“Si los pendejos de Holk toman la responsabilidad habrá más masacres así, nadie quiere que un mocoso Jorge de 15 años le dispare en la cabeza. Todos sabemos que fue culpa de Hispachan, pero estos pendejos quieren la atención. En serio me dan ganas de hacer un tiroteo para mostrarles que sí fuimos nosotros” (sic).
Hispachan es un tablero de mensajes y fotografías anónimo, prácticamente sin censura y con un argot muy extenso y particular, un Jorge, por ejemplo, es el sinónimo de un tonto o los negros son los miembros de la comunidad o un viejoputo es un usuario veterano.
El sitio contiene miles de “hilos” para generar una conversación en torno a cualquier tema, desde política hasta chismes estudiantiles; abundan, además, imágenes de adolescentes en situaciones sexuales con información privada de las jóvenes, que son “omitidas” minutos u horas después de haberse publicado, justo cuando los interesados ya tienen la información que querían. Prácticamente todos los “hilos” terminan perdidos para generar siempre nuevos temas y mantener el tablero activo de modo infinito.
Hispachan está cargado de símbolos con gran peso, particularmente de mensajes con tintes neonazis donde se usa, por ejemplo, a Pepe La Rana o al 88 (simbolizando HH, Heil Hitler) como un elemento clave para mandar mensajes de odio a todo, a las religiones, a las razas, a las mujeres o hasta a las clases sociales.
Un hilo Hispachan posteado el martes por la noche, horas antes de la tragedia en el Colegio Americano en Monterrey, y que hasta el momento de escribir este texto se encontraba activo, dice lo siguiente:
“Mis queridos negros, mañana es el día. Seré parte de la historia de internet. Tengo todo preparado”.
Ante las burlas al mensaje, el mismo usuario responde en la conversación: “Me vale verga si no me creen, habrá sangre(...)”, poco después el usuario destaca que los hechos ocurrirán en México.
El mensaje viene acompañado de la fotografía de Ted Bundy, uno de los mayores asesinos seriales en la historia de Estados Unidos.
Ayer en Hispachan, decenas de usuarios celebraban al joven agresor del Colegio Americano y reivindicaban el ataque como propio de su comunidad “secreta”, al tiempo que lanzaban amenazas contra sus rivales, los Holkianos de Facebook, por quererse robar el crédito de la tragedia.
Sí, algunos jóvenes están peleándose por la autoría de un infortunio. ¿En qué momento nos jodimos tanto?
DE COLOFÓN.— Un muchacho se acerca al agresor que está aislado de todo el salón, algo le dice, se va, pasan segundos y de lejos le hace una seña que parece la de una pistola en la sien, comienzan los disparos y el muchacho no parece inmutarse, sale antes de que el agresor se suicide. Todos vimos el video.
