“Un Estado que no procura la justicia no es mas que una banda de malhechores” León Tolstoi

¿Dónde empezó la corrupción: en la naturaleza misma de nuestra sociedad o en su sistema político? Para aproximar una respuesta, no cabe aquí el irresoluble dilema de si fue primero el huevo o la gallina. O, dicho de otro modo: la corrupción de las élites políticas y empresariales del país no es inherente a una naturaleza corrupta del pueblo al que gobiernan, ni semejante tara cultural, a mi juicio justificación dolosa e inexistente, propicia gobiernos corruptos. De manera que, en este caso, se puede responder que la corrupción del sistema político fue primero y después la descomposición que ocasionó en el cuerpo social.

Hace unos días, el politólogo Jesús Silva Herzog Márquez recordaba en un artículo publicado en el periódico Reforma (El régimen de la corrupción, 10/07/2017) lo dicho por Gabriel Zaid en la revista Vuelta (La propiedad privada de las funciones públicas, noviembre de 1986): “La corrupción no es una característica desagradable del sistema político mexicano: es el sistema mismo”.

Sin menoscabo de los innegables cambios que, desde la fecha en que Zaid escribió ese texto, ha registrado nuestro sistema político, la corrupción sigue siendo su núcleo y está en la lógica del ejercicio del poder desde que, afirma Silva Herzog, funda su legitimidad en votos que se obtienen mediante clientelas comprables con fondos desviados de la hacienda pública.

Por eso es un falso argumento lo dicho por Enrique Peña Nieto ante el Inai el 28 de septiembre del año pasado: “… el tema de la corrupción está en todos los órdenes de la sociedad y en todos los ámbitos, no hay nadie que pueda atreverse a arrojar la primera piedra”.

Pues con la novedad de que sí hay quienes se atrevan, y muchos; no él, por supuesto. La corrupción está en la forma en que opera el sistema: coopta voluntades, margina al que no le entra, amedrenta al que se niega a la complicidad, hace del tráfico de influencias la manera más rápida de enriquecer (¡idiota de ti, si no la aprovechas!), favorece con contratos a familiares, amigos e incondicionales y exige mordida para facilitar trámites o burlar la ley.

Su práctica ha estado, históricamente, en casi todos los que han ejercido el poder. Algunos de sus nombres se han asociado al acto de robar, como es el caso de carrancear, en recuerdo de don Venustiano. O en sus frases y memorias, con la ofensiva suposición de que todos tienen un precio: “Nadie aguanta un cañonazo de 50 mil pesos”, advertía Álvaro Obregón quien, en su proclividad a reírse de sí mismo (cosa muy buena, por cierto), contaba que el brazo que perdió ante fuerzas villistas en la batalla de Celaya fue encontrado cuando un amigo, que lo conocía perfectamente, sacó del bolsillo una moneda, y la extremidad, como si tuviera vida propia, empezó a brincar para agarrarla.

Muchos otros gobiernos son recordados por sus altos niveles de corrupción: Miguel Alemán Valdés y José López Portillo, por citar dos escandalosos. Pero el fenómeno creció desproporcionadamente en los gobiernos del actual período neoliberal. Quien marcó su inicio, Miguel de la Madrid, clamaba por la renovación moral de la sociedad. Su propuesta estaba mal enfocada: la renovación moral necesaria entonces, urgentísima ahora, debe empezar en las élites del poder político y económico.

Y así, los cinco gobiernos subsecuentes, tres priístas y dos panistas, han hecho de la corrupción la principal función del poder político. Para ellos, en efecto, es un peligro quien propone cambiar ese estado de cosas y continúan buscando afanosamente cacharlo fuera de base, pues aceptan el dicho de que “el león cree que todos son de su condición”.

La propuesta contra la corrupción y la impunidad la han asumido AMLO y Morena, sin que mucho ayuden, hay que aceptarlo, los militantes y dirigentes evidenciados en conductas inmorales. Pero la oferta sigue sólida y en pie, capitalizando el hartazgo social contra el sistema, la política y los políticos.


INSTANTÁNEAS. 1. ALARMA. Sólo seis de cada cien consumidores de droga tienen a acceso en el país a una atención integral en las clínicas de rehabilitación y centros de ayuda mutua. El dato es de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito. Lo dio a conocer Antonio Luigi Mazzitelli, su representante en México.

2. ¿CÓMO VAMOS? Hoy a las seis y media de la tarde EL UNIVERSAL presentará el libro ¿Cómo vamos ciudad de México? La calidad de vida y sus desafíos en la metrópoli. El evento tendrá lugar en la Hacienda de Los Morales y participarán el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera y el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila.

3. CONCIERTO. La Policía Federal celebró ayer con un espléndido concierto en el Palacio Postal de la Ciudad de México el Día del Policía Federal y el aniversario número 89 de la institución. El concierto fue ejecutado por la Orquesta de Alientos de la Policía Federal y fue organizado por el comisionado general Manelich Castilla Cravioto.

rrodriguezangular@hotmail.com
raulrodriguezcortes.com.mx
@RaulRodriguezC

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses