 25: Corea del Sur y EU inician maniobras militares conjuntas, terrestres y aéreas, que terminarán hoy, justo cuando se espera para este fin de semana el posicionamiento en el Mar de Japón del USS Carl Vinson y su escuadra de guerra.

Día 26: Corea del Norte realiza sus propios ejercicios militares con fuego real. Medios occidentales empiezan a hablar de la posibilidad de un ataque sorpresa de Pyongyang.

Día 27: El almirante Harry Harris, comandante del Mando del Pacífico de Estados Unidos, declara que los proyectiles norcoreanos pueden alcanzar Hawái y dice que es preciso reforzar su sistema antimisiles. Mientras, la propaganda norcoreana empieza a difundir videos de su capacidad militar y animaciones que sugieren la destrucción de un portaviones estadounidense y del Capitolio en Washington.

No es exagerado considerar, por lo tanto, que el planeta está al borde de una tercera guerra mundial. Los analistas consultados por esta columna no ven por el momento un escenario de guerra nuclear, aunque sí uno de guerra convencional.

El probable: EU bombardea con sus MOAB´s (ya probada en Afganistán) las lanzaderas de misiles de Corea del Norte. El ejército norcoreano (el cuarto más grande del mundo con un millón de soldados en activo y 4.7 millones en reservas) invade Corea del Sur. Los estadounidenses (con un ejército de 1.4 millones de efectivos) respaldan a sus aliados del sur y China a los suyos del norte. Si Pyongyang extiende su escalada contra Japón y éste responde, cabría entonces esperar la intervención de los rusos. Los países involucrados disponen de 14 mil 680 ojivas nucleares: siete mil 415 de Rusia, siete mil de EU, 250 de China y 15 de Corea del Norte. Y si las usan, se acaba.

Del impacto en México de los primeros cien días de Trump hablaremos en la próxima, si es que antes no pasa algo.

rrodriguezangular@hotmail.com raulrodriguezcortes.com.mx @RaulRodriguezC

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