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Existe un cambio geopolítico inminente, el mundo ha girado 180 grados, no solamente con el triunfo de Donald Trump sino con el ascenso de las ideas proteccionistas y conservadoras de Europa y parte de América Latina.
Rusia pudo haber intervenido en las elecciones norteamericanas. Muy probablemente la CIA y el FBI están en lo cierto y Putin y el Kremlin hackearon información sensible del Departamento de Estado y del Partido Demócrata que filtraron a Wikileaks y sumaron la gota que derramó el vaso del hastío del pueblo gringo hacia Washington y su representación encarnada en Hillary Clinton… Pero, ¡carajo!, ¿cómo es posible que la primera potencia bélica del planeta no cuide su información más confidencial y la exponga en correos electrónicos no cifrados?, ¿cómo es posible que, además, pareciera que esto no les importó y lo minimizaron al ridículo?, ¿cómo diablos hicieron un pacto con Irán sin haber negociado primero con Israel?, ¿cómo dejaron que ISIS se les saliera de control?, ¿de que manera se les jodió la brújula en Siria?, ¿cómo vendieron un acuerdo de salud que prometía todo y dejó igual o peor a los más pobres?, ¿cómo permitieron que se abusara del poder policiaco contra los negros siendo el mismo presidente negro?, ¿pensaron que la masacre en Charleston se limpiaría simplemente con las lágrimas de Obama?, ¿que la buena voluntad acabaría con los lobos solitarios?, ¿pensaron que América seguía siendo grande a pesar de la miseria, la crisis de valores, la violencia desbocada?
Rusia pudo haber influido a favor de Trump así como México y Vicente Fernández pudieron haber influido a favor de Clinton (con todo lo simplón que el argumento representa), ¿y eso qué?, ¿de verdad se puede pensar que la influencia rusa fue determinante en el cambio del paradigma político para el elector gringo?, porque debe quedar claro que desde Moscú no hackearon el sistema electoral, no hubo fraude, hubo hastío, hubo voto de castigo.
El mundo se hartó de muchas cosas, de la corrupción, de la ineptitud, de la falta de resultados, de la distribución grosera de la riqueza global donde el 10% de la población posee el 86% de los activos del planeta (Credit Suisse, Octubre 2013). El mundo se encabronó.
Pero la respuesta a la rabia global, evidentemente, no se encuentra en los nombres que encabezan los triunfos electorales sino en los equipos tras ellos que los impulsaron en primera instancia, de su destreza e inteligencia depende el mundo… ojalá no terminemos en el abismo de la sin razón.
Ayer, el discurso de la violencia cobró una víctima en Andrei Karlov, embajador de Rusia en Turquía, justo el mismo día en que Trump fue ratificado presidente por el Colegio Electoral y que la ONU aprobara el envío de observadores a Alepo, en Siria, ante la evacuación de decenas de miles de refugiados.
El asesino disparó contra el Embajador en una expo de fotografía y gritó: ¡Es una venganza, no se olviden de Alepo, no se olviden de Siria!
El último embajador ruso asesinado en la historia fue Aleksandr Griboyédov, linchado por una turba en Teherán en 1829. De ese tamaño es el cambio global.
De Colofón.— La terna de Trump para embajador en México: 1 Toby Neugebauer, empresario con papi rico que apoyó a Ted Cruz, 2 Al Zapanta, ex presidente de la Cámara de Comercio Estados Unidos-México que apoyó ciegamente al presidente electo durante la campaña y 3 Larry Rubin, presidente del Partido Republicano en México que puede ser un interlocutor valioso al conocer, de vida entera, el manejo y relación política empresarial entre ambas naciones.