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Vamos a decirlo así: la marca Morena garantiza hoy en la Ciudad de México al menos dos millones de votos para la elección presidencial. “Hasta una vaca como candidata podría obtenerlos”, bromea Andrés Manuel López Obrador en su círculo de más confianza, para ejemplificar que, en cualquier escenario, su partido obtendría ese mínimo. Por eso se ha planteado que, en esta su tercera intentona de llegar a Los Pinos, Morena debe darle al menos 3.5 millones de votos en la capital del país, como un techo mínimo que le permita su victoria a nivel nacional.
Ese es, en términos prácticos, el escenario de AMLO. Entonces cabe aquí la pregunta: ¿quién de los aspirantes de Morena a gobernar la Ciudad de México, podría garantizarle esos 3.5 millones de votos?
Quien lo haga, más allá de afectos, lealtad y trayectoria profesional compartida, como los que inocultablemente tiene la jefa delegacional en Tlalpan, Claudia Sheinbaum, será el candidato que avale el líder de Morena. Pero Claudia, un poco distraída ahora por su difícil proceso de divorcio con el ex dirigente estudiantil y protagonista de los video escándalos, Carlos Ímaz, no parece poder cumplir con esa cuota. Martí Batres, presidente del partido en la Ciudad de México, podría tener la capacidad de conseguirlos. Pero a juicio de analistas consultados, dentro y fuera de Morena, el que lo conseguiría holgadamente es el delegado en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal. Y justamente a eso es a lo que él le apuesta.
¿Cómo se definirá finalmente esa candidatura? Los tiempos marcados por el partido de López Obrador traen la respuesta. El sábado próximo, 12 de agosto (el mismo día, por cierto, de la Asamblea Nacional del PRI), vencerá el plazo para que se defina un candidato de consenso. Y eso no se ha definido, ni se definirá.
Tendrán que ir, entonces a la selección mediante una encuesta. Ésta la aplicará y llevará a cabo la Comisión Nacional de Encuestas de Morena, encabezada, en este caso, por Gabriel García, secretario de Organización de Morena CDMX. Desde este punto de vista, ojo, Batres actúa como juez y parte.
Pero el procedimiento se complica más si se toma en cuenta que el sábado próximo también deberán definirse (a falta de consenso, por encuesta) quienes resultarán los aspirantes a 70 cargos de elección popular de los aproximadamente mil inscritos, incluidas aquí las 16 jefaturas delegacionales o alcaldías, si es que transita en la Corte la nueva Constitución de la Ciudad de México.
Los que le saben a la grilla morenista aseguran que solamente en cinco delegaciones, parece, estará garantizado el consenso: Álvaro Obregón con Layda Sansores, Gustavo A. Madero con Ramón Jiménez, Iztapalapa con Clara Brugada, Cuauhtémoc con Néstor Núñez y Coyoacán con Bertha Luján o su hija Luisa Alcalde.
Esos serán, entre otros, los que conformen la alineación que se confrontará con la que defina Miguel Ángel Mancera, ya sea solo o en frente amplio opositor. Sólo entre ellos estará la competencia.
INSTANTÁNEAS. 1. PASARELA. El segundo informe del gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, convocó a un importante número de representantes de la clase política, entre ellos suspirantes de diversos colores a la candidatura presidencial. Del PRI se dejó ver el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, quien llevó por cierto la representación presidencial, y que hace todo lo que está a su alcance para que se le vea como precandidato. Pero por los senderos del PAN y del PRD, o en todo caso como parte del Frente Amplio Opositor que sus dirigencias promueven, andaban el lunes en tierras campechanas el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y el ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle. No podía faltar, por supuesto, el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, quien tiene en Moreno Cárdenas a un eventual sucesor, por la buena operación política mostrada por el campechano, su estilo conciliador y las deferencias que con él tiene el presidente Peña Nieto, quien accedió a acompañarlo ayer a la inauguración del drenaje profundo de la capital del estado (un compromiso que Peña Nieto hizo como candidato) y de la remodelación del teatro Francisco de Paula Toro, un hermoso y dignísimo inmueble para las artes escénicas del país.
2. MESAS TRICOLORES. Dicen que la de Guadalajara, dedicada al tema “Visión de Futuro”, será la que dé mucho de qué hablar en los próximos días, y en la que se espera que quede claramente establecido que primero deberá definirse el programa de gobierno que propondrá el PRI y después su candidato y la forma en que se elegirá. En ella participará Manlio Fabio Beltrones. En un segundo término en cuanto al foco de interés, está la que se lleve a cabo en Campeche sobre Estatutos. Estará encabezada por los líderes parlamentarios priístas, César Camacho Quiroz, de la Cámara de Diputados, y Emilio Gamboa, de la de Senadores. Ahí se sabrá si se rompen los candados impuestos para la elegibilidad del candidato, sobre todo la que tiene que ver con la de los diez años de militancia mínima. El líder nacional del tricolor, Enrique Ochoa Reza, declaró a EL UNIVERSAL en días pasados que “ya no son tiempos de candados”. ¿Será el cerrajero del PRI o lo es su jefe y mandamás en el partido, Enrique Peña Nieto?
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