Videgaray sonreía mientras Peña Nieto lo alababa y agradecía los servicios prestados a la Patria. No era el rostro de un hombre recién despedido, sacrificado y despojado del poder. Tampoco el del Presidente reflejaba el agobio que supone estar inmerso, como está, en la peor crisis política de su gobierno. José Antonio Meade, sereno y Luis Enrique Miranda, tranquilo, seguro del cobijo de quien no solamente es su amigo y compadre, sino Presidente. Mientras, Osorio Chong parecía agazapado, con gesto severo y malhumorado, cuando debería suponérsele feliz, pues le estaban quitando de en medio a su más fuerte contrincante en el gabinete y dejándole vía libre en la búsqueda de la candidatura presidencial del PRI.

¿Por qué sonreía Videgaray? En principio porque renunció, no fue cesado. Las formas cuentan mucho en política. El ahora ex secretario de Hacienda había estado en Los Pinos en la víspera. Que Videgaray renunció parece lo más probable si nos atenemos a la manera en que Peña Nieto ha operado los cambios de sus amigos y colaboradores. Incluso le permitió que su vocera anunciara la dimisión antes de que Los Pinos lo oficializara.

No fue entonces el cobro de la factura por el affaire Trump, de cuya pertinencia siguen convencidos tanto Peña Nieto como Videgaray; aunque la remoción, por supuesto, será de utilidad para evitar más daños al Presidente por la ignominiosa recepción al fantoche candidato republicano.

Tampoco fue una reprensión por los mediocres resultados económicos, los focos rojos encendidos en materia de endeudamiento, la depreciación acumulada del peso y los reiterados recortes al gasto. Es más, lo que dijo Peña Nieto en el anuncio de la remoción, no acusaba culpa alguna. Al contrario, delineaba el trabajo de un secretario de Hacienda de excepción. Cabía la pregunta: ¿entonces por qué lo quitó?

La razón parece estar en el urgente reflotamiento de un barco que hace agua y en el salvamento del proyecto político de Peña y sus “ayudantes fieles” (The Economist dixit).

Un comunicado de Hacienda dijo que Videgaray no irá a otro cargo público. Pero lo que se antoja indudable es que no se separará de Peña y su proyecto. Va a estar muy cerca de él, acaso en la operación de las elecciones del año que entra en el Estado de México y/o en lo que le encomiende hacer para las presidenciales de 2018. Y de ese proyecto forma parte el “compadre” Luis Enrique, a quien tocará administrar el presupuesto social en apoyo al proyecto electoral de Peña Nieto.

Los cambios del miércoles pasado revelan que el Presidente y su ex secretario de Hacienda comprendieron que a estas alturas ya no es viable la candidatura presidencial de Luis Videgaray y que es preciso, por lo tanto, darle aire a otro, pero del mismo grupo político. Y ese otro es José Antonio Meade, quien garantiza eficiencia en Hacienda, confianza en el priísmo que está con Peña Nieto y los suficientes vínculos con el PAN ante una eventual alianza electoral.

Se infiere, entonces, que el objetivo de este cambio es frenar a Miguel Ángel Osorio Chong, a quien las encuestas muestran, muy separado de los demás, como el más respaldado de los aspirantes priístas. Peña Nieto ya reveló con quien está su corazoncito.

Entonces, ¿por qué mantiene a Osorio Chong, si los problemas de ingobernabilidad e inseguridad son tanto o más graves que los económicos? Porque para Peña Nieto sería suicida en este momento prescindir del priísta mejor posicionado en las encuestas. Por lo pronto ya le hizo saber que si prescindió de uno de sus virreyes, puede prescindir del otro.

Acaso por todo eso, el rostro serio y hasta arisco de Osorio Chong ante estos cambios que, ciertamente, son una señal de recomposición, pero no del tamaño de la esperada para reencauzar a un país en crisis y frenar la caída del Presidente, sino una recomposición del grupo gobernante.

INSTANTÁNEAS. 1. DE BUENA FUENTE, muy cercana a Arturo Montiel, tío y padrino político de Peña Nieto, el Presidente sí le puso el alto a quien ya actuaba como vicepresidente, no al secretario de Hacienda.

2. EN MEDIO DE la sacudida, los secretarios de Gobernación y de Relaciones Exteriores, quienes se opusieron a la decisión de traer a Trump a Los Pinos, reanudaron agenda con una visita a Campeche, donde el gobernador Alejandro Moreno Cárdenas teje todos los apoyos posibles para desarrollar actividades económicas alternativas que compensen en el estado la severa pérdida de los ingresos petroleros.

3. MORENA designó al maestro Bernardo Bátiz coordinador de sus diputados constituyentes. Buena carta en los debates que darán lugar a la Constitución de la Ciudad de México.

rrodriguezangular@hotmail.com

@RaulRodriguezC

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